INTOXICACIÓN AGUDA SEVERA POR LITIO COMPLICADA CON F.M.O.
Tellería Martín A., Jimenez Urra I.,
Ramos Castro J., Salvador Ballaz B., Izura Cea J., Sáenz Bañuelos JJ., Lander
Azcona A., Martinez Segura JM., Susperregui Insausti I., Manrique Larralde A.
Servicio de Medicina
Intensiva
Hospital Virgen del
Camino
Pamplona – Navarra.
España
INTRODUCCIÓN: El
litio fue introducido en el siglo XIX para el tratamiento de la gota y en la
actualidad su uso se restringe al medio psiquiátrico, por sus propiedades
antimaníácas. Su estrecho margen terapeútico (0.8 – 1.25 mEq/l) hace que los
casos de toxicidad sean frecuentes. Las intoxicaciones agudas con intento
autolítico revisten una elevada morbimortalidad, dependiente del nivel de
fármaco ingerido así como de la existencia de tratamiento previo.
CASO CLÍNICO: Varón
de 35 años diagnosticado desde hacía 5 años de trastorno esquizo-afectivo tipo
depresivo y en tratamiento con carbonato de litio, ingresa en nuestra unidad
tras haber ingerido con fines autolíticos comprimidos de fluoxetina,
olanzapina, risperidon y litio en cantidades desconocidas. A su ingreso
presentaba un GCS de 8 puntos, contracturas generalizadas y rash eritematoso en
tronco y extremidades. La litemia era de 10.42 mEq/l, con tóxicos en orina
negativos y presencia de un hemibloqueo anterior y QT alargado en el ECG.
Ante la situación del enfermo se procedió a intubación orotraqueal y conexión a Ventilación Mecánica, iniciándose a las tres horas terapia con hemodiafiltración venovenosa continua, consiguiéndose una reducción progresiva de los niveles de litemia, hasta alcanzar valores normales al cuarto día. A las 48 horas del ingreso presenta cuadro séptico que evolucionó a FMO , hipertermia central de 41.5ºC y exitus a los 14 dias.
DISCUSIÓN: El litio
es un metal alcalino que comparte propiedades con el Na y K. Su utilización se
asocia frecuentemente a cuadros de intoxicación crónica o aguda leves por
sobredosificación. La intoxicación aguda grave, con intento autolítico reviste
una elevada morbilidad, aunque su incidencia es escasa. El tratamiento de estas
formas graves se basa en las medidas de soporte inicial, decontaminación
gastrointestinal y su eliminación mediante técnicas de reemplazo renal
continuo. En nuestro caso, la utilización precoz de la hemodiafiltración
venovenosa continua demostró ser el tratamiento de elección, ya que se
consiguió reducir la litemia inicial al 70% en las primeras 24 horas y su
normalización al tercer día.