Metodología
La evaluación del proceso se lleva a cabo en dos etapas. La primera consiste en una evaluación interna o autoevaluación llevada a cabo por los propios equipos de coordinación de trasplantes de los hospitales y la segunda consiste en una evaluación externa llevada a cabo por profesionales de la coordinación de trasplantes pero externos a los hospitales que se evalúan.La autoevaluación se basa en el análisis retrospectivo de las historias clínicas de todos los éxitus acontecidos en las Unidades de Críticos de cada hospital (se define como unidad de críticos aquellas unidades con posibilidad de tener algún paciente que pueda fallecer en muerte encefálica, en las que se dispone de capacidad para ventilar al paciente y en las que los pacientes puedan estar ingresados, al menos, durante 12 horas). La evaluación se realiza con una periodicidad trimestral y el responsable de la misma es el coordinador de trasplantes del hospital siendo deseable contar con la colaboración del responsable de calidad del mismo centro. La información resultante de la autoevaluación se recoge mediante la cumplimentación de una hoja de recogida de datos, que se modificó en el año 1999, y que se remite trimestralmente a la ONT o a la oficina de coordinación autonómica correspondiente.
Esta nueva hoja de recogida de datos muestra el proceso de detección y donación como un flujo continuo que sólo puede ser interrumpido en un punto, y que permite identificar en qué momento se produce la pérdida del donante así como la causa principal de dicha pérdida. Para ello, es necesario cumplimentar una hoja de recogida de datos por cada fallecido en muerte cerebral (anexo 1), y en el caso de que no haya llegado a ser donante real, especificar la causa mediante un código que se selecciona del anexo que figura en el reverso de la hoja. No se precisa de la elaboración de ningún indicador y no hay que realizar, por tanto, ningún cálculo. Además, en la hoja de recogida de datos existen dos preguntas independientes del flujo de detección y donación, una referente a si se ha realizado entrevista familiar y otra sobre la petición de autorización judicial en los casos que lo precisen. Así mismo, en la misma hoja se solicitan algunos datos del fallecido referentes a la fecha y causa de defunción, edad, sexo y unidad donde se ha producido el éxitus.
El coordinador de trasplantes deberá cumplimentar una hoja por cada fallecido con diagnóstico clínico de muerte encefálica, y las hojas se han de remitir de forma trimestral (1ª semana de abril, 1ª semana de julio, 1ª semana de octubre y 1ª semana de enero, envíos correspondientes al primer, segundo, tercer y cuarto trimestres). De forma trimestral, también ha de remitirse una hoja en que se recoge el número de éxitus (anexo 2) que se han producido en cada una de las unidades de críticos del Hospital. Las hojas se remiten a la ONT, en el caso de los hospitales del área INSALUD, o bien a la oficina de coordinación autonómica para las restantes CCAA.
De forma adicional, hay que enviar con carácter anual (anexo 3), coincidiendo con el envío de la 1ª semana de enero, una hoja en la que se solicitan datos del hospital, para lo que se requerirá de la colaboración de la gerencia. Con la información remitida se construyen en la ONT una serie de indicadores que se presentan en el anexo 4.
La evaluación externa es llevada a cabo en cada hospital por dos evaluadores de fuera del mismo, con el apoyo y ayuda de los Coordinadores de Trasplantes locales. El requisito para solicitar que sea evaluado un Hospital es que lleve, al menos, un año participando en el Programa de Garantía de Calidad en el Proceso de Donación. Esta evaluación externa se realiza con el fin de detectar si el proceso de recogida de información se hace adecuadamente, así como analizar el global de la actividad.