Arranz, M. Garrancho, JM. Unidad de Hemodiálisis (ashdo).
Hospital General La Mancha-Centro. Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
Email: marranzp@senefro.org
The response to hepatitis B vaccine (HBV) in hemodialysis patients is in many cases incomplete. Several doses and via of administration have been used.
Objective: We tried to assess if intradermic administration of hepatitis B vaccine was effective in hemodialysis patients in whom intramuscular (IM) administration had failed.
Population and method: we selected 12 patients on hemodialysis (HD) who had not obtained sufficient antihepatitis B antibody levels (< 10 MU/ML) after hepatitis b vaccine administration via IM.
They received 40 mg of Engerixâ vaccine every month during 3 months and a booster dose at 6 months. There were 4 women and 8 men, with an average age of 64 ± 9,1 years.
After that we administered HBV via ID at a dosage of 5 micrograms every 2 weeks until they reached antibody levels of more than 10 um/ml. At this point we administered a final dose of 5 micrograms.
Results: 10 patients (83.3%) responded to HBV via ID. They required 4.5 ± 2 (22.5 ± 10 micrograms) HBV doses, in an average period of 9 weeks.
The average antibody levels in these ten patients was 50.45 ± 55.4 mU/ml at 6 months. We detected a maximum level of antibodies at 3 months after beginning ID vaccination, with a progressive decrease after that. Nevertheless all these patients had titters >10 um/ml consistent with a protective effect at 6 months.
ID tolerance was good in all patients.
Conclusion: In our experience ID administration of hepatitis B vaccination is effective in patients who failed intramuscular injection; the protective effect is obtained with low vaccination doses.
Vacuna de la hepatitis B en hemodiálisis: via intradérmica versus intramuscular
Arranz, M. Garrancho, JM. Unidad de Hemodiálisis (ashdo). Hospital General La Mancha-Centro. Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
e.mail: marranzp@senefro.org
La respuesta a la vacunación de la hepatitis B en pacientes en hemodiálisis es en muchos casos insuficiente. Se han ensayado diferentes pautas y vias de administración.
Objetivo: comprobar si la vacuna intradérmica (ID) de la hepatitis B es eficaz en los pacientes en hemodiálisis (HD) en los que ha fracasado la vacunación intramuscular (IM).
Población y método: seleccionamos 12 pacientes en HD que no habían obtenido respuesta (niveles de ac antiHBs < 10 mU/ml) tras administrar la vacuna de la hepatitis B via IM. Recibieron 40 mg de vacuna Engerixâ cada mes durante 3 meses y una dosis de recuerdo a los 6 meses. Eran 4 mujeres y 8 hombres, con una edad media de 64 ± 9,1 años.
Posteriormente los vacunamos vía ID con 5 microgramos cada 2 semanas hasta alcanzar niveles de ac superiores a 10 mU/ml, dándoles entonces una última dosis de 5 microgramos.
Resultados: de los 12 pacientes respondieron 10 (83.3%), requiriendo un número de dosis de 4.5 ± 2 (22.5 ± 10 microgramos en total), en un tiempo medio de 9 semanas.
A los 6 meses los niveles medios de ac en los pacientes que respondieron fue de 50.45 ± 55,4. Detectamos un nivel máximo a los 3 meses de comenzar la vacunación, disminuyendo después progresivamente y manteniéndose niveles protectores en todos ellos a los 6 meses.
La tolerancia a la via ID fue buena en todos los casos.
Conclusión: en nuestra experiencia la vacunación intradérmica de la hepatitis B es eficaz en aquellos pacientes en hemodiálisis en los que ha fracasado la vacunación intramuscular, presentando una respuesta protectora y mantenida, con una dosis baja de vacuna.