Alcázar R, De la Torre M, Encinas C*, Caparrós G, Nieto J, Ferreras I, Montojo C*. Nephrology and *Pharmacy Services,
Complejo Hospitalario de Ciudad Real, Ciudad Real, Spain
Email: Roberto Alcázar: ralcazar@senefro.org
The main problem of cuffed haemodialysis catheters is the inadequate blood flow achieved in many haemodialysis sessions. Urokinase (UK) in different dose schedules (5.000 – 250.000 units) is frequently used to restore an adequate blood flow.
Material and Methods: We have prospectively analysed 778 dialysis in 15 cuffed catheters (13 patients) during 12 months. On catheter dysfunction (flow less than 200 ml/min or venous pressure higher than 250 mm Hg), the content of a UK cryopreserved syringe (12.500 u, 2,5 ml) was administered in each catheter lumen and left 20 minutes. If the dysfunction was not resolved, additional UK doses were administered (25.000 UK u. in venous chamber, UK u. in each catheter lumen, 250.000 units for 3 hours), until an adequate catheter patency was restored. In each case, after the dysfunction was resolved, at the end of the dialysis procedure each lumen was locked with the content of one syringe of UK (12.500 U per lumen).
Results: Medium age of the patients was 68.1 years old (54-81). In 7 from 13 patients oral anticoagulants were also administered (INR: 1.7-2). In the follow-up (12 months) two catheters were replaced. One because of tunnel infection and the other one because of sepsis that was not cured with antibiotics.
Medium flux in the 15 catheters was 279.5± 32 ml/min, with venous pressures of 172,3 ± 51 mmHg. UK was administered in 131 dialysis (8,7 dysfunctions/catheter/year; 0,16 dysfunctions/dialysis).
The total UK administered was 4.570.000 units (34.885 Units/dysfunction; 304.666 units/catheter/year, 5.874 units/dialysis). The only dysfunction that did not improve was managed by the interventional radiology department stripping a fibrin sheath with a snare catheter. The economic cost of this protocol was 1.034 pts/dialysis.
Conclusions: Low-dose UK with cryopreserved syringes is safe and effective in maintaining the patency of hemodialysis catheters and implies substantial economic savings as it avoids wasting UK vials.
Alcázar R, De la Torre M, Encinas C*, Caparrós G, Nieto J, Ferreras I, Montojo C*.
Servicios de Nefrología y *Farmacia Hospitalaria. Complejo Hospitalario de Ciudad Real, Ciudad Real, España
Correspondencia: Roberto Alcázar: ralcazar@senefro.org
El principal problema de los catéteres permanentes para hemodiálisis, de uso creciente, es la dificultad para conseguir flujos sanguíneos adecuados. La utilización de urokinasa (UK) en dosis variables (5.000-250.000 unidades) permite restablecer un flujo adecuado en la mayoría de los casos. Presentamos nuestra experiencia con la utilización de un protocolo con dosis bajas de UK (12.500 u) en jeringas precargadas preparadas por el servicio de Farmacia del hospital.
Material y Métodos: Se analizan de forma prospectiva 778 sesiones de diálisis en 15 catéterespermanentes para diálisis (13 pacientes) durante 12 meses. Ante problemas de flujo (< 200 ml/min) o de presión venosa excesiva (PV > 250 mm Hg) en alguna de las ramas se administró UK, 1 jeringa precargada con 12.500 u. en 2,5 cc de salino y se dejó una permanencia de 20 minutos. Si la diálisis no se restablecía se administraban dosis adicionales y crecientes de UK (25.000 U en cámara venosa durante la diálisis; 12.500 U por rama, 30 minutos; 250.000 u en perfusión en 3 horas) hasta conseguir una adecuada permeabilidad. Ante cualquier disfunción se dejó, además, el contenido de UK de una jeringa precargada en la luz de cada rama al finalizar la sesión de diálisis en vez de la heparina habitual.
Resultados: La edad media de los pacientes portadores de catéteres fue de 68,1años (rango 81-54 años). En 7 de 13 pacientes se utilizó anticoagulación con dosis bajas de sintron (INR: 1.7-2). En el periodo de seguimiento (12 meses) dos catéteres fueron sustituidos. 1 por infección del trayecto subcutáneo y otro por sepsis no controlada con antibioterapia.
El flujo medio obtenido en los 15 catéteres fue de 279,5± 32 ml/min, con presiones venosas medias de 172,3 ± 51 mmHg.
Se administró UK en 131 ocasiones (8,7 episodios/catéter/año; 0,16 episodios/diálisis), administrándose un total de 4.570.000 U de UK (34.885 U/episodio de disfunción; 304.666 U/catéter/año; 5.874 U/diálisis).
Sólo en dos ocasiones se administraron dosis elevadas de urokinasa (250.000 U). En una ocasión se precisó procedimientos endovasculares para retirar un capuchón de fibrina pericatéter. La utilización de este protocolo sólo encareció cada diálisis en 1.034 pts.
Conclusiones: La implementación de un protocolo con jeringas precargadas de urokinasa a dosis bajas es eficaz para el mantenimiento de la permeabilidad de los catéteres permanentes para hemodiálisis y permite un ahorro económico sustancial al aprovechar al máximo la presentación farmacéutica de la UK.