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NIVELES DE PROTEINA C REACTIVA EN EL FRACASO RENAL AGUDO. EVALUACIÓN DE LA PATOLOGIA INFLAMATORIA.

F.J.Lavilla, E. Rossich, A. Hernandez, D. Pujante, P. Martín, N. García-Fernández, P. Errasti, A. Purroy

Clinica Universitaria Navarra. Pamplona. España

jlavilla@unav.es

RESUMEN

Introducción:

Los niveles de proteina C reactiva (PCR) son un indicador de la presencia de un estado inflamatorio. La existencia de un estado inflamatorio en el fracaso renal agudo (FRA) puede tener implicaciones clínicas, terapeúticas y pronósticas


Material y metodos:

Población: 349 pacientes con fracaso renal agudo (FRA) (aumento creatinina >20%), recogidos entre Enero 2001 y Abril del 2003.

Edad media: 59,66 años (EE 0,79). Varones: 70,8%. Mortalidad 25,2%.

El estudio estadístico se realizó con SPSS 9. Sig. p<0,05.

Se determinaron los niveles de PCR a lo largo del FRA, evaluándose sobretodo los niveles pico o máximos. Niveles PCR en mg/dL. Se realizó una valoración pronóstica según índice de severidad individual de Liaño e índice de fallo multiorgánico.

Se identificó la existencia de un estado inflamatorio según tres niveles: leve (aumento de reactantes de fase aguda, fiebre con o sin leucocitosis), moderado (hipotensión con una tensión arterial sistólica por debajo de 100 mmHg durante más de 10 horas) y grave (oliguria con una diuresis por debajo de 400 ml al en 24 horas).


Resultados:

Los niveles medios de PCR basal fueron de 9,1 (0,43), pico de 12,8 (EE 0,45) y final de 9,06 (EE0,42).

Se observó la existencia de un proceso inflamatorio en el 61,3% de los casos incluidos. De ellos, el origen fue infeccioso en el 51,4%.

La gravedad del estado inflamatorio fue leve en el 50,8%, moderado en el 11,5% y grave en el 37,7%.

Los niveles de PCR basal y pico fueron significativamente más altos en los pacientes con un proceso inflamatorio (basal: 10,10 EE 0,59 versus 7,72 EE 0,56 con una p = 0,007; pico: 14,56 EE 0,59 versus 10,05 EE 0,65 con una p < 0,001). Los pacientes con un proceso infeccioso presentaron unos valores medios todavía más elevados (basal 12,9 EE 0,88 y pico 16,08 EE 0,93).

Los niveles de PCR basal fueron significativamente (p=0,001) más bajos en los pacientes con un estado inflamatorio leve (7,17 EE 0,64) respecto a los que presentaron un estado moderado o grave (12,31 EE 2,03 y 12,49 EE 0,8).

Asimismo, los niveles de PCR pico fueron también más bajos (p<0,001) en los pacientes con un estado inflamatorio leve (11,8 EE 0,66) respecto a los que padecieron un estado moderado o grave (16,3 EE 1,7 y 15,8 EE 0,91).

Se apreció cierta asociación entre los niveles de PCR basal y el índice de severidad individual de Liaño (p<0,001 con una r de 0,245) y el índice de fallo multiorgánico (p<0,001 con una r también baja, de 0,252).

Ahora bien, la gravedad del paciente se asoció con la intensidad del proceso inflamatorio (p<0,001). El índice de severidad individual fue más elevado según la gravedad del estado inflamatorio (leve: 0,1457 EE 0,01; moderado: 0,2762 EE 0,03; grave: 0,677 EE 0,02) así como el índide de fallo multiorgánico (leve: 1,73 EE 0,18; moderado: 3,13 EE 0,470; grave: 0,677 EE 0,02).

La necesidad de tratamiento sustitutivo fue mayor (p<0,001) en los casos con un cuadro inflamatorio más intenso (leve: 7,0%; moderado: 20,7%; grave: 73,7%).

La mortalidad fue diferente (p<0,001) según la intensidad de ese proceso inflamatorio (leve: 7,8%; moderado: 17,2%; grave 61,1%)


Conclusiones: La presencia de un proceso inflamatorio repercute negativamente en la gravedad y evolución del fracaso renal agudo. La determinación de los niveles de PCR junto a una evaluación clínica puede permitir identificar aquellos pacientes con un estado inflamatorio más grave.



Introducción:

Los niveles de proteina C reactiva (PCR) son un indicador de la presencia de un estado inflamatorio. Es cierto, que es un marcador inespecífico que puede elevarse en relación a otros procesos como enfermedad cardiovascular o neoplásica. Ahora bien, su relación con la presencia de un estado inflamatorio es clara. La existencia de ese estado inflamatorio en el fracaso renal agudo (FRA) puede tener implicaciones clínicas, terapeúticas y pronósticas. La presencia de un estado inflamatorio origina una serie de cambios en el medio interno que pueden afectar a la génesis y evolución del FRA. Se produce un incremento en la permeabilidad capilar con una salida de agua hacia el espacio intersticial, favorecida por la caída en los niveles de albúmina (reactante de fase aguda negativo). Todo ello puede condicionar una hipovolemia vascular que en los casos más graves se acompañan de una inestabilidad hemodinámica (con caída de las resistencias vasculares periféricas) que finalmente puede desembocar en la aparición de una oliguria con deterioro de la función renal. Ese edema intersticial no ocurre solamente a nivel sistémico sin que puede acontecer a nivel pulmonar comprometiendo la difusión del oxígeno, lo cual unido a la presencia de cierta anemia, puede comprometer la oxigenación del parénquima renal.


Material y metodos:

Se ha estudiado de forma prospectiva una población de 349 pacientes con FRA (aumento creatinina >20%), recogidos entre Enero 2001 y Abril del 2003. La edad media se sitúa en 59,66 años (EE 0,79). Son varones el 70,8%. La mortalidad es del 25,2%.

El estudio estadístico se realizó con SPSS 9 (test descriptivos, ANOVA, MANOVA). EL nivel de significación se situó en una p de <0,05.

Se determinaron los niveles de PCR a lo largo del FRA, evaluándose sobretodo los niveles pico o máximos. Los niveles de PCR se ofrecen en mg/dL. Se realizó una valoración pronóstica según índice de severidad individual de Liaño e índice de fallo multiorgánico.

Se identificó la existencia de un estado inflamatorio según tres niveles:

  • Leve: aumento de reactantes de fase aguda, fiebre con o sin leucocitosis.
  • Moderado: hipotensión con una tensión arterial sistólica por debajo de 100 mmHg durante más de 10 horas.
  • Grave: oliguria con una diuresis por debajo de 400 ml al en 24 horas.

Resultados:

a) Presencia de un estado inflamatorio: Se observó la existencia de un proceso inflamatorio en el 61,3% de los casos incluidos. De ellos, el origen fue infeccioso en el 51,4%. La gravedad del estado inflamatorio fue leve en el 50,8%, moderado en el 11,5% y grave en el 37,7%.

b) Diferencias en los niveles de PCR. Relación de los niveles de PCR con el proceso de base y la intensidad del proceso inflamatorio:

Los niveles medios de PCR basal fueron de 9,1 (0,43), pico de 12,8 (EE 0,45) y final de 9,06 (EE0,42). Los niveles de PCR basal y pico fueron significativamente más altos en los pacientes con un proceso inflamatorio (basal: 10,10 EE 0,59 versus 7,72 EE 0,56 con una p = 0,007; pico: 14,56 EE 0,59 versus 10,05 EE 0,65 con una p < 0,001). Los pacientes con un proceso infeccioso presentaron unos valores medios todavía más elevados (basal 12,9 EE 0,88 y pico 16,08 EE 0,93).

Los niveles de PCR basal fueron significativamente (p=0,001) más bajos en los pacientes con un estado inflamatorio leve (7,17 EE 0,64) respecto a los que presentaron un estado moderado o grave (12,31 EE 2,03 y 12,49 EE 0,8). Asimismo, los niveles de PCR pico fueron también más bajos (p<0,001) en los pacientes con un estado inflamatorio leve (11,8 EE 0,66) respecto a los que padecieron un estado moderado o grave (16,3 EE 1,7 y 15,8 EE 0,91).

c) Relación entre los niveles de PCR y la gravedad del FRA, tratamiento y mortalidad:

Respecto a los índices pronósticos, se apreció cierta asociación entre los niveles de PCR basal y el índice de severidad individual de Liaño (p<0,001 con una r de 0,245) y el índice de fallo multiorgánico (p<0,001 con una r también baja, de 0,252). Ahora bien, la gravedad del paciente se asoció con la intensidad del proceso inflamatorio (p<0,001). El índice de severidad individual fue más elevado según la gravedad del estado inflamatorio (leve: 0,1457 EE 0,01; moderado: 0,2762 EE 0,03; grave: 0,677 EE 0,02) así como el índice de fallo multiorgánico (leve: 1,73 EE 0,18; moderado: 3,13 EE 0,470; grave: 0,677 EE 0,02).

La necesidad de tratamiento sustitutivo fue mayor (p<0,001) en los casos con un cuadro inflamatorio más intenso (leve: 7,0%; moderado: 20,7%; grave: 73,7%). Además la mortalidad fue diferente (p<0,001) según la intensidad de ese proceso inflamatorio (leve: 7,8%; moderado: 17,2%; grave 61,1%). Evidentemente, la necesidad de tratamiento sustitutivo sí como la mortalidad fueron más elevadas en relación a la presencia de un mayor estado inflamatorio


Conclusiones:

La presencia de un proceso inflamatorio repercute negativamente en la gravedad y evolución del fracaso renal agudo. La determinación de los niveles de PCR junto a una evaluación clínica puede permitir identificar aquellos pacientes con un estado inflamatorio más grave.