Comunicación Nº: 059 | English version |
Santiago Madero, José M. Millán, Maribel Redondo, Soledad Alonso, Ana Cabello, José R. Ricoy
[Título] [Introducción] [Material y Métodos] [Resultados] [Iconografía] [Bibliografía]
El porcentaje de globos oculares que son enucleados debido a un diagnóstico clínico y radiológico de melanoma coroideo que luego demuestra ser falso tras el estudio anatomopatológico llega hasta el 20% en algunas series (6). Las lesiones que pueden evolucionar como un «pseudomelanoma» son los melanocitomas, los procesos vasculares de la retina como la enfermedad de Coats, los tumores vasculares como el hemangioma cavernoso, los linfomas oculares, los tumores metastásicos, el osteoma coroideo, la hiperplasia congénita del epitelio pigmentario de la retina y las hemorragias coroideas de cualquier causa (5). La DMD pertenece también a este grupo de lesiones que se pueden comportar como pseudomelanomas, de manera que Shields et al (7) la observaron en el 12,5% de los ojos enucleados por sospecha de melanoma, y Frayer (8) en el 55% de un grupo de 24 globos oculares en los que la enucleación también se llevó a cabo por la sospecha de melanoma coroideo. No obstante, también se han publicado casos de la situación contraria, es decir, melanomas coroideos que simulan clínica y radiológicamente una lesión macular senil de tipo disciforme (9). La DMD es una entidad infrecuente y poco conocida por los patólogos que debe ser tenida en cuenta paravel diagnóstico diferencial en los casos de sospecha de melanoma uveal del polo posterior.