La principal herramienta de patólogos e investigadores médicos
desde su descubrimiento en los inicios de 1600 ha sido la
microscopía. Desde entonces, se han incorporado numerosas
innovaciones ópticas y electrónicas persistiendo, no obstante,
la interpretación subjetiva de la imagen microscópica como el
principio fundamental del diagnóstico en Patología.
La interpretación de la imagen microscópica, incluso con la
ayuda de técnicas tales como la microscopía electrónica y el
marcaje inmunohistoquímico, se basa en la formación y
experiencia del observador, y está limitada a la resolución del
ojo humano. Por otra parte, el análisis microscópico no es
apropiado para el examen rápido de gran número de células.
En contraste con los microscopios de luz y electrónicos, el
citómetro de flujo es rápido y objetivo. Durante el análisis
por Citometría de flujo, las células son examinadas de una en
una, obteniéndose medidas cuantitativas precisas de parámetros
físicos relacionados con las propiedades biológicas de las
mismas. Por otra parte, es posible medir múltiples parámetros
simultáneamente y en base a estos estudiar separadamente
distintas subpoblaciones celulares.
Ha surgido por tanto una nueva subespecialidad de la
patología: la Patología Cuantitativa, que incorpora la
Citometría de Flujo junto con otras técnicas relacionadas con
el análisis de imagen. En Patología Cuantitativa pueden ser
cuantificados parámetros celulares tales como tamaño, volumen,
contorno nuclear, contenido de ADN, contenido de ARN, actividad
enzimática, número y tipo de receptores de superficie o
contenidos celulares internos. La información ofrecida por la
Patología Cuantitativa permite a menudo una confirmación
objetiva de un diagnóstico morfológico, así como en muchos
casos un significado diagnóstico y pronóstico independiente. El
reto actual es determinar el medio más apropiado y con mejor
relación coste/eficacia para utilizar estos avances
tecnológicos en el cuidado de los pacientes.
Pero, ¿en qué consiste la Citometría de Flujo? La
Citometría de flujo es una metodología analítica que permite
la medida simultánea de varios parámetros de una misma
partícula. Las partículas han de estar en suspensión, y son
analizadas una a una, en el seno de un flujo, a una velocidad
media de 500 a 4000 por segundo. Este flujo de partículas
intercepta en su recorrido un rayo de luz muy focalizado. El
impacto del rayo con una partícula genera señales ópticas que,
una vez recogidas por medio de detectores, son convertidas en
señales o eventos electrónicos. Estos son a su vez
digitalizados y computarizados en milisegundos. Todo ello va a
permitir: