Al ya clásico análisis citológico del LCR, útil en patología tumoral, sistémica e infecciosa, se añade al campo de la Neurocitopatología, el análisis de muestras procedentes de tejido cerebral, obtenido en el curso de una biopsia esteroatáxica (1,2,3,4), en material procedente de PAAF de masas orbitarias (5,6), o bien de muestras tisulares remitidas para examen intraoperatorio (7,8,9). La técnica del frotis citológico de una muestra tumoral como adyuvante en el momento del diagnóstico peroperatorio, ha sido utilizada desde hace ya 60 años en algunos medios hospitalarios del Reino Unido (10), y va cobrando paulatinamente interés. Sin embargo, la complejidad morfológica del tejido cerebral normal y la enorme diversidad de los procesos histopatológicos que le afectan, aun los del mismo rango histogenético, representan un importante desafío en el momento de enfrentarse al estudio de estos procesos sin el soporte del patrón histológico.
A pesar de ello, esta técnica va progresivamente implantándose (11,12) por diversas razones: La primera de ellas es, a mi entender, la continua mejora en el diagnóstico citológico en otros terrenos, comenzando por la ya imparable instauración del rastreo citológico como método de prevención del cáncer cervical uterino. La segunda sería el indudable éxito de la Punción Aspiración con Aguja Fina como procedimiento diagnóstico, que ha supuesto un mayor conocimiento de los cambios citológicos en multitud de procesos, al margen de las limitaciones del procedimiento. En tercer lugar, la muestra citológica conlleva un procesamiento más rápido y menos costoso que el método histológico, ya sea por congelación o mediante inclusión en parafina, razones que hacen deseable su instauración como método.
La disponibilidad de nuevas opciones terapéuticas en Neuropatología, el mejor conocimiento de la historia natural de los procesos tumorales y la mayor precocidad en el diagnóstico, implican un incremento en la necesidad de la precisión histológica. La progresiva mejora en técnicas de neuroimagen y de las técnicas neuroquirúrgicas de estereotaxia, con el consiguiente descubrimiento de lesiones de pequeño tamaño, crecimiento lento y clínica silente, proveen de ínfimos fragmentos tisulares procedentes de lesiones en situación profunda o en áreas funcionales de la corteza, con un alto grado de precisión en la localización y con un mínimo riesgo quirúrgico. Estas muestras requieren un exquisito cuidado en su manejo, pueden ser muy alteradas por la manipulación por congelación; y dado su escaso tamaño, pueden producirse posteriores problemas a la hora de tipificar adecuadamente el proceso en estudio. Efectuar una impronta citológica del tejido, reporta un material libre de artefactos y en óptimas condiciones para su examen morfológico, a la vez que preserva el resto del material para inclusión en parafina y estudios adicionales.
El manejo terapéutico de estos tumores dependerá, además de la localización, y tamaño, de la definición precisa de su tipo histológico.
Por otra parte, la técnica del frotis citológico de una muestra remitida para examen intraoperatorio, con objeto de obtener un diagnóstico rápido y fiable, actualmente ampliamente aplicado en otros territorios de la economía debido a que la preparación citológica retiene mejor el detalle celular que la muestra procesada por congelación, ofreciendo a ésta un inestimable complemento a la hora de su interpretación.
El objetivo de esta ponencia es referir en forma breve y concisa aquellos aspectos técnicos que permitan una familiarización progresiva con el análisis citológico de las muestras tumorales del SNC, recogidos de la literatura y de la experiencia propia de más de 10 años.
En primer lugar, se describe el método y tinciones empleados en el procesamiento.
Posteriormente, se describen de forma somera, los aspectos morfológicos y de correlación citohistológica de los elementos neuronales y gliales normales como base para el conocimiento de sus alteraciones.
En tercer lugar, y basados en la experiencia del Hospital de León donde la técnica citológica se utiliza como adyuvante en el diagnóstico por congelación en Neuropatología desde hace 10 años, y se realizan biopsias estereotáxicas de lesiones cerebrales de forma habitual, desde hace 8 años. La descripción morfológica se sustenta, además, en la revisión de la literatura en que se describen los cambios citológicos en la patología tumoral más frecuente y en aquellos casos de observación ocasional.