ISSN: 1697-090X
Indice del volumen
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ESTRATEGIAS DE BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN EN INTERNET.Ramón Díaz-Alersi y Eduardo Palencia Herrejón.Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Puerto Real (Cádiz) y del
rda @ uninet.edu
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Algunos de estos criterios son ya algo especializados y, desde luego, nada fáciles de aplicar sobre la marcha cuando se hace una búsqueda. Esto puede solventarse gracias a otros instrumentos como son las diversas herramientas de valoración para sitios web. Estas herramientas pueden clasificarse así5:
1) Códigos de conducta
2) Códigos de conducta autoaplicados o etiquetas de calidad
3) Sistemas de guía para el usuario
4) Herramientas de filtrado
5) Etiquetas de calidad y acreditación garantizadas por terceras partes
Describiremos someramente cada uno de ellos antes de detenernos en los más sencillos de usar.
Son un conjunto de criterios de calidad en forma de lista de recomendaciones para el desarrollo y contenido de sitios web. Son herramientas de autovaloración que desarrollan algunas organizaciones, pero que solo garantizan el cumplimiento cuando son adoptados por asociaciones científicas con potestad para hacerlo cumplir a sus miembros. Un ejemplo es "eEurope Draft Good Practice Guidelines for the Health Internet" desarrollado en la Unión Europea.
Se manifiestan como etiquetas de calidad (logos o símbolos) que son colocados bien visibles en algún lugar de la página web. Representan un compromiso con un proveedor para poner en práctica un código de conducta. El sitio puede ser comprobado periódicamente por el proveedor de la etiqueta y los usuarios pueden comunicar cualquier uso incorrecto que observen. El más conocido actualmente es el Código Hon (Health On the Net Foundation). En España, existe uno mantenido por el Colegio de Médicos de Barcelona.
Son sistema de ayuda para comprobar que el sitio web y sus contenidos cumplen ciertas normas mediante el acceso a una serie de preguntas desde un logo. Los cuestionarios pueden ser específicos, generales o dirigidos a una determinada categoría de usuarios. Como ejemplo podemos poner a "QUICK" que, aunque está dirigido a niños, cumple perfectamente su objetivo para valorar una web y es especialmente didáctico cuando se usa por primera vez.
Son filtros aplicados manual o automáticamente para aceptar o rechazar sitios enteros mediante en unos criterios preseleccionados. Estas herramientas están basadas en el concepto de "puerta de entrada" ("gateway") para organizar el acceso a Internet, es decir, las fuentes son seleccionadas por su calidad y trascendencia para una audiencia particular. Las fuentes se revisan y clasifican y su descripción se guarda en una base de datos. Estas herramientas mejoran la precisión de la búsqueda en Internet para un determinado grupo de usuarios. Como ejemplo tenemos a OMNI, específica para médicos, estudiantes e investigadores.
Los filtros prediseñados tienen un coste más alto, ya que su creación y la revisión de los sitios exigen el mantenimiento de un equipo de expertos. No obstante, proporcionan un atajo importante para la búsqueda mediante el uso de motores no específicos.
Se manifiestan como logos otorgados por terceras partes, generalmente tras el pago de unos honorarios, que garantizan al usuario que la información de ese sitio reúne los estándares actuales de calidad para el contenido y la forma. Es el método más avanzado de acreditación de la calidad, la cual es el resultado de una investigación por parte de la organización que certifica.
Hagamos ahora una revisión práctica del uso de estas herramientas. Entre esos miles de sitios que se encuentran con la cadena "severe acute respiratory syndrome" en Google hay uno en castellano que nos debería ser conocido y que nos servirá para que la crítica sea al mismo tiempo una autocrítica: REMI
Inspeccionando la página vemos que, efectivamente trata sobre el síndrome respiratorio agudo grave o neumonía por coronavirus. Por tanto es un sitio web que podría ser de utilidad si cumple con los criterios de calidad. Comencemos por las normas de Silberg:
1) Todo sitio web debe proporcionar información sobre los autores, su afiliación y sus credenciales. En esta página no hay información sobre los autores, aunque constan los nombres, pero sí un enlace que dice "organigrama". Vayamos a él. Aquí consta el nombre y el lugar de trabajo del Director, del Comité de Redacción y del Comité Editorial. Hay también unos enlaces que nos llevan a otras páginas de los mismos autores mediante una búsqueda en Google.
2) Las referencias y las fuentes de todo el contenido deben estar listados claramente, así como la información de los copyrights. Hay una sección ("Revisión: Síndrome respiratorio agudo grave") al final de la cual está la bibliografía. Siguiendo esos enlaces puede comprobarse la veracidad de la información.
3) La propiedad de la Web debe constar de manera prominente y clara, así como los patrocinio y los anuncios. También deben constar claramente los apoyos comerciales y los posibles conflictos de intereses. Esto incluye a los enlaces a páginas externas puestos como contraprestación a una financiación: En la cabecera de la página, además del logo de la revista hay otro logo que dice Uninet. Dicho logo lleva a una dirección, desde la cual se puede acceder a la revista, lo que nos indica que está albergada en Uninet. Los objetivos de esta organización están descritos en su sitio web. Queda por aclarar la relación entre Uninet y REMI y hay que buscarlo. En la página principal de REMI no hay ninguna aclaración, pero en la del organigrama vemos que hay una relación de "alojo", no de dependencia económica o de otro tipo. Tampoco se especifica un individuo u organización propietaria. Esto puede deberse tanto a que no se haya declarado como a que no exista ninguna organización de la que dependa la revista. Hay en el lateral izquierdo una serie de logos que nos pueden aclarar esta cuestión. Uno de ellos dice "auspiciada por la SEMICYUC", una organización científica; podemos pensar que los contenidos de la revistas están avalados por esta sociedad ¿o no? Vemos también un logo de una empresa farmacéutica bajo una declaración de que dicha empresa presta colaboración y soporte. No constan conflictos de intereses, pero tampoco hay declaración de que no los haya.
4) Las páginas deben indicar claramente las fechas en las que los contenidos fueron publicados o puestos al día: observamos que esto se cumple en cada página de la revista.
Pasemos ahora algunas herramientas de valoración. La revista muestra el logo de HON. Siguiendo el enlace vemos que es cierto que ha sido revisada por esta organización y que la última revisión fue el uno de septiembre de 2002. Hay también otro logo con el lema "Web médica acreditada", siguiendo este otro enlace vamos a una página perteneciente al sitio web del Colegio de Médicos de Barcelona, con un número de registro y una fecha de alta, pero no hay fecha de revisiones. Hay también tres enlaces, uno que nos dirige a una página donde se detalla el código de conducta al que la revista se adhiere, otro a un índice de páginas adheridas al mismo código (que nos da una idea de su implantación) y un tercero mediante el cual podemos expresar las protestas por incumplimiento del código.
Probemos ahora un sistema de guía al usuario, el QUICK, por ejemplo. Esta guía se basa en la respuesta a ocho preguntas:
1) ¿Está claro quién ha escrito la información?
2) ¿Están claros los objetivos del sitio?
3) ¿Alcanza el sitio sus objetivos?
4) ¿Es el sitio útil para mí?
5) ¿Se puede comprobar la información?
6) ¿Cuándo se colocó o actualizó la información?
7) ¿Está la información sesgada de alguna manera?
8) ¿Proporciona el sitio opciones a la información?
Vemos que para algunas preguntas, como la 1ª, la 5ª, la 6ª y la 8ª, ya tenemos respuesta con las investigaciones que hemos realizado hasta ahora. Buscando un poco más, comprobamos que en la página del organigrama obtenemos una respuesta a la segunda pregunta: "De este modo, la mayoría de los artículos importantes se encuentran resumidos y comentados brevemente en REMI, para no hacerte perder tiempo en buscar y hojear montones de páginas". Las preguntas 3ª y 4ª tienen una respuesta subjetiva y que cada uno debe responderse individualmente. Nos queda la 7ª. Esta pregunta es de difícil respuesta en la mayoría de los casos y éste es uno de ellos. Al ser una revista secundaria que publica resúmenes de otras revistas ya se introduce un importante factor de sesgo, la elección de las revistas por la dirección de REMI. En este aspecto hay un sesgo evidente buscado a propósito, se da preferencia a las publicaciones que tienen información preferente sobre el paciente crítico; pero no obstante algunas quedan fuera ¿introduce esto un sesgo importante? El otro factor posiblemente causante de un sesgo es que cada autor elige los artículos que comenta de cada revista. Pero lo importante es, no que la información esté sesgada, sino conocer que lo está y porqué lo está. Si se conoce eso, tenemos los suficientes datos para valorar si la información que nos proporciona nos es útil o no.
Para acabar con esta revisión de las herramientas, podemos abandonar a "Google" y utilizar un filtro prediseñado como "OMNI". Con nuestra frase inicial de "acute severe respiratory síndrome" obtenemos ocho resultados, cada uno de los cuales es una puerta de entrada a información supuestamente fiable sobre ese síndrome, pero ¿nos hemos perdido algo importante?
Internet hay abundante información sobre cualquier cosa, demasiada información. Mucha de ella es errónea, desfasada o simplemente falsa, y distinguir la correcta y actual puede llegar a ser muy difícil. Hay sitios que se acreditan o se anuncian como portadores de información fiable y en muchos de ellos se podría confiar porque se puede comprobar que otros ya han comprobado la información, pero esto no es siempre así. De hecho, hay artículos que nos ponen en guardia sobre la existencia de sitios web que, cumpliendo los requisitos que hemos revisado, no contienen información fiable 6.
Finalmente, aunque existen muchos instrumentos desarrollados para que los usuarios valoren la información que encuentran en Internet, ninguno de ellos provee de datos sobre su fiabilidad interobservador o sobre la validez de sus medidas 7.
1.-Wilson P. How to find the good and avoid the bad or ugly: a short guide to tools for rating quality of health information on the internet. BMJ. 2002 Mar 9;324(7337):598-602.
2.-Silberg WM, Lundberg GD, Musacchio RA. Assessing, controlling and assuring the quality of medical information on the internet. JAMA 1997;277:1244-5.
3.-Impicciatore P, Pandolfini C, Casella N, Bonati M. Reliability of health information for the public on the world wide web: systematic survey of advice on managing fever in children at home. BMJ 1997;314:1875-9.
4.-Wyatt JC. Commentary: measuring quality and impact of the World Wide Web.BMJ. 1997 Jun 28;314(7098):1879-81.
5.-Wilson P. How to find the good and avoid the bad or ugly: a short guide to tools for rating quality of health information on the internet. BMJ. 2002 Mar 9;324(7337):598-602.
6.-Kunst H, Groot D, Latthe PM, Latthe M, Khan KS. Accuracy of information on apparently credible websites: survey of five common health topics. BMJ. 2002 Mar 9;324(7337):581-2.
7.-Alejandro R. Jadad, MD, DPhil; Anna Gagliardi: Rating Health Information on the Internet. JAMA. 1998;279:611-614
La búsqueda de información médica en la red es muy amplia. Además, el número de sitios dedicados a temas médicos es muy grande no siendo todos ellos de la calidad ni la utilidad necesaria. En este sentido, el trabajo de los autores recopila las propuestas de varios autores que deben considerarse a la hora de evaluar la fiabilidad de un sitio web.
Tratándose de un artículo orientado a difundir estos aspectos tan necesarios en la navegación para personas posiblemente no expertas, se agradecería la utilización de ejemplos (no solo al final, sino insertados entre el texto para mostrar las diferentes características reseñadas).
El artículo comienza mostrando y analizando los criterios de Silberg, hablando de una demostración de su insuficiencia: sería bueno poder encontrar en el artículo algún comentario más sobre la misma, para no tener que ir a la fuente a comprobarlos.
Se agradecería la inclusión de una mayor extensión en los comentarios (en la línea de las listas anterior y posterior) sobre la tabla 'Aspectos de un sitio web que deben ser considerados ....'
Por lo demás es un artículo correcto y bien escrito, que puede ser de utilidad a muchas personas que no hayan dedicado tiempo a reflexionar sobre estos aspectos.
Cuando realizaba la Tesis Doctoral, allá por la década de los 70, la búsqueda de datos en la bibliografía requería altas dosis paciencia, perpicacia, curiosidad, perseverancia, intuición y trabajo, trabajo, trabajo.... cualidades y peculiaridades que realmente forjaban un carácter. Recuerdo haber consumido varias horas semanales en mantener actualizadas las fichas de bibliografía, revisando semanalmente el Current Contents, con la relación de las novedades publicadas. Los ordenadores eran sueños, y las bases de datos se hacían en tarjetas de cartulina.
Todo esto ha cambiado, y es posible que la información no haya mejorado. ¿Por qué?. Pues... porque una manera de no informar es desinformar o saturar de información. Lo que hace décadas era árduo encontrar, hoy día es tan sencillo como teclearlo en un buscador de Internet. El problema ahora ha cambiado. Ahora lo difícil es encontrar la información veraz, útil y pertinente, y sobretodo, limitar la información recibida en la cuantía necesaria y suficiente.
Por ello, artículos como el que escriben aquí los editores de la Revista Electrónica de Medicina Intensiva, y aun la propia revista, son una luz orientadora en nuestra necesidad de formación médica continuada y permamente actualización, que nuestra profesión y nuestra ajetreada vida profesional, social y personal exige.