Escalas de gravedad y predicción de
mortalidad
Artículo
original: Suistomaa
M, Niskanen M, Kari A, Hynynen M, Takala J. Customised prediction models
based on APACHE II and SAPS II scores in patients with prolonged length of
stay in the ICU. Intensive Care Med 2002; 28: 479-485.
Introducción:
La predicción de fallecimiento precoz tras el ingreso en UCI en pacientes
con niveles de APACHE II o SAPS elevados es muy precisa, pero poco
relevante. Sin embargo, el verdadero interés de estas escalas predictivas
estaría en su aplicación a pacientes que van a consumir un mayor número
de recursos y permanecerán más tiempo ingresados en Intensivos. En esta
situación, la exactitud de las escalas ha sido insuficientemente
estudiada. Por otro lado, las escalas de gravedad deberían ser ajustadas
según la población a la que se va a aplicar, pero tampoco se conoce si
la calibración de modelos establecidos a las circunstancias locales,
mejora la clasificación de los pacientes con estancia más prolongada.
Resumen:
En este estudio realizado en 13 UCIs finlandesas, recogiendo datos de
todos los pacientes entre 1994 y 1999, se calibraron el APACHE II y SAPS
II en 12.064 enfermos, según la
mortalidad esperada (con los parámetros descritos por Knaus y Le Gall) y
real, y ese modelo se validó
en otros 11.889, buscando la capacidad para discriminar entre
supervivientes y no supervivientes. Aunque la capacidad predictiva fue
excelente para pacientes con estancia en UCI hasta dos días (área bajo
la curva ROC 0,86 y 0,85 para APACHE y SAPS), no lo fue para pacientes con
estancia superior a una semana (área bajo la curva ROC 0,65 y 0,62
respectivamente). Tanto en la base de datos de calibración, como en la de
validación, para pacientes ingresados más de 7 días (1.312 pacientes)
se observó una tendencia a subestimar la mortalidad en niveles de
gravedad bajos, y sobrestimarla en niveles de gravedad altos.
Comentario:
Las escalas de gravedad se crearon inicialmente para comparar la calidad
de cuidados aplicados a poblaciones similares en distintas UCIs, o, en
distintas situaciones, y por tanto, comparar la utilización de recursos
necesarios. Posteriormente se han utilizado, junto a otros modelos, para
predecir la mortalidad. Este estudio confirma que no es posible tomar decisiones
individuales en base a dichas escalas; parece claro que hay otros factores
que influyen en el pronóstico, entre los que se podrían incluir retrasos
en el tratamiento, complicaciones, infecciones nosocomiales, disfunciones
orgánicas emergentes, respuesta al tratamiento, o predisposición
genética. El cálculo de estos parámetros en días sucesivos, o de otras
escalas que reflejan la aparición secuencial de fallos orgánicos (SOFA),
parece mejorar la capacidad predictiva, a costa de aumentar el trabajo en
su registro y acercarse más al desenlace. Probablemente, no deba
esperarse de las escalas de gravedad más que aquéllo para lo que fueron
descritas.
Pedro
Olaechea Astigarraga
©REMI,
http://remi.uninet.edu. Junio 2002.
Enlaces:
Palabras clave: APACHE,
SAPS, Pronóstico.
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