Aumento
de las infecciones tras la transfusión de sangre conservada en el
traumatismo grave
Artículo original:
Offner PJ, Moore EE, Biffl WL, Johnson JL, Silliman CC.: Increased
rate of infection associated with transfusion of old blood after severe
injury. Arch Surg 2002; 137: 711-717.
Introducción:
Es conocido que la transfusión de sangre tiene efectos
inmunomodulatorios. El mecanismo responsable no es bien conocido, pero se
sabe que varias sustancias bioactivas se acumulan durante el
almacenamiento de la sangre, especialmente, citocinas, histamina y lípidos
proinflamatorios. El significado clínico del tiempo de almacenamiento de
la sangre antes de su utilización no ha sido bien estudiado. Vamvakas y
Carven han comunicado una asociación entre el tiempo de almacenamiento y
el desarrollo de neumonía tras cirugía coronaria. Purdy y col. han
observado en pacientes sépticos en estado crítico, que aquellos que
fallecieron habían recibido tranfusiones de sangre más vieja que los que
sobrevivieron. Más recientemente, un grupo ha confirmado la asociación
entre transfusión de sangre vieja y el desarrollo de fallo multiorgánico.
Resumen: El propósito
de este estudio fue investigar la relación entre el tiempo de
almacenamiento de la sangre y la infección en el trauma grave. Se hipotetiza
que la administración precoz de sangre vieja incrementa el riesgo de
infecciones graves. Para demostrarlo utilizan una base de datos
prospectiva de pacientes traumatizados admitidos en una UCI traumatológica
que tenían grave riesgo de desarrollar FMO. Los criterios de inclusión
eran un ISS (Injury Severity Score) superior a 15, la edad mayor de 15 años
y una supervivencia superior a las 48 horas. El número de enfermos
incluidos fue de 61. Las infecciones fueron clasificadas en mayores o
menores. Se incluyeron entre las mayores: neumonía, empiema, absceso
pulmonar, abdominal o pélvico; infección profunda de la herida y
meningitis, entre otras. Se desarrollaron infecciones mayores en 32
pacientes (52%). La edad y el ISS no fueron significativamente diferentes
entre los pacientes que desarrollaron infecciones y los que no. Los
pacientes infectados recibieron 11,7 ± 1,0 y 9,9 ± 1,0 U. de hematíes
de más de 14 y 21 días respectivamente, comparados con las 8,7 ± 0,8 y
6,7 ± 0,08 de los pacientes que no se infectaron (ambos p < 0,05). El
análisis multivariante confirmó que la edad de la sangre era un factor
independiente de riesgo para la infección.
Comentario:
La sangre no es un producto inocuo. Las recomendaciones para transfundir,
en relación por ejemplo, con los niveles de hemoglobina, tienden a
hacerse más restrictivas con el tiempo. Por otro lado, cada vez hay una
mayor escasez de sangre disponible en nuestros hospitales, al mismo tiempo
que aumenta la capacidad de los servicios de Hemoterapia para consevarla más
tiempo. Todo ello puede hacer que la sangre que administramos sea cada vez
más vieja. Parece pues importante que este tipo de estudios se generalice
a otras patologías y que abarquen un mayor número de pacientes.
Ramón
Díaz Alersi
©REMI, http://remi.uninet.edu.
Junio 2002.
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Palabras clave:
Transfusión sanguínea, Infecciones, Traumatismo grave,
Tratamiento.
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