El congreso nacional de la SEMICYUC se aproxima. En esta ocasión, como en tantas otras, muchos médicos y enfermeros presentarán sus trabajos de investigación en un formato de póster.

• Si nos sentimos faltos de fuerzas o de tiempo, probablemente merezca la pena buscar ayuda técnica en una imprenta especializada. Bastará con que entreguemos allí el texto, las imágenes elegidas para ilustrarlo y una idea de la composición que deseamos. Algunos laboratorios farmacéuticos ofertan también este tipo de servicios.

• Si por el contrario estamos sobrados de energía creativa, podemos optar por varios modelos de elaboración de un póster. En este artículo revisaremos algunos aspectos importantes a tener en cuenta, en opinión de los autores.

¿Cuál sería quizás la mejor elección de programas para realizar un póster?

El programa óptimo debe permitir trabajar eficazmente con texto y gráficos. Macromedia Freehand MX, o Quark-XPress, cumplen estos requisitos. Freehand es un programa vectorial, lo que le hace ideal para ampliar texto sin gran aumento del tamaño del archivo electrónico. Si en cambio intentamos ampliar mucho imágenes sin demasiada resolución, aparecerán como un antiestético puzzle de cuadraditos; se dice entonces que las imágenes se han “pixelado”.

Podemos obtener efectos espectaculares de las fotografías que insertemos en el documento de Macromedia Freehand (sombras, relieves, difuminados, fundidos...), tratándolas previamente con Adobe Photoshop.

Pero ¿qué programas se suelen usar en la práctica?

Según una pequeña encuesta los médicos y enfermeros usamos programas muy poco adecuados para la realización de pósteres, en opinión de los profesionales de la imprenta.

1. Powerpoint, que en realidad está creado para elaborar presentaciones para proyección. Hasta el 95% de los pósteres que llegan a una imprenta destinados a un congreso científico se han realizado con este programa. Si asumimos que solo deberían usarlo los “muy muy novatos” en el diseño y si mantenemos algunas precauciones, podremos obtener resultados dignos.

• El diseño se debe crear ya al tamaño con el que vamos a imprimir (archivo-configurar página-tamaño de diapositivas-personalizado).

• Powerpoint genera un perfil blanco a la hora de imprimir y no llega hasta el borde del papel. Para que no queden los textos sin margen en el resultado final, deberemos trabajar sobre la pantalla del ordenador de manera que quede un margen mayor de lo deseado en el resultado final.

• La calidad del póster mejora si entregamos en la imprenta el archivo con extensión ppt. Eso obliga a la imprenta a tener instalado powerpoint en sus ordenadores, para imprimir directamente desde dicho programa.

• Los degradados suelen imprimirse mal y a veces generan imágenes finales que no hemos buscado (tipo rayo o zigzag). Es preferible emplear fondos lisos.

• Los fondos que incluye el programa ya prediseñados pierden nitidez al imprimirse en un cartel, pues no fueron pensados con este fin.

2. Word. No tiene ningún sentido, pero se sigue entregando en las imprentas un pequeño porcentaje de archivos de word con los que solo se consigue elaborar pósteres de, evidentemente, mala calidad.

3. Photoshop. Un profesional nunca haría un cartel en este programa, pero sí trataría así las imágenes con los efectos más espectaculares, y las archivaría en formato TIFF. También los títulos y encabezados se pueden trabajar aquí y después exportar en ese mismo formato a un programa como Macromedia Freehand. Incluso se pueden llevar a Powerpoint. Para los que a pesar de todo quieran realizar todo el póster con este programa, van unas cuantas advertencias:

• El manejo del texto es limitado, y determinados ajustes los tendremos que realizar de forma manual.

• Los efectos y los archivos temporales generan mucha ocupación de la memoria, por lo que deberemos contar con ordenadores razonablemente potentes.

• La composición se realizará colocando cada elemento en una capa. Si el póster dispone de muchos elementos, resultará fácil enredarse en el manejo de decenas de capas.

En la parte 2 responderemos a las siguientes preguntas:

¿Cuáles son los errores más frecuentes en el diseño?
¿Por qué debemos optar por la impresión digital?
¿Cómo entregamos nuestro trabajo en la imprenta?
¿Cuánto nos pueden cobrar por imprimir un póster?

Nieves de Lucas García, Luis Bueno Domínguez
©REMI, http://remi.uninet.edu. Abril 2004.