| 
      1. ¿Qué es la gripe aviar? La gripe aviar o gripe de las aves es una enfermedad 
      infecciosa originada por el virus influenza tipo A. Esta enfermedad, bien 
      conocida desde hace años en el ámbito de la sanidad animal, fue 
      identificada por primera vez en la Lombardía italiana en 1878, pudiéndose 
      aislar el virus en 1955. Se considera que todas las aves son vulnerables a 
      la gripe aviar, pero algunas especies son más resistentes a la infección 
      que otras. La infección causa un amplio espectro de síntomas en las aves, 
      desde una variante leve que a veces se manifiesta como plumas erizadas o 
      disminución en la producción de huevos, hasta un cuadro muy contagioso y 
      mortífero que ocasiona graves epidemias, caracterizado por su rápida 
      aparición, la gravedad de los síntomas y evolución fulminante. El virus de la gripe aviar pertenece a la familia 
      Orthomixoviridae, género influenza tipo A. Estos virus están divididos en 
      subtipos sobre la base de sus proteínas de membrana hemaglutinina (H) y 
      neuroaminidasa (N). Hasta la fecha se reconocen 15 subtipos de 
      hemaglutininas (H1-H15) y 9 subtipos de neuraminidasas (N1-N9). Los brotes 
      más graves han sido causados por las cepas H5 y H7. Es un virus altamente contagioso entre las aves, y su 
      transmisión entre pollos u otras especies puede producirse por contacto 
      directo con material infectado, de granja  a granja, o por vía mecánica 
      (equipos contaminados, vehículos, alimentos, jaulas o ropa). Los virus 
      transportados por el aire pueden también causar infección al ser inhalados 
      por las aves. Puede vivir largos períodos de tiempo en el ambiente, 
      especialmente a bajas temperaturas, ya que se destruye a temperaturas 
      superiores a los 60º. Cada vez cobra más importancia el papel que juegan 
      determinados vectores como las moscas u otros insectos. La enfermedad 
      puede extenderse de un país a otro a través del comercio internacional de 
      aves de corral vivas. Las aves migratorias pueden transportar el virus a 
      grandes distancias y en el pasado han sido implicadas en la expansión 
      internacional de la gripe aviar altamente patogénica. Se dice que un 
      simple gramo de estiércol contaminado contiene suficientes virus para 
      infectar a un millón de aves, lo que da idea de alta transmisibilidad de 
      esta enfermedad. Hay numerosos antecedentes, así por ejemplo, durante 
      1983 y 1984 se produjo una epizootia en EEUU, originada por el subtipo 
      H5N2, que aunque inicialmente causó una baja mortalidad, en los siguientes 
      6 meses dio lugar a una mortalidad del 90%, obligando, para parar el 
      brote, al sacrificio de más de 17 millones de aves con un gasto de 65 
      millones de dólares. 
      2. ¿Se ha notificado alguna vez la gripe aviar en humanos? Se ha confirmado la afectación 
      humana de la gripe aviar desde 1997: 1997: En Hong Kong, la 
      cepa H5N1 afectó tanto a pollos como a humanos. Fue la primera vez que se 
      documentó la transmisión directa de aves a humanos. Durante este brote 
      fueron hospitalizadas 18 personas y 6 fallecieron. En un intento de 
      controlar el brote, sacrificaron cerca de 1,5 millones de pollos. La 
      investigación sanitaria concluyó que el contacto estrecho con las aves 
      había sido la causa de la infección en humanos, sin mutaciones ni cambios 
      genéticos. Se produjo una limitada y posiblemente dudosa transmisión al 
      personal sanitario, sin síntomas de importancia. 1999: Nuevamente en Hong 
      Kong se confirmaron 2 casos de gripe aviar en niños, por la cepa H9N2; 
      ambos se recuperaron sin que se confirmaran otros casos. La posterior 
      investigación sugirió que las aves de corral habían sido la fuente de 
      infección, aunque se dejó abierta la posibilidad de transmisión de persona 
      a persona. 2003: Dos casos de gripe 
      aviar por la cepa H5N1 ocurrieron entre los miembros de una familia de 
      Hong Kong que había viajado a China. Uno de ellos se recuperó y el otro 
      falleció. No pudo determinarse el foco de infección, ni la causa de la 
      muerte poco tiempo después de otro miembro de la familia por una 
      insuficiencia respiratoria aguda, ya que no pudieron tomarse muestras. No sólo hubo casos en países y 
      civilizaciones un tanto alejadas de nuestro entorno, sino que en plena 
      Europa, en Holanda en esas mismas fechas se confirmó un brote por la cepa 
      H7N7 que infectó a 84 personas que trabajaban con aves de corral. Uno de 
      ellos murió (era veterinario). Como en otras ocasiones se constató la 
      posibilidad de transmisión entre humanos. 
      3. ¿Cuándo se originó la actual crisis? Desde mediados de Diciembre del 2003 ha aumentado el 
      número de países asiáticos que han informado de brotes epidémicos de gripe 
      aviar con la cepa H5N1 altamente patogénica en pollos y patos. También se 
      ha informado de brotes en muchas especies de aves salvajes y cerdos. Otras 
      áreas han notificado brotes de gripe aviar, pero sin embargo las pruebas 
      diagnósticas han confirmado que no se trata de la cepa H5N1. En concreto 
      en Taiwán y China el virus detectado ha sido el H5N2. Estos brotes no tienen precedente histórico ni en su 
      magnitud ni en su amplia distribución geográfica, ni en sus consecuencias 
      económicas, devastadoras para los países asiáticos. Más de la mitad de los 
      países afectados era la primera vez que sufrían casos de gripe aviar. En 
      los esfuerzos por controlar estos brotes se han sacrificado más de 100 
      millones de aves. En las últimas semanas se han detectado casos de aves 
      infectadas en las puertas de la Unión Europea, y además en los últimos 
      días se ha notificado la infección en aves de corral y otras aves en 
      países como Suecia, Reino Unido y Canadá, en todos los casos por la cepa 
      H5N1. Los dos últimos casos registrados han fallecido en Tailandia, uno en 
      Bangkok y otro en la provincia norteña de Chiang Rai. Actualmente se han 
      detectado otros 7 pacientes sospechosos de estar infectados por virus 
      aviares, por lo que permanecen en cuarentena. 
      4. ¿Por qué la cepa H5N1 es más preocupante? Son varios los motivos: 
        
        La cepa H5N1 
        es una cepa que muta rápidamente y con gran facilidad.
        Tendencia 
        demostrada a adquirir genes de virus que infectan a otras especies 
        animales
        Su capacidad 
        para causar enfermedad grave en el hombre ha quedado ya constatada en 
        varias ocasiones.
        Los estudios 
        de laboratorio realizados han demostrado que los aislados de este virus 
        tienen una alta patogenicidad y pueden tener serios efectos en el 
        hombre.
        Las aves que 
        sobreviven a la infección excretan el virus al menos 10 días, oralmente 
        y por las heces, facilitando una posterior propagación entre las aves de 
        corral y aves migratorias. Los casos registrados en humanos están recogidos en la tabla 1, 
      actualizada a fecha del día 1 de Noviembre/2005: Tabla 1: casos humanos de infección por gripe aviar (1/11/2005) 
  
    
      | Tabla I: Casos humanos de infección por gripe aviar 
        (1 de noviembre de 2005) |  
      |  |  
      | Indonesia | Vietnam | Thailandia | Camboya | Total |  
      | Nº casos (nº 
      fallecidos) |  
      | 5 (3) | 91 (41) | 19 (14) | 4 (4) | 119 (62) |  
      |  |  
      5. ¿Cómo se puede contagiar a los humanos? El virus de la gripe aviar no se transmite de persona a 
      persona. Según informa la OMS, hasta el momento no se ha podido demostrar 
      con una base científica y rigurosa que el virus haya tenido una 
      transmisión entre humanos. Tampoco se ha notificado con suficiente 
      credibilidad que profesionales de la salud se hayan infectado al tratar a 
      pacientes afectados por este virus. De momento, sólo se transmite de ave a humano y en 
      casos excepcionales. La única vía de contagio confirmada es ésta, y suele 
      tener lugar por vía respiratoria. Por tanto, es necesario un contacto 
      directo, reiterado y próximo con las aves o sus excrementos. En todos los 
      brotes que han ocurrido a lo largo de la historia, incluido el que nos 
      ocupa, todos los casos han sido en personas expuestas de una forma 
      estrecha y continuada a aves, ya fuera en granjas o en mercados de 
      animales vivos. Según la OMS, no hay evidencia alguna de que el 
      contagio de las aves al ser humano se realice por vía alimentaria. Además, 
      el virus no sobrevive a altas temperaturas (bastan 4 horas a 56º, o con 3 
      minutos a 60º, para su destrucción), con lo que con adecuados procesos de 
      cocción se destruye. Lo que sí se ha confirmado es que las epidemias 
      extensas de gripe aviar en los pájaros aumentan las oportunidades para la 
      exposición humana. Además, la circulación simultánea en el ambiente de 
      virus humanos de la gripe estacional con virus de la gripe aviar 
      incrementa el riesgo de mutaciones del virus aviar, por lo que siempre es 
      aconsejable la vacunación frente a la gripe común en las personas que 
      están en contacto con aves sospechosas de estar infectadas o cuya 
      infección es conocida. 
      6. ¿Cuáles son los síntomas en humanos? La OMS ha publicado un primer informe en el que se 
      detallaban las características clínicas y epidemiológicas de los primeros 
      10 casos humanos de H5N1 en el brote de Vietnam, el cual puede ser 
      consultado a través de la web. También otras publicaciones científicas 
      como “Weekly Epidemiological Record” o “The New England Journal of 
      Medicine” tratan los casos de infecciones en humanos, recopilando el 
      espectro clínico y la evolución de los pacientes. Por estas descripciones, se sabe que las 
      principales características clínicas son muy similares a las de la gripe 
      común, con fiebre elevada (generalmente mayor de 38º), tos y dolor de 
      garganta, mialgias y dolores osteomusculares, cansancio y malestar 
      general, infecciones oculares e infecciones respiratorias. Ésta última 
      afección es la más frecuente y la de mayor entidad, ya que suelen 
      desarrollar una neumonía vírica “aguda”, de curso fulminante y evolución 
      fatal. En las pruebas complementarias realizadas 
      suele apreciarse una marcada linfopenia, elevación de las enzimas 
      hepáticas y un infiltrado bilateral en las radiografías de tórax, 
      inespecífico y de rápida evolución. El virus aviar, además de reproducirse en 
      los sitios habituales de la gripe común, suele replicarse en otros 
      órganos, tales como el hígado, sistema nervioso central y tubo digestivo. 
      El tiempo que transcurre entre la exposición al virus y el comienzo de la 
      enfermedad es variable, con una mediana de 3 días y un rango entre 2 y 8 
      días. El curso clínico de la principal serie 
      recogida por la literatura queda reflejado en la tabla 2: 
  
    
      | Tabla II: Curso clínico de los casos humanos 
        infectados por virus aviares |  
      |  |  
      |  | Hong-Kong 1997
 (n = 18)
 | Thailandia 2004
 (n = 17)
 | Vietnam 2004
 (n = 10)
 | Ho-Chi-Minh 2005
 (n = 10)
 | Camboya 2005
 n = 4)
 |  
      |  |  
      | Fallo Respiratorio
 | 8 (44%) | 13 (76%) | 9 (90%) | 7 (70%) | 4 (100%) |  
      | Insuficiencia cardiaca
 | ? | 7 (41%) | ? | 0 | ? |  
      | Insuficiencia renal
 | 4 (22%) | 5 (29%) | 1 (10%) | 2 (20%) | ? |  
      | Días hasta la muerte*
 | 23 | 12 | 9 | 12 | 8 |  
      | Muertes 
      (%) | 6 (33%) | 12 (71%) | 8 (80%) | 8 (80%) | 4 (100%) |  
      |  |  |  |  |  |  |  
      | *Días desde el inicio de los síntomas hasta el 
      fallecimiento (mediana) |  Como puede apreciarse destaca la predisposición por 
      atacar el aparato respiratorio y la elevada mortalidad que ha presentado 
      en los casos de humanos infectados por virus aviares, de ahí la 
      importancia y la alarma social que se está desencadenando en nuestros 
      días. 
      7. ¿Podría provocar una pandemia entre humanos? Todos los virus de la gripe tipo A, 
      incluidos los estacionales, son genéticamente lábiles y se adaptan bien 
      para eludir las defensas del huésped. Su composición genética cambia 
      conforme se va replicando en el hombre y en los animales, y la cepa de 
      partida se ve reemplazada por una nueva variante antigénica, de ese modo 
      el virus evoluciona a un nuevo virus frente al cual la población no está 
      inmunizada. Eso explicaría la evolución de la infección por estos virus 
      durante períodos de tiempo, con brotes de pandemia periódicos, separados 
      por varios de endemias y epidemias, a medida que la población diana va 
      creando nuevos anticuerpos y se inmuniza. Ésta es también la causa de que 
      la composición de la vacuna antigripal cambie anualmente. Investigaciones recientes han demostrado que 
      virus de baja patogenicidad pueden, después de estar circulando incluso 
      durante períodos breves de tiempo en una población de aves de corral, 
      mutar y transformarse en virus hiperpatógenos. Así ha ocurrido en 
      numerosas ocasiones, por ejemplo en los años 1983 y 1984 en EEUU, la cepa 
      H5N2 causó inicialmente una muy baja mortalidad en las aves, pero al cabo 
      de 6 meses mutó y adquirió una gran virulencia, con tasas de mortalidad 
      cercanas al 90%. Para controlar el brote tuvieron que sacrificar 17 
      millones de aves. Algo parecido ocurrió en Italia a finales de la década 
      de los años 90, con la cepa H7N1 que tras presentar inicialmente una baja 
      patogenicidad, mutó después de 9 meses, ocasionando una elevadísima 
      mortalidad entre las aves. En esta ocasión murieron o fueron sacrificadas 
      más de 13 millones de aves. Las cepas gripales A, incluidos todos los 
      subtipos, pueden intercambiar o recombinar su material genético y 
      fusionarse, formando un nuevo subtipo distinto de los dos virus 
      originales. Como las poblaciones carecen de inmunidad frente al nuevo 
      subtipo, y como no hay ninguna vacuna que confiera protección contra él, 
      el cambio genético puede ocasionar pandemias altamente mortíferas. Así, 
      los virus de la gripe humana y aviar pueden intercambiar genes cuando una 
      persona está simultáneamente infectada con virus de ambas especies. Por 
      tanto, si la cepa H5N1 se combina con otra cepa gripal tipo A dentro de 
      un mismo portador puede crear una mutación capaz de reproducirse y 
      transmitirse entre humanos, con la mortalidad de la gripe aviar y la 
      facilidad de contagio de la gripe convencional. Este intercambio de 
      genes y recombinación genética podría  producirse con muchas más facilidad 
      en los cerdos, muy susceptibles a la infección por virus humanos y 
      aviares, y considerados potenciales “tubos de ensayo” (Figura 1). Hasta la fecha no hay ninguna confirmación 
      de transmisión de persona a persona, pero ese hecho marcaría el inicio de 
      una pandemia de gripe. 
 Figura 1: Proceso de recombinación genética 
      y formación de nuevos subtipos de virus 
      8. ¿Se ha dado este tipo de mutación alguna vez? 
       La respuesta es afirmativa. A juzgar por lo ocurrido a 
      lo largo de la historia, las pandemias de gripe tienden a producirse como 
      media unas tres o cuatro veces cada siglo, como resultado de la aparición 
      de un nuevo subtipo del virus que se transmite fácilmente de una persona a 
      otra. Desde 1580, se han registrado un total de 31 
      pandemias, algunas de ellas de considerable mortalidad y devastadoras para 
      la población. En el siglo XX, en los años 1918 y 1919, tuvo lugar una de 
      las más famosas pandemias de gripe, la llamada gripe española, no porque 
      fuera en nuestro país donde se originase y propagase al resto del mundo, 
      sino porque en aquella época no había censura en nuestro país y pudieron 
      notificarse todos los datos recogidos a diferencia de lo que ocurrió en 
      muchos otros países. Aquella pandemia supuso la muerte de entre 40 y 50 
      millones de personas en todo el mundo, menos de un millón españoles. A 
      esta pandemia siguieron las de 1957-1958 y 1968-1969, también con gran 
      mortalidad e innumerables pérdidas humanas y económicas. Los expertos 
      coinciden en que la aparición de otra pandemia de gripe es inevitable y 
      posiblemente inminente. 
      9. ¿Sirve de algo vacunarse frente a la gripe común? Tanto la OMS como la Unión Europea recomiendan vacunar 
      de la misma forma que se venía haciendo hasta ahora, es decir, a los 
      grupos de riesgo y por tanto más vulnerables, personal sanitario y mayores 
      de 65 años. No se recomienda vacunar a los niños como norma general, y en 
      todo caso se debería consultar con su pediatra según las pautas de la 
      Sociedad Española de Pediatría. En relación con el brote actual y el peligro 
      potencial de transmisión e infección en humanos, se recomienda la 
      vacunación a todo el personal que trabaje con aves infectadas por virus 
      aviares, sospechosas de estar infectadas o procedentes de los países 
      afectados. La vacuna de la gripe humana no protege 
      frente a la gripe aviar, pero si llegaran a coincidir ambas infecciones, 
      serviría de freno para una recombinación de ambos virus. Actualmente hay vacunas disponibles para 
      las cepas H5N1 pero son sólo válidas para las aves y no para los humanos. 
      Aunque hay varios ensayos en humanos con esa cepa de virus aviar, sólo se 
      podrá fabricar una vacuna específica cuando el virus animal haya mutado y 
      pueda contagiarse de persona a persona. Por tanto, las vacunas de las que 
      se dispone en la actualidad no protegen a las personas de la enfermedad 
      causada por la cepa H5N1 del virus. En estos últimos días se ha notificado el 
      desarrollo, por expertos en gripe del Reino Unido, Italia y Noruega, junto 
      con investigadores del Instituto francés Pasteur, de la primera vacuna que 
      podría servir para humanos, contra la cepa H7N1 de la gripe aviar, cepa 
      que se cree puede jugar un papel importante en la infección en humanos, 
      estando previsto que en la primavera del 2006 comiencen los ensayos 
      clínicos de la nueva vacuna denominada “RD-3”. 
      10. ¿Existe algún medicamento eficaz frente a la gripe aviar? Los fármacos antivíricos, algunos de los cuales pueden 
      usarse con intención de profilaxis o de tratamiento, son eficaces frente a 
      las cepas del virus gripal en adultos y niños, pero no están exentos de 
      inconvenientes. Además son de suministro limitado y de precio elevado. Disponemos de dos tipos de fármacos: 
        
        Los 
        inhibidores de la proteína integral M2, que son la amantadina y 
        rimantidina.
        Los 
        inhibidores de la neuraminidasa: oseltamivir y zanimivir. Estos fármacos han sido autorizados para su 
      uso como prevención y tratamiento de la gripe aviar en humanos en algunos 
      países y han demostrado ser eficaces con independencia de la cepa causante 
      de infección. Sin embargo, los análisis iniciales de los virus aislados de 
      los casos de evolución fatal de Vietnam indican que los virus son 
      resistentes a los inhibidores M2. Parece que el fármaco que ofrece más 
      garantías y el más recomendado frente a las cepas H5N1 en la actualidad es 
      el oseltamivir. 
      11. ¿Qué están haciendo los gobiernos? La prioridad inmediata es detener la propagación de la 
      epidemia entre la población de las aves de corral, estrategia que reduce 
      las probabilidades de exposición el ser humano. Se está llevando a cabo la 
      vacunación de las personas con alto riesgo de exposición a las aves 
      infectadas, usando para ello las vacunas antigripales más eficaces frente 
      a las cepas circulantes de la gripe humana, permitiendo reducir las 
      posibilidades de coinfección del ser humano con cepas aviares y humanas y 
      reducir también la posibilidad de recombinación del material genético. 
      Además, los trabajadores que participan en la matanza selectiva de las 
      aves de corral deben protegerse adecuadamente con ropa y material 
      correctos, además de recibir fármacos antivíricos como profilaxis de la 
      infección. En España, hasta la fecha, no se ha notificado ningún 
      caso de infección en aves, ni por supuesto en humanos. Aparte de la 
      prohibición de importar productos avícolas procedentes de los países 
      afectados, hay una permanente alerta de los sistemas de vigilancia 
      epidemiológica y virológica, habiéndose establecido por el Instituto de 
      Salud Carlos III y por la Dirección General de Salud Pública del 
      Ministerio de Sanidad  un protocolo de vigilancia a desarrollar ante un 
      posible caso de infección humana por el virus de la gripe aviar. Hay motivos para la preocupación, probablemente muy 
      marcado sobre todo por las aves migratorias que se dirigen a tierras 
      africanas en estas fechas y que en primavera regresan a Europa; sin 
      embargo, la muy baja mortalidad ocasionada entre los humanos (hasta el 
      momento, 62 muertos en un continente con más de 800 millones de 
      habitantes) y la difícil transmisión entre humanos hacen albergar, sin 
      bajar la guardia, la esperanza de que no suponga un problema importante 
      para la sociedad actual, muy castigada en muchísimos otros frentes a los 
      cuales también habría que mirar y no de reojo precisamente. Conviene 
      recordar que de las 6 fases de que consta el Plan de la OMS de acción 
      frente a la gripe, nos encontramos en la fase 3, que concierne a la 
      transmisión de aves a humanos y no en la fase 4, que atañe a la 
      transmisión entre humanos. Por tanto, no hay motivo para tanta alarma 
      social, aunque no podemos olvidarnos de mirar a los países afectados y los 
      que pueden afectarse con facilidad, los países africanos, no sólo por una 
      cuestión de solidaridad, sino también de sentido común. José Peral Gutiérrez de CeballosHospital Gregorio Marañón, Madrid
 ©REMI, http://remi.uninet.edu. 
      Noviembre 2005.
 Envía
      tu comentario para su publicación |