Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Artículo
nº A96. Vol 9 nº 2, febrero
2009
Autor: Juan B. López Messa
http://remi.uninet.edu/2009/02/REMIA096.html
La cadena de la supervivencia del Plan Nacional de RCP de la SEMICYUC (imagen no mostrada) Se presenta la nueva imagen de la cadena de supervivencia del Plan Nacional de RCP de la SEMICYUC, que sigue de manera totalmente ajustada las secuencias y contenidos marcados por el European Resucitation Council en sus últimas recomendaciones. Las acciones que conectan a la víctima de un paro cardiaco súbito con su supervivencia se denominan "cadena de supervivencia". La cadena de supervivencia resume los pasos vitales necesarios para llevar a cabo una resucitación con éxito. Estas acciones incluyen el reconocimiento precoz de la situación de urgencia y activación de los servicios de emergencia, resucitación cardiopulmonar (RCP) precoz, desfibrilación precoz y soporte vital avanzado junto a cuidados postresucitación si la víctima se recupera del paro cardíaco. La importancia de reconocer la situación crítica y/o el ataque cardíaco y de evitar la parada cardiaca, así como la atención posterior a la resucitación queda resaltada mediante la inclusión de estos elementos en la cadena de supervivencia de cuatro eslabones. El primer eslabón indica la importancia de reconocer a los pacientes con riesgo de parada cardiaca y pedir ayuda con la esperanza de que una atención rápida pueda evitar la parada. Los eslabones centrales de esta cadena definen la integración de la RCP y la desfibrilación como los componentes fundamentales de la resucitación precoz en el intento de reestablecer la vida. El eslabón final, soporte vital avanzado y el tratamiento efectivo posterior a la resucitación, se centran en la conservación de las funciones vitales, en especial del corazón y el cerebro. Descripción de los eslabones de la cadena de supervivencia:
En la mayoría de las comunidades, el tiempo transcurrido entre la llamada a los SME y su llegada (el intervalo de respuesta) es de 8 minutos o más. A lo largo de ese lapso de tiempo, la supervivencia de la víctima depende de que los testigos que la rodean inicien rápidamente los primeros tres eslabones de la cadena de supervivencia. La cadena de supervivencia en lactantes y niños incluye la prevención de situaciones que llevan a la parada cardiorrespiratoria, RCP precoz, activación precoz de los servicios de emergencia y soporte vital avanzado precoz. En el hospital, la importancia de identificar con rapidez al paciente crítico y la activación del equipo médico de emergencia son ampliamente aceptadas en la actualidad. Las anteriores directrices sobre resucitación ofrecían escasa información sobre el tratamiento del paciente durante la fase post-resucitación. Existen diferencias sustanciales en la forma en que se trata a los supervivientes inconscientes de paradas cardiacas en las primeras horas y primeros días tras el restablecimiento de la circulación espontánea. Las diferencias de tratamiento en esta fase pueden ser la razón en parte de la variabilidad de los resultados entre hospitales tras una parada cardiaca. La importancia de reconocer la situación crítica y/o la angina y de evitar la parada cardiaca (sea intra o extrahospitalaria), así como la atención post-resucitación queda resaltada mediante la inclusión de estos elementos en esta cadena de supervivencia de cuatro eslabones. El primer eslabón indica la importancia de reconocer a los pacientes con riesgo de parada cardiaca y pedir ayuda con la esperanza de que una atención rápida pueda evitar la parada. En el eslabón final, el tratamiento post-resucitación efectivo, se centra en la conservación de las funciones vitales, en especial del corazón y el cerebro. Juan B. López Messa Enlaces:
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