Recomendaciones
para el tratamiento de la hemorragia digestiva alta no debida a varices
Artículo original:
International consensus recommendations on the management of patients
with nonvariceal upper gastrointestinal bleeding. Barkun AN, Bardou M,
Kuipers EJ, Sung J, Hunt RH, Martel M, Sinclair P. Ann Intern Med 2010;
152(2): 101-113. [PubMed] [Artículos relacionados] [Texto completo PDF 328 Kb]
La hemorragia digestiva alta afecta
aproximadamente a 50-150 individuos por 100.000 habitantes y año, con
una mortalidad del 10-14%. Cada vez es mayor la porporción de
hemorragias digestivas debidas al uso de fármacos (antiinflamatorios y
antiagregantes). El año 2003 se publicaron unas
recomendaciones de consenso realizadas por un grupo internacional de
expertos para el manejo de la hemorragia digestiva alta no debida a
varices [1]. En enero de 2010 se publica una actualización de dichas
recomendaciones, realizadas por consenso de un grupo de 35 expertos
internacionales. que se dividen en cinco apartados: 1) resucitación
y valoración inicial; 2) tratamiento endoscópico; 3) tratamiento
farmacológico; 4) tratamiento no endoscópico y no farmacológico antes
del alta hospitalaria; y 5) tratamiento tras el alta. El siguiente es
un listado de las 22 recomendaciones nuevas o modificadas con respecto
a las previas, cuya discusión detallada se encuentra disponible en el
texto publicado (disponible sin coste en internet):
- Se recomienda el uso de escalas pronósticas para la
estratificación precoz de los pacientes en las categorías de bajo y
alto riesgo de resangrado y muerte.
- Deben transfundirse hematíes cuando la hemoglobina es
inferior a 7 g/dL.
- En pacientes que están recibiendo anticoagulantes hay que
corregir la coagulopatía, pero eso no debe retrasar la endoscopia.
- No se deben emplear rutinariamente procinéticos antes de la
endoscopia para aumentar el rendimiento diagnóstico.
- Algunos pacientes seleccionados de bajo riesgo de
resangrado en
base a los hallazgos clínicos y endoscópicos pueden ser dados de alta
precozmente después de la endoscopia.
- Puede
considerarse el uso previo a la endoscopia de inhibidores de la bomba
de protones (IBP) para mejorar la cicatrización de la lesión y reducir
la necesidad de intervención endoscópica, pero este tratamiento no debe
diferir la práctica de la endoscopia.
- Se recomienda la endoscopia precoz (en las primeras
24 horas) para la mayoría de los pacientes con hemorragia digestiva
alta aguda.
- Si se encuentra un coágulo adherido en el lecho
ulceroso debe intentar despegarse mediante irrigación, para el
tratamiento adecuado de la lesión subyacente.
- Es controvertido el papel del tratamiento endoscópico
de las lesiones ulcerosas con coágulo adherido; el tratamiento
intensivo con IBP puede ser suficiente.
- La inyección de adrenalina no es un tratamiento óptimo, y
debe combinarse con otros métodos.
- En pacientes con lesiones de alto riesgo se debe
realizar tratamiento con clips hemostáticos, inyecciones esclerosantes
o termocoagulación, solos o asociados a la inyección de adrenalina.
- No se recomienda la práctica rutinaria de una segunda
endoscopia.
- Los pacientes con lesiones de alto riesgo en que se
ha conseguido la hemostasia con tratamiento endoscópico, deben tratarse
además con la administración de un bolo seguido de una infusión
continua de un IBP.
- Los pacientes deben ser tratados al alta con un IBP
en dosis única diaria. La duración de este tratamiento dependerá de la
causa subyacente.
- La mayoría de los pacientes con lesiones de alto
riesgo que han sido tratados con éxito mediante tratamiento endoscópico
deben permanecer hospitalizados durante al menos 72 horas más.
- En los pacientes en que el tratamiento endoscópico ha
fallado, se puede considerar el tratamiento percutáneo mediante
embolización, como una alternativa al tratamiento quirúrgico.
- En los pacientes con úlcera péptica sangrante se debe
investigar la existencia de Helicobacter pylori, que en caso de
hallarse debe recibir tratamiento erradicador y comprobarse
posteriormente la erradicación.
- Un test negativo para Helicobacter pylori obtenido
durante la fase aguda debe confirmarse, ante la posibilidad de que se
trate de un falso negativo.
- En
pacientes con historia previa de úlcera sangrante,
el inicio de tratamiento con un antiinflamatorio no esteroideo (AINE)
asociado a un IBP o con un inhibidor de la ciclooxigenasa 2
(COX-2)solo, el riesgo de resangrado clínicamente significativo es
importante.
- En pacientes con historia previa de úlcera sangrante
que requieren un AINE, se recomienda la asociación de un inhibidor
COX-2 asociado a un IBP para reducir este riesgo.
- En pacientes en tratamiento con dosis bajas de
aspirina que presentan una úlcera sangrante, el tratamiento con
aspirina debería reiniciarse tan pronto como se considere que el riesgo
de eventos cardiovasculares es superior al riesgo de recidiva
hemorrágica.
- En pacientes con historia de úlcera sangrante que
requieren profilaxis cardiovascular, es necesario tener en cuenta que
el clopidogrel solo se asocia a un mayor riesgo de recidiva hemorrágica
que la combinación de aspirina mas IBP.
Eduardo Palencia Herrejón
Hospital Infanta Leonor, Madrid
©REMI, http://remi.uninet.edu.
Febrero 2010.
Enlaces:
- Consensus
recommendations for managing patients with nonvariceal upper
gastrointestinal bleeding. Barkun A, Bardou M, Marshall JK; Nonvariceal
Upper GI Bleeding Consensus Conference Group.Ann Intern Med 2003;
139(10): 843-857. [ PubMed] [PDF]
- Libro Electrónico de Medicina Intensiva. 23.04:
Hemorragia digestiva alta no asociada a hipertensión portal. Ana I
Lérida, Natalia López, Juan Luis Mendoza, Raquel Lana, JM Loscos.[ INTENSIVOS
(2008): 23.04]
Palabras clave:
Hemorragia digestiva alta no debida a varices, Úlcera péptica,
Endoscopia digestiva, Tratamiento endoscópico, Inhibidores de la bomba
de protones.
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