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  Caso 3: pregunta 4
 

 

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Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Caso nº 3. Vol 3 nº 3, marzo 2003.
Autor: Nieves de Lucas García

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Papel de la amiodarona en la RCP

Pregunta nº 4: ¿Cuándo hubiera estado indicado el tratamiento con amiodarona en este paciente?

  1. Tras la tercera desfibrilación

  2. Si el paciente sigue en fibrilación después de los tres primeros choques

  3. Si se hubieran administrado tres tandas de tres choques

  4. En ninguna de las circunstancias anteriores

La respuesta correcta es (b): si el paciente sigue en fibrilación después de los tres primeros choques. La amiodarona es el antiarrítmico de elección en la FV que persiste tras la tercera desfibrilación. Este paciente recuperó el pulso tras el tercer choque, por lo que no se llegó a producir tal circunstancia.

Apoyándose en el estudio ARREST (amiodarona superior a placebo en FV refractaria) (1), las recomendaciones 2000 del European Resuscitation Council (2) expresan que “debe considerarse el uso de amiodarona (después de la adrenalina) para el tratamiento de FV/TV sin pulso refractaria a las descargas, después de la tercera descarga, siempre que no demore la aplicación de más descargas”. Posteriormente a estas recomendaciones se ha publicado el estudio ALIVE (3, 4) en el que la amiodarona consigue mayor supervivencia hasta el ingreso en el hospital que la lidocaina.

Enlaces:

  1. Kudenchuk PJ, Cobb LA, Copass MK, Cummins RO, Doherty AM, Fahrenbruch CE, Hallstrom AP, Murray WA, Olsufka M, Walsh T. Amiodarone for resuscitation after out-of-hospital cardiac arrest due to ventricular fibrillation. N Engl J Med 1999; 341: 871-878. [Texto completo]
  2. Latorre F, Nolan J, Robertson C, Chamberlain D, Baskett P. Recomendaciones 2000 del European Resuscitation Council para un soporte vital avanzado en adultos. Med Intensiva 2001;  25: 354-364. [Texto completo] [PDF]
  3. Dorian P, Cass D, Schwartz B, Cooper R, Gelaznikas R, Barr A. Amiodarone as compared with lidocaine for shock-resistant ventricular fibrillation. N Engl J Med 2002; 346: 884-890. [Texto completo]
  4. Palencia E. Amiodarona, superior a la lidocaína en la fibrilación ventricular refractaria. REMI 2002; 2 (4): 344.

Nieves de Lucas García
SAMUR-Protección Civil, Madrid
©REMI, http://remi.uninet.edu. Marzo 2003.

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Comentario
Autor: Eduardo Palencia Herrejón

Quisiera añadir alguna reflexión sobre el uso de la amiodarona en la fibrilación ventricular refractaria. Creo que, efectivamente, como dice Nieves y como recogen las recomendaciones europeas sobre RCP, la amiodarona es superior a placebo (estudio "ARREST") y a lidocaína (estudio "ALIVE"), y consigue un aumento en la tasa de recuperación de la circulación espontánea en los paros cardiacos por FV o TV sin pulso que persiste tras los tres primeros choques.

El principal reproche que se ha hecho a los estudios ARREST y ALIVE es que en ninguno de los dos ensayos se demuestra un aumento en la supervivencia hospitalaria con buena recuperación neurológica y global; sin embargo, éste, que sin duda es el objetivo deseable, es un objetivo bien lejano cuando lo que estamos intentando es salvar una vida en la calle, o en la puerta del hospital: no habrá forma de lograr que se vaya a casa andando y con la cabeza en su sitio si no lo sacamos antes del paro; para llegar a la meta debemos atravesar y superar cada uno de los obstáculos intermedios. Y, con amiodarona, tenemos más probabilidades de salvar el primero.

Se podría argüir que si recuperamos paros cardiacos pero no mejoramos la supervivencia hospitalaria libre de secuelas graves, lo que estamos haciendo en realidad es consumir recursos para aumentar la población de enfermos con deterioro neurológico grave (estados vegetativos, estados de mínima consciencia), y podría ser así, de no ser porque, junto al resto de los cuidados intensivos, ahora disponemos de un tratamiento que ha resultado eficaz para aumentar la supervivencia y evitar el daño neurológico postparo: la hipotermia.

Así es como avanza la medicina contemporánea, paso a paso, con fatiga, con esfuerzo, sumando pequeñas victorias parciales. El caso que hemos presentado, un caso afortunado entre otros muchos que no lo son tanto, lo ejemplifica: asistencia rápida, desfibrilación precoz; amiodarona si hubiese sido necesaria; angioplastia primaria e hipotermia: no debemos prescindir de ninguna de estas medidas si queremos conseguir que, como dijo Beck en 1960, no muera un "corazón demasiado bueno para morir".

Enlaces:

Eduardo Palencia Herrejón
Servicio de Medicina Intensiva
Hospital Gregorio Marañón, Madrid
palenciah@terra.es

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última modificación: 01/07/2007