Estadio I: Cambios muy precoces de T (poco vistos y muy fugaces) y fundamentalmente, cambios de ST-T: Elevación de ST en "guirnalda" en todas las derivaciones menos en aVR y V1, con T positiva en las derivaciones en que ST está elevado. Ocurre en primera horas y suele durar algunos días y, su identificación hace prácticamente seguro el diagnóstico de pericarditis. Puede verse depresión de PR ya en este primer estadio. |
Estadio II: Normalización de ST y punto J, con aplanamiento de T. Ocurre diversos días después del comienzo del dolor y constituye la fase denominada de "normalización". Habitualmente el descenso de PR suele ocurrir en esta fase en la mayoría de los casos. Esta fase II suele ser la más rápida de todas, pudiendo durar desde unas horas a pocos días (muy raramente semanas). |
Estadio III: Caracterizado por inversión de las ondas T en la mayoría de las derivaciones en que previamente estuvo elevado ST. No existe disminución de R ni ondas Q nuevas. En esta fase muy raramente ocurre descenso de PR (habitualmente en estadio II y más raramente en estadio I). Algunos autores consideran que esta fase en realidad es debida a la afectación del miocardio subyacente (miocarditis)45, por lo que no es evidente en todos los casos. |
Estadio IV: Consiste en la normalización de las ondas T. La evolución del estadio III a IV es la más lenta de todas las fases. Puede ocurrir semanas o meses después del inicio del dolor, pudiendo persistir indefinidamente, siendo relativamente frecuente si se cronifica la inflamación pericárdica o en pacientes con pericarditis tuberculosa, urémica y neoplásica. |