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La hematuria, definida como la presencia de una excesiva cantidad de
eritrocitos en la orina, puede presentarse de forma tan variada como
un cuadro alarmante de hematuria macroscópica y dolorosa o como
hematuria asintomática sólo detectable mediante el estudio
bioquímico de la orina. Independientemente de su forma de presentación,
la hematuria puede ser indicadora de un proceso tan grave como un cáncer
avanzado o tan inocuo como el ejercicio intenso [1,
2]. Dadas sus implicaciones potencialmente
graves, siempre se debe proceder a un estudio exhaustivo para determinar
su causa [3, 4,
5].
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