Capítulo 10. 7. Intoxicaciones por rodenticidas

2. RODENTICIDAS GASEOSOS


2. 1. ACIDO CIANHIDRICO

El ácido cianhídrico (CNH) es un compuesto químico que se encuentra de forma natural en las semillas de ciertas frutas (manzana, pera, melocotón, ciruela, cereza) y formando parte de la esencia de almendras amargas. En el medio agrícola e industrial se utiliza como rodenticida y fumigante (7, 8).

El CNH es un gas que se incluye dentro de los cianuros. Estos compuestos se denominan gases asfixiantes no irritantes, ya que producen hipoxia tisular sin afectar al pulmón ni al tracto respiratorio superior (8). El mecanismo de acción del CNH es a través de su ión CN, el cual se une al hierro férrico de la citocromooxidasa, a la que inhibe, con lo que se bloquea la utilización periférica del oxígeno. Como consecuencia no se genera ATP, originándose excesivo ácido láctico, que a su vez produce acidosis metabólica, con hiperventilación y taquipnea compensadora (7, 9).

En intoxicaciones leves por CNH el paciente se queja de malestar general, ansiedad, cefalea, polipnea y vómitos; es típico el olor del aliento a almendras amargas (7, 8). En intoxicaciones más severas, a los 30-60 minutos se puede presentar una depresión respiratoria (con pausas de apnea), seguida de convulsiones tónico-clónicas, coma y muerte (7, 8).

La determinación de niveles tóxicos de CNH en sangre, orina, contenido gástrico o tejidos puede ser una ayuda para el diagnóstico (8). También se puede medir el tiocianato potásico plasmático, que es un marcador de la cantidad de desintoxicación endógenea de cianuro (9); niveles superiores a 20 mg/dl se consideran peligrosos, y por encima de 100 mg/dl son letales (8).

El tratamiento inicial de los intoxicados por CNH consiste en medidas de soporte ventilatorio (administración de oxígeno al 100%), soporte hemodinámico y corrección de la acidosis (10).

En intoxicaciones más severas se puede emplear la hidroxicobalamina, que es un quelante de los iones CN. Se administrarán 5 g por vía intravenosa en perfusión continua durante 10 minutos; la dosis puede repetirse a los 10 minutos. Este compuesto carece de efectos tóxicos, aunque se han descrito reacciones alérgicas (11, 12).

El tiosulfato sódico es un compuesto que reacciona con el cianuro, formando tiocianato, compuesto atóxico que se elimina por la orina. La dosis habitual en intoxicados por CNH es de 12,5 g por vía intravenosa en 10 minutos; si no mejora puede repetirse a los 15 minutos la mitad de dosis. Este compuesto presenta dos problemas: por un lado, reacciona con la hidroxicobalamina, a la que resta efectividad; por otro lado, su acción es lenta (11, 13).

Como alternativa a los anteriores antídotos se puede emplear el EDTA-dicobalto (600 mg por vía intravenosa en 3 minutos; si no mejora puede repetirse a los 15 minutos la mitad de dosis). Este compuesto es muy efectivo, pero su utilidad queda restringida por su elevada toxicidad, que se manifiesta en forma de cefalea, vómitos, hipotensión y edema pulmonar, clínica similar a la que produce el propio cianuro. El EDTA-dicobalto no está comercializado en España, pero puede conseguirse a través del Departamento de Medicamentos Extranjeros del Ministerio de Sanidad y Consumo (11).

Los antídotos metahemoglobinizantes (nitrito de amilo y nitrito sódico), que aún se utilizan en algunos países, no deben emplearse en la actualidad, ya que afectan al transporte de oxígeno (11).

2. 2. BROMURO DE METILO

El bromuro de metilo o bromometano es un derivado halogenado de los hidrocarburos. Su uso como rodenticida gaseoso debe realizarse exclusivamente por servicios oficiales o empresas autorizadas, y las zonas tratadas deben ser cubiertas con lonas o plásticos durante 2 días (14, 15).

Se trata de un gas prácticamente inodoro y poco irritante, por lo que puede pasar desapercibido y ocasionar toxicidad (16). Por ello suele formularse comercialmente con cloropicrina, una sustancia lacrimógena (15, 17).

Las intoxicaciones más leves sólo cursan con irritación bronquial. En intoxicaciones graves el bromuro de metilo es tóxico fundamentalmente para el sistema nervioso central, debido a su elevada liposolubilidad; inicialmente es euforizante, y posteriormente depresor (14). A elevadas concentraciones es tóxico sobre el sistema cardiocirculatorio, pudiendo ocasionar inestabilidad hemodinámica y shock (16).

El tratamiento de la intoxicación por bromuro de metilo es sintomático. Las lesiones del sistema nervioso pueden tardar en resolverse y dejar secuelas (16, 17).