Comunicación Nº: 009 | English version |
Margarita Delgado Portela, Miguel Angel Piris Pinilla*, Helíades Portillo Pérez-Olivares**, Marcial García Rojo, Jesús González García, Francisco Martín Dávila, Rafael López Pérez, Manuel Carbajo Vicente, Ana Puig Rullán.
[Título] [Introducción] [Material y Métodos] [Iconografía] [Discusión] [Bibliografía]
La biopsia se trataba de una adenopatía de superficie lisa y aparentemente encapsulada que medía 7 x 2,8 cm. A la sección mostraba un tejido de color blanquecino, consistencia elástica y aspecto carnoso.
En el estudio microscópico se observó un tejido correspondiente a ganglio linfático que mostraba una desestructuración global con hiperplasia del área T, esta última se encontraba compuesta citológicamente por células de Langerhans y abundantes linfocitos T de tamaño mediano y núcleo cerebriforme (Figs. 1 y 2). El índice mitótico era bajo. Además se observaban acúmulos de histiocitos con citoplasma vacuolado y pigmento melánico (Figs. 3 y 4) y folículos linfoides residuales (Fig. 5) Las células neoplásicas invadían la cápsula y grasa periganglionar (Fig. 6) .
Los resultados del estudio del fenotipo de las células neoplásicas fue CD20 (-); CD45RO (+) (Fig. 7), CD3 (+) (Fig. 8), Kappa (-), Lambda (-) y CD45 (+), con expresión focal de p53 (D07) (Fig. 9) y moderada de MIB1 (Fig. 10).
El diagnóstico fue de linfoma cutáneo de célula T,
probablemente Síndrome de Sezary.