Comunicación Nº: 099 English version English version

Cistitis alcalina incrustante. Presentación de un caso

P. Menéndez, L.A. Fariña, A. Astudillo*, C. González del Rey*, J.A. Manjón*, A.G. Medina.

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DISCUSIÓN

La cistitis alcalina incrustante es una enfermedad rara en la actualidad. Aunque se ha descrito asociada a diferentes microorganismos es el Corynebacterium del grupo D2 o uralyticum, que es un potente productor de ureasa, el gérmen que con más frecuencia se aisla en esta lesión (1).

El Corynebacterium uralyticum es un bacilo gram-positivo, saprofito de piel y mucosas, que puede ser patógeno en pacientes inmunosuprimidos (transplante renal, tratamientos con quimioterapia y radioterapia), en infecciones por sondaje permanente de la vejiga y en otras manipulaciones urológicas. Se ha identificado como gérmen causante tanto de pielonefritis como de cistitis incrustante (2,3).

La intensa producción de ureasa explica el mecanismo patogénico, ya que la degradación de la urea eleva el pH de la orina facilitando la formación y depósito de cristales de fosfato amónico magnésico sobre la mucosa alterada por la infección.

En algunos casos publicados en la literatura, en los que se aisló este microorganismo, no se encontraron factores predisponentes como ocurre en este paciente. En nuestro caso la presencia de malacoplaquia podría ser un factor desencadenante que facilitaría el desarrollo de una segunda infección sobre una pared vesical dañada (4).

Ambas entidades tienen nexos en común tanto clínicos: hematuria severa, relación con drogas inmunosupresoras, como macroscópicos: necrosis de la pared vesical en forma de placas algodonosas y microscópic0s: presencia de sales inorgánicas en la malacoplaquia de localización intracitoplasmática y extracelulares en la cistitis alcalina incrustante y reacción inflamatoria anómala.

En el diagnóstico diferencial se deben descartar otras etiologías como el daño químico, radioterapia, lesión de nervios e isquemia por compromiso vascular que pueden dar lugar a lesiones similares a la descrita en este caso (5).

El tratamiento se debe de instaurar rápidamente porque condiciona el pronóstico. Es necesario resecar la mucosa afecta, administrar antibióticos y sustancias que acidifiquen la orina.


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Bibliografía

P. Menéndez, M.D.
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