Las metástasis tumorales son en realidad el primer tumor encefálico en cuanto a frecuencia (27,28), pero no siempre son tributarias de exéresis quirúrgica.
Comparten características morfológicas con el tumor primario de origen. Su localización en el encéfalo es como una lesión extrínseca ósea o meníngea, que comprime las estructuras o bien como una lesión infiltrativa, generalmente bien delimitada del parénquima, en el cual provoca cambios reactivos. Dado que en no infrecuentes casos el dilema del Neurocirujano es la correcta localización de una lesión profunda, uno de los principales problemas planteados en intraoperatorias es, precisamente, la naturaleza de dichos cambios, fuente de confusión como se mencionó, con tumores gliales de bajo grado. En una muestra adecuadamente localizada, un tumor metastásico es habitualmente de sencillo diagnóstico.
Dada la gran variedad de procesos susceptibles de depositarse de manera secundaria en el SNC, no se describe cada uno de ellos. Los más frecuentemente observados en nuestro medio, han sido Carcinomas de Mama (fig. 32), Adenocarcinomas intestinales (fig. 33), Melanomas, Carcinomas de célula pequeña. Todos ellos reproducen la imagen microscópica del tumor primario.