1. Linfoma Burkitt (LB)
La mayoría de los casos de LB endémico se asocian al VEB. Sin embargo, en las áreas no endémicas sólo el 20% de los casos están asociados. Por lo tanto, el VEB no es un factor ni necesario ni suficiente para el desarrollo de este linfoma.
Las células neoplásicas del LB asociado al VEB sólo expresan EBNA1 y EBERS; es decir, expresan un patrón de latencia tipo I. El VEB en el LB es de caracter clonal
El mecanismo patogénico del VEB podría estar relacionado con la capacidad de EBNA1 para activar los genes RAG1 y RAG2, lo que aumentaría la posibilidad de producirse la traslocación característica que activa el oncogen c-myc. La malaria, en los caso endémicos, sería un factor facilitador ya que, disminuyendo la actividad inmunosupresora de las células T, posibilita la expansión de clones de células B infectadas por el VEB.
Figura 5a. LB. HE.
Figura 5b. LB. HIS ADN.
2. Enfermedad de Hodgkin (EH)
En el 40-70% de los casos de EH clásica, las células HRS expresan EBERS. En la EH tipo predominio linfocítico sólo se detecta expresión de EBERS en el 0-20%. El VEB en los casos de EH asociada es de carácter clonal.
Además de EBERS, en la EH las células neoplásicas expresan EBNA1 y LMP-1; es decir, muestran un patrón de latencia tipo II. En la EH los linfocitos no neoplásicos no expresan LMP-1 y todas las células neoplásicas que expresan EBERS expresan LMP-1 por lo que parece que el papel oncogénico del VEB estaría mediado por la LMP-1, que es una proteína con conocida actividad oncogénica.
Se ha descrito que los casos de EH asociados a una cepa del VEB que se caracteriza por presentar una deleción en su extremo carboxilo-terminal y son morfológicamente más agresivos.
Figura 6a. EH. HE.
Figura 7a. EH. Tinción LMP-1.
Figura 6b. EH. HIS ADN.
Figura 7b. EH. HIS EBERs.
3. Linfomas T Periféricos
Los linfomas T nasales se asocian estrechamente con el VEB. El hecho de que en este tipo de linfoproliferativos se detecte infección clonal y se observe expresión de LMP-1 en algunas células neoplásicas sugiere que el VEB pueda tener un papel patogénico.
El 40% de los linfomas T-periféricos contiene células infectadas por el VEB, las cuales expresan EBERS y una pequeña proporción de ellas LMP-1. Característicamente en estos linfomas sólo una pequeña proporción de las células neoplásicas está infectada por el virus. Dentro de este grupo de trastornos linfoproliferativos, es el linfoma- T tipo angioinmunoblástico el que se asocia al VEB con mas frecuencia (50%).
Figura 8a. Linfoma T angioinmunoblástico. HE.
Figura 9a. Linfoma T nasal. HE.
Figura 8b. Linfoma T angioinmunoblástico. EBERS.
Figura 9b. Linfoma T nasal. EBERS.
4. Linfomas B asociados a inmunodeficiencia
Tanto los procesos linfoproliferativos asociados al trasplante de órganos como los linfomas que aparecen en la infección por el VIH están estrechamente relacionados con el VEB. En estos procesos, la gran mayoría de las células neoplásicas muestran señal positiva para EBERS y además expresan todos los EBNA y LMP-1 es decir, presentan un patrón de latencia de tipo III.
La infección viral en la mayoría de los casos asociados al trasplante es de carácter policlonal mientras que en los asociados al SIDA suele ser de carácter clonal.
El hecho de que no en todos los linfomas asociados a inmunodeficiencia se detecte la presencia de VEB sugiere que este no es un factor necesario para el desarrollo de estas neoplasias. Pero, en los linfomas de este grupo asociados al VEB sí parece que este podría ser un único factor inductor del crecimiento, actuando en las primeras fases de la expansión celular; luego, se producirían otras alteraciones moleculares que activarían oncogenes ó inactivarían genes supresores, las cuales serían las responsables de la transformación maligna. Esto explicaría el que los trastornos linfoproliferativos asociados al VEB que se desarrollan en el post-trasplante de órganos, tras la retirada de la terapia inmunosupresora, se consiga la regresión de muchos de ellos.
Figura 10a. Linfoma VIH+. HE.
Figura 11a. Linfoma postransplante.HE.
Figura 10b. Linfoma VIH+. LMP-1.
Figura 11b. Linfoma postransplante. EBERs.