Póster |
Muñiz, E. (1); Rodriguez-Mateo, L.(1); Martinez Rodriguez, R.(2); Gragera, R.R.(3)
Una adecuada fijación es la base de una buena fijación histológica e histopatológica. La fijación del material histológico consiste en el mantenimiento y estabilización de las estructuras celulares, inmovilizando sus componentes solubles, es decir, coagulando sus proteínas.
La fijación química emplea sustancias denominados fijadores. Estas sustancias son conocidas desde los siglos XVII y XVIII, cuando las investigaciones de Hunter, Dionis, Chaussier, Jacob, Ritter y Wilhem Von Scheele supusieron un gran avance en las técnicas anatomopatológicas.
Desde el descubrimiento del formol en 1868 por Hofmann (ver Koening el al.,1945), las técnicas de fijación han sido sensiblemente modificadas, pero no las diferentes soluciones empleadas en el proceso (Lev y Thomas, 1955).
El uso de diversos compuestos aldehídicos como el paraformaldehído, glutaraldehído y acroleína (Underhill, 1932; Walker, 1964; Cares, 1945; Luft, 1959; McLean y Nakane, 1974; King et al., 1983), es muy generalizado. Sin embargo el uso del formol es el mas amplio espectro.
A pesar de existir una gran variedad de fijadores, no existe ninguno que resulte inocuo, ya que tienen efectos tóxicos a diferentes niveles.
Las modernas legislaciones son muy sensibles a la salud y a los riesgos laborales, por lo que se ha restringido el uso de estas sustancias debido al riesgo de su utilización en los laboratorios. De hecho , el formol está prohibido en Holanda. Con el uso del COMPLUCAD para órganos y tejidos desaparecen estas contraindicaciones.
El COMPLUCAD posee efectos bactericidas, permitiendo conservar los tejidos y órganos a temperatura ambiente. Posee efectos trombolíticos y lipolíticos, además ofrece la posibilidad de recuperar la elasticidad en los tejidos previamente fijados con otras técnicas.
Este trabajo es una primera aproximación al uso del COMPLUCAD en histología e histopatología.