Estudio
internacional sobre directivas de reanimación
Artículo
original: Cook DJ, Guyatt G, Rocker G, Sjokvist P, Weaver B,
Dodek P, Marshall J, Leasa D, Levy M, Varon J, Fisher M, Cook R, for the
Canadian Critical Care Trials Group. Cardiopulmonary resuscitation
directives on admission to intensive-care unit: an international
observational study. Lancet 2001; 358: 1941-1945.
Introducción: Las directivas u órdenes de
reanimar o no reanimar son siempre un tema de estudio complicado y cuyas
conclusiones son difícilmente trasladables de un país a otro. Por otro
lado, existe una tendencia evidente hacia el aumento de este tipo de órdenes
que son consideradas como buenas para promover o preservar la libre autonomía
de los pacientes, pero no se tiene una idea clara de cuál es el pocentaje
de pacientes ingresados en un Hospital con este tipo de directivas que
representa una buena práctica clínica.
Resumen: Con objeto de estudiar la prevalencia,
los predictores y el modo de obtención de estas órdenes, los autores de
este artículos realizaron un estudio observacional internacional (Canadá,
EE.UU, Australia y Suecia) que enroló a 2.916 pacientes mayores de 18 años
procedentes de 15 UCIs de Hospitales Universitarios. Se estudiaron la
presencia de órdenes en las primeras 24 horas del primer ingreso en UCI.
318 de los pacientes (11%; IC 95% 9,8-12,1) tuvieron una directiva de
reanimación explícita. La edad fue un fuerte predictor de órdenes de
no-reanimación para los grupos de edades de 50-64, 65-74, y más de 75,
odds ratios de 3,4 (IC 95% 1,6-7,3); 4,4 (2,2-9,2) y 8,8 (4,4-17,8),
respectivamente. Un APACHE II mayor de 20 fue predictor de
directivas tanto de reanimación como de no-reanimación. Tanto unas como
otras órdenes fueron más frecuentes en los pacientes ingresados de noche
y en fin de semana. Finalmemente, la incapacidad del paciente para decidir
por sí mismo fue un predictor más de órdenes de no-reanimación que de
reanimación.
Comentario:
Se trata de un estudio cuidadosamente diseñado y en cuyas conclusiones
los autores han sido muy honestos. Se concluye, además de la
relativamente baja frecuencia de este tipo de órdenes, que los resultados
no sólo varían de un país a otro (suecos y australianos fueron más
reacios a las órdenes de no reanimar), sino entre ciudades de un mismo país
e incluso entre Hospitales de una misma ciudad, por lo que el estudio es
difícilmente generalizable. Más dificil aún parece extrapolar las
conclusiones a otros países no participantes en él. Las características
de las UCIs descritas son diferentes de la UCI media de algunos países,
como EE.UU, auque curiosamente, parecen más similares a las españolas
(cerradas y con staff propio), y probablemente tampoco son representativas
de otros países. La cultura de cada lugar también parece un factor muy
determinante y así, lo que puede ser bueno y deseable para un paciente
canadiense (desde su propio punto de vista) probablemente no lo sea para
otro (no anglosajón, por ejemplo). Finalmente, como el estudio deja
entrever, el tipo de sistema de salud de cada país puede influir también
considerablemente en estas directivas. Dado que la promoción de la
autonomía de los pacientes parece algo indicutiblemente deseable, la
conclusión es que cada país debería estudiar independientemente este
tipo de órdenes.
Ramón
Díaz Alersi
©REMI, http://remi.uninet.edu.
Diciembre
2001.
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Palabras clave:
Resucitación cardiopulmonar, Cuidados Intensivos, Ordenes de no reanimar.
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