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  Artículo nº 385
 

 

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Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Artículo nº 385. Vol 2 nº 6, junio 2002.
Autor: Eduardo Palencia Herrejón

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Edema cerebral difuso en la hemorragia subaracnoidea

Artículo original: Claassen J, Carhuapoma JR, Kreiter KT, Du EY, Connolly ES, Mayer SA. Global cerebral edema after subarachnoid hemorrhage: frequency, predictors, and impact on outcome. Stroke 2002; 33: 1225-1232.

Introducción: La hemorragia subaracnoidea (HSA) tiene una elevada morbimortalidad, y se han identificado diversos factores predictores de mal pronóstico, como la edad avanzada, el mayor deterioro neurológico en las primeras 24 horas, el mayor tamaño del aneurisma, la cantidad de sangre subaracnoidea o la presencia de sangre intraventricular o de hematoma intracraneal. Sin embargo, la existencia de edema cerebral difuso y su importancia pronóstica no han sido bien caracterizados, probablemente por la dificultad en su diagnóstico mediante TC.

Resumen: Los autores analizan un registro de casos que a lo largo de cinco años reunió 374 pacientes con HSA (no traumática y no secundaria a malformación AV, vasculitis u otras lesiones estructurales no aneurismáticas), a fin de estudiar la incidencia, factores determinantes y relevancia pronóstica del edema cerebral difuso. Éste se diagnosticó mediante TC cuando había borramiento de surcos hemisféricos y cisternas basales y además se apreciaba disrupción bilateral y extensa de la unión entre sustancia gris y sustancia blanca a nivel del centro semioval, visible habitualmente como "extensiones digitiformes". Con dichos criterios diagnósticos se encontró una excelente fiabilidad interobservador (kappa). Se diferenció entre edema cerebral difuso precoz (EP) y tardío (ET). Se detectó EP en el 8% de los casos, y ET en el 12%. Se asociaron a EP la pérdida de conciencia inicial y el grado de Hunt y Hess, y a ET el tamaño del aneurisma, la pérdida de conciencia inicial, el uso de vasopresores y la cantidad de sangre subaracnoidea. La existencia de edema cerebral difuso fue un predictor independiente de mal pronóstico a los tres meses (muerte o discapacidad grave: OR 2,5; IC 95% 1,2-5,4), junto con el tamaño del aneurisma mayor de 10 mm, la pérdida de conciencia inicial, la mayor puntuación en la escala NIHSS y la edad avanzada. No se asociaron a mal pronóstico de forma independiente ninguna de las variables radiológicas analizadas (cantidad de sangre subaracnoidea, presencia de hematoma intracraneal, hemorragia intraventricular o hidrocefalia), ni la presencia de vasoespasmo o hiponatremia.

Comentario: El estudio tiene las limitaciones inherentes a su diseño, que es el análisis de series o registros de casos, cuyas conclusiones no pasan de ser hipótesis a confirmar en estudios independientes. Los hallazgos sugieren que el edema cerebral no es un epifenómeno, sino una alteración con importancia fisiopatológica, probablemente en relación con hipertensión intracraneal, e invitan a desarrollar técnicas diagnósticas que permitan cuantificar el edema cerebral, y estrategias terapéuticas dirigidas a su control.

Eduardo Palencia Herrejón
©REMI, http://remi.uninet.edu. Junio
2002.

Enlaces:

Palabras clave: Hemorragia subaracnoidea, Edema cerebral, Pronóstico.

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última modificación: 01/07/2007