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- La neumonía es por primera vez la infección
nosocomial más frecuente en España
- Informe de los resultados del ENVIN 2001:
infecciones en Cuidados Intensivos
- Una epidemia de neumonía atípica grave originada
en el sudeste asiático preocupa en la O.M.S.
- Informe de la O.M.S. sobre el impacto potencial
del ataque a Irak sobre la salud de sus ciudadanos
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La neumonía es por
primera vez la infección nosocomial más frecuente en España |
Se sabe que la neumonía es la infección nosocomial más frecuente en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), sin embargo hasta
ahora las infecciones nosocomiales más frecuentes en el ámbito de todo el
hospital eran las infecciones
urinarias (asociadas a sondaje vesical), seguidas de las infecciones de la
herida quirúrgica. Así ha sido año tras año desde que, en 1990, se publicaron los
primeros resultados del estudio EPINE (Estudio sobre la Prevalencia de la
Infección Nosocomial en España).
Se acaban de dar a conocer los datos correspondientes al estudio EPINE
2002, en el que se han incluido datos de cerca de 55.000 pacientes
ingresados en 264 hospitales españoles de más de 100 camas. La prevalencia
de infección nosocomial en el 2002 es del 6,68%, casi idéntica a la del año
2001, que fue del 6,69%, y sustancialmente más baja que la del primer
estudio EPINE, en el año 1990, del 8,45%. De los distintos servicios
hospitalarios, son las Unidades de Cuidados Intensivos las que tienen una
mayor prevalencia, del 30%. Por primera vez se ha producido lo que parecía
una tendencia clara, pero aún no inmediata: las infecciones respiratorias
(neumonías y bronquitis) han pasado a ocupar la primera plaza como
infecciones nosocomiales más frecuentes, por encima de las que hasta ahora
estaban por delante, las urinarias y las infecciones de la herida
quirúrgica.
La infección nosocomial es un problema de
salud prioritario, y los datos demuestran claramente que su incidencia puede
reducirse adoptando un conjunto de medidas que van, desde la dotación
material, hasta la cantidad de plantilla de personal sanitario y la
formación del mismo. En un estudio de la OMS sobre prevalencia de la
infección nosocomial realizado en 55 hospitales de 14 países se encontró que
el 8,7% de los pacientes que ingresan en un hospital sufren infecciones
nosocomiales. Esta tasa muestra una importante variación geográfica, siendo
máxima en el Mediterráneo Oriental (11,8%) y Sudeste Asiático (10%) y menor
en Europa Occidental (7,7%).
Según el estudio EPINE, la tasa de infección nosocomial en España se ha
venido reduciendo, desde el 8,45% en 1990, hasta porcentajes inferiores al
7% en los últimos seis años, en que parece haberse estabilizado. En esta
reducción influyen muchos factores, que van desde el tamaño de los
hospitales (los hospitales mayores presentan tasas más altas de infección
nosocomial) hasta la duración de las estancias (las estancias hospitalarias
más cortas se asocian a tasas más bajas de infección). Es de destacar
también la influencia de la edad en el riesgo de adquirir infección
nosocomial; mientras que en 1990 la edad media de los enfermos ingresados
era de 49 años, en la actualidad es de 57 años, habiéndose encontrado que el
porcentaje de infecciones nosocomiales en pacientes de más de 65 años es del
50% (datos EPINE 1999). Un factor que puede estar influyendo en la reducción de las tasas de
infección urinaria es el empleo ya generalizado de sistemas cerrados de
drenaje urinario, y en la tasa de infecciones quirúrgicas las estancias pre
y postoperatorias cada vez más cortas y el mayor recurso a las
intervenciones endoscópicas.
Enlaces:
Eduardo
Palencia Herrejón
©REMI,
http://remi.uninet.edu. Marzo 2003.
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Publicados los resultados del ENVIN 2001 |
Se han publicado en la revista Medicina Intensiva los datos del Estudio
Nacional de Vigilancia de la Infección Nosocomial en Unidades de
Cuidados Intensivos (ENVIN-UCI) realizado en 2001. El Grupo de Trabajo
de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Intensiva y
Unidades Coronarias (GTEI-SEMIUC) diseñó en 1994 esta herramienta
epidemiológica.
La investigación recoge la incidencia
acumulada y la densidad de incidencia de las infecciones con mayor
morbilidad y mortalidad. Las tasas de la neumonía asociada a ventilación
mecánica (N-VM) se mantienen o descienden levemente, mientras que han
aumentado las de la bacteriemia primaria y la asociada a catéter venoso. El
perfil etiológico no ha variado apreciablemente en los últimos años.
Únicamente merece la pena mencionar que el problemático Acinetobacter
baumanii exhibe una tendencia decreciente. Pseudomonas aeruginosa
y Staphylococcus aureus son los principales patógenos implicados
globalmente en la N-VM. Al diferenciar entre N-VM tempranas y tardías,
encontramos que S. aureus sensible a la meticilina y
Haemophilus influenzae predominan en las primeras y que P. aeruginosa,
A. baumanii y S. aureus resistente a la meticilina prevalecen
en las últimas. Destaca una elevada tasa de neumonías polimicrobianas. En
las infecciones urinarias, Escherichia coli sigue siendo el
principal microorganismo, seguido a gran distancia por Enterococcus
faecalis y Candida albicans. Staphylococcus epidermidis y los
estafilococos coagulasa-negativa causan más del 40% de las bacteriemias
primarias y asociadas a catéteres. En cuanto a la situación de las cepas
multirresistentes, se ha aislado más de un 30% de P. aeruginosa
resistentes a ceftazidima. La tasa de S. aureus resistente a
meticilina permanece estable, en torno al 33%. Como también se mantiene la
de E. coli resistente a ciprofloxacino (25,4%), que se ha hecho menos
sensible también a las cefalosporinas de tercera generación (12,1% con
cefotaxima). Un 32,1% de los A. baumanii son resistentes a imipenem,
una cifra que parece estar descendiendo. Un dato de trascendencia indudable,
a pesar de que se trate del aislamiento de sólo dos cepas, es la detección
de resistencia de Enterococcus spp. y de S. aureus a la
vancomicina.
En su andadura se han acumulado información de
más de 32.000 pacientes y esperamos que el volumen aumente considerablemente
ya que, afortunadamente, el interés por la aplicación del programa es cada
vez mayor. La salvedad más obvia de este útil sistema es su limitación en el
tiempo, que hace que nuestras consideraciones se hagan siempre desde la
incertidumbre. Dado que la vigilancia epidemiológica puede tener un impacto
en la disminución de la tasa de infección nosocomial y/o en la morbilidad y
la mortalidad asociadas a la misma, deberíamos seguir este sistema de forma
continua, con notificación mensual. Esto nos permitiría adoptar medidas de
intervención, preventivas y terapéuticas, apropiadas.
Enlaces:
- Álvarez-Lerma F, Palomar M, Olaechea P, Insausti J, Bermejo
B, Cerdá E. Estudio nacional de vigilancia de infección nosocomial en
unidades de cuidados intensivos. Informe del año 2001.
Med Intensiva 2003;
27 (1): 13-23. [Resumen]
[Texto
completo] [PDF]
Beatriz Sánchez Artola
©REMI,
http://remi.uninet.edu. Marzo 2003.
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Una
epidemia de neumonía atípica grave iniciada en el sudeste asiático
preocupa en la O.M.S.: "síndrome respiratorio agudo grave" (SARS) |
Desde el 1 de febrero hasta las 16:00 h del 19 de
marzo de 2003 la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha comunicado 264
casos, sospechosos y probables, del SARS en todo el mundo (los viajes
internacionales han favorecido su rápida diseminación) y nueve
fallecimientos atribuidos al mismo.
El período de
incubación es corto, de 2 a 7 días (media de 3 a 5 días). El personal
sanitario que atiende a los pacientes de SARS y los contactos estrechos de
los enfermos son los principales casos secundarios. De hecho, en Hong Kong
hasta el 50 % de los enfermos hospitalizados son profesionales sanitarios
y estudiantes de Medicina. La OMS establece que para su transmisión es
necesario el contacto con las secreciones respiratorias y/o otros fluidos.
Se desconoce el inóculo necesario para causar enfermedad, aunque la OMS
afirma que su contagiosidad es inferior a la de los influenza virus.
Las personas con este
síndrome comienzan bruscamente con fiebre elevada, escalofríos, cefalea,
mialgias, faringodinia y tos improductiva. Muchos sufren diarrea. Se han
descrito infiltrados pulmonares uni o bilaterales, intersticiales o no,
aunque parece que en los pacientes más graves los infiltrados suelen ser
bilaterales y progresan rápidamente desde las bases. La linfopenia, la
trombocitopenia y el aumento de los niveles séricos de creatina
fosfoquinasa son habituales y la hipoxemia muy importante.
Especialistas de Hong
Kong han descrito la evolución de los enfermos más graves, que han
necesitado ser atendidos en unidades de cuidados intensivos (UCI). La
primera fase de la enfermedad es “relativamente” benigna, apareciendo, a
los 3 o 4 días del inicio de los síntomas, las alteraciones radiográficas.
Algunos días más tarde los pacientes empeoran, requiriendo muchos de ellos
altas concentraciones de oxígeno y desarrollando finalmente distrés. La
impresión es que están llevando a cabo esfuerzos extraordinarios para
prevenir la propagación de la enfermedad, a pesar de lo cual todos los
días ingresan nuevos pacientes en las UCI.
En las muestras
obtenidas de los pacientes afectados se han identificado partículas con
similitud a un virus de la familia paramyxoviridae (que incluye a
los virus: respiratorio sincitial, parainfluenza, del sarampión, de la
parotiditis, Hendra y Nipah, entre otros). Aún no podemos afirmar que el
agente causal sea un paramixovirus o esté emparentado con esta familia, ya
que estos virus están ampliamente diseminados en la población y su
hallazgo en estos pacientes puede ser únicamente casual.
Ante un caso sospechoso
deben instaurarse inmediatamente los aislamientos respiratorio y de
contacto estrictos. En cuanto al tratamiento, se han ensayado diversos
fármacos, pero la terapia fundamental es la de soporte. En Hong Kong están
utilizando ribavirina intravenosa, sin poder concluir si resulta o no de
utilidad.
Definición de caso de los CDC (Centers for
Disease Control and Prevention):
Personas con enfermedad
respiratoria de causa desconocida, iniciada desde el 1 de febrero de 2003.
Caso sospechoso
-
Uno o más signos de enfermedad respiratoria,
incluyendo tos, disnea, hipoxemia, infiltrados pulmonares radiográficos
sugerentes de neumonía o de distrés.
Y
-
Fiebre (>38ºC).
Y
-
Uno o más de los siguientes:
- Contacto estrecho* en los diez días previos
al inicio de los síntomas con una persona de la que se sospeche que
pueda padecer el SARS.
- Viaje en los diez días previos al inicio de
los síntomas a un área en la que existe transmisión de SARS
documentada (Tabla 1).
NOTA- Los casos
sospechosos con: 1) evidencia radiográfica de neumonía o de síndrome
de distrés respiratorio agudo (SDRA) ó 2) evidencia en la autopsia de SDRA
inexplicable por otra causa, son casos probables según la
definición de la OMS.
* Contacto estrecho:
se define por: 1) haber cuidado a un paciente sospechoso de tener SARS, 2)
haber vivido con él o 3) haber tenido contacto directo con sus secreciones
respiratorias y/o fluidos orgánicos
Tabla 1.
Áreas con transmisión de SARS demostrada de persona a persona |
Región
Administrativa Especial de Hong Kong, Provincia de Guangdong
(República Popular China)
Hanoi (Vietnam)
Singapur
Toronto (Canadá) |
Enlaces:
-
Número acumulativo
de casos sospechosos o probables comunicados hasta 19 de marzo de 2003.
[OMS]
-
Normas para el
control de la infección hospitalaria, recomendadas para quienes atienden
a pacientes con probable SARS. [OMS]
-
Diagnóstico y
tratamiento de casos sospechosos o probables de SARS. [OMS]
-
Actitud ante un caso
sospechoso de SARS. Recomendaciones de los CDC. [PDF]
Beatriz Sánchez Artola
©REMI,
http://remi.uninet.edu. Marzo 2003.
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Informe de la
O.M.S. sobre el impacto potencial del ataque a Irak sobre la salud de sus
ciudadanos |
En estos momentos, sin duda el problema
más grave de salud a nivel mundial está siendo provocado por los miles de
toneladas de bombas que están segando vidas humanas y devastando un país:
Irak. En la guerra de la desinformación, no tenemos datos fiables sobre el
número de víctimas; lo más probable es que sean al menos varios millares,
si no decenas de millares, los civiles y militares, casi en su totalidad irakíes,
que perderán la vida en las próximas semanas como consecuencia directa de
traumatismos producidos por seres humanos contra seres humanos.
En las últimas 24 horas, el país atacante
ha iniciado la operación que denomina "conmoción y espanto", en la que los
diarios de noticias afirman que se han lanzado más de mil misiles sobre
todo el país, y se han bombardeado sus principales ciudades. El objetivo,
según el ministro de la Guerra del país atacante, es "liberar al pueblo
irakí". El país atacante tiene al parecer interés en probar la capacidad
destructiva de sus nuevas armas de destrucción masiva, que, según
informaciones aparecidas en los diarios de noticias, pueden segar cada una
miles de vidas humanas, y son tan mortíferas como las bombas atómicas de
Hiroshima y Nagasaki.
Las consecuencias del ataque a medio y
largo plazo sobre la salud de la población son imposibles de cuantificar
en la actualidad, y aún hoy, serían en buena medida evitables si existiera
la voluntad de evitarlas.
Nota: El anterior comentario puede
considerarse como un minieditorial escrito por el Director de REMI a
título personal, y en el ejercicio de lo que cree son sus atribuciones
como tal. No se pretende crear con él un debate sobre la guerra en la
revista ni en su lista de distribución, sino introducir una sección donde
se irán incorporando noticias y enlaces relevantes al problema sanitario
generado por el ataque sobre Irak.
En los enlaces
siguientes, se ofrece información de la O.M.S. sobre la situación
sanitaria en Irak y sobre el impacto que sobre ella podría tener el
ataque:
Enlaces:
Briefing note on the
potential impact of conflict on health in Iraq: march 2003:
Página en la OMS
sobre la situación sanitaria en Irak:
Eduardo Palencia Herrejón
©REMI,
http://remi.uninet.edu. Marzo 2003.
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