¿Resurgimiento del SRAG en Canadá?
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El pasado 5 de julio la OMS
hizo público en un comunicado el control mundial de la epidemia de SARG.
Días después, la existencia de un brote de infección respiratoria en
Canadá ha creado la polémica, habiéndose escuchado opiniones discrepantes,
cuando no abiertamente contradictorias..
La enfermedad en cuestión afectó a 143
pacientes y personal sanitario del
Kinsmen Place Lodge, una residencia de
Surrey (ciudad cercana a Vancouver, en la región de South Fraser). En
general, los síntomas fueron de carácter moderado/leve, aunque 6 de los
afectados han fallecido. Inicialmente se tomaron las precauciones
pertinentes, por si se tratara de un “resurgimiento” del SRAG, y se
tomaron las muestras necesarias.
El 19 de agosto, el ministro de sanidad
de Canadá, los representantes de los British Columbia CDC y las
autoridades sanitarias de South Fraser comunicaron otro brote en una
institución de dicha región, aunque hasta la fecha no han revelado el
nombre de la misma ni la localidad a la que pertenece. Por las
características aportadas en los comunicados (tipo de pacientes, número de
camas), se piensa que se puede tratar del
Kinsmen Retirement Centre, en Delta.
Según estas autoridades, 11 pacientes y 6 profesionales tenían síntomas
respiratorios, sin que se tratara de neumonía o gripe, y lo han
interpretado como un “brote veraniego de resfriado común”.
Tras realizar sus
investigaciones, expertos de la OMS en un breve comunicado han descartado,
el pasado 25 de agosto, y refiriéndose únicamente al primer brote, que se
trate de un nuevo brote de SRAG, basando esta conclusión en la menor
letalidad del virus que ha afectado a estos pacientes, en comparación con
el SRAG, y en que la secuenciación de una parte del virus responsable del
brote ha revelado que el virus no es el SRAG-CoV, sino otro coronavirus
humano causante de resfriado común, denominado OC43.
El problema estriba en que
los expertos del Laboratorio Nacional de Microbiología (LNM) de Canadá,
ubicado en Winnipeg y a quienes se remitieron las muestras, sí encontraron
evidencia genética del SRAG-CoV en 12 muestras, así como evidencia
serológica de este virus en alguno de los pacientes en fase de
convalecencia, incluyendo uno con infiltrado pulmonar, que falleció. De
ahí que haya otros especialistas, como el propio director del LNM de
Winnipeg, que discrepen con ciertos aspectos de las declaraciones de la
OMS y del British Columbia CDC. Algunos expertos estiman que la menor
gravedad de los casos, la menor tasa de mortalidad y las posibles
diferencias clínicas de este brote pueden no ser datos probatorios en sí
mismos, pues ya en los anteriores brotes en Canadá se sugirió que la
afección causada por el SRAG-CoV no era una sola enfermedad, sino que por
circunstancias inherentes al huésped y al virus, se podía hablar de varias
formas de enfermedad, desde síntomas leves a la forma de SRAG propiamente
dicha. Estos especialistas han sugerido que, a falta de concluir los
análisis genéticos, sí se ha aislado SRAG-CoV, o una mutación o
recombinación del SRAG-CoV original.
Frente a éstos, están quienes
afirman que estos resultados no se han reproducido por otros laboratorios,
y entre las explicaciones colaterales que se han ofrecido, se ha señalado
que los resultados del LNM podrían tratarse de falsos positivos, debidos a
contaminación durante el proceso de PCR. Sin embargo, se han hallado dos
cepas distintas de SRAG-CoV, lo que no es muy común en una contaminación,
y los pacientes en quienes se aisló el SRAG-CoV o el OC43 generalmente
eran distintos. Además, 12 falsos positivos parecen muchos errores para un
laboratorio que forma parte del sistema de vigilancia de Enfermedades
Infecciosas de la OMS.
Algo similar ha sucedido en
el Hospital Alice Ho Miu Ling Nethersole, en Tai Po. Las autoridades
chinas, sin abundar en información, han comunicado que las pruebas
preliminares indican que no se trata de SRAG.
En resumen, en la comunidad científica existe
confusión al respecto y parece que la controversia va a continuar. Desde
el principio, el tema del SRAG no siempre ha sido abordado con toda la
claridad que sería deseable, quizá en parte por motivos estratégicos.
Deberemos esperar para conocer si se acercan las opiniones divergentes.
Conviene ser prudente con la interpretación de las noticias sobre posibles
brotes de SRAG para evitar falsas alarmas, pero también es peligroso
emitir conclusiones que parecen precipitadas, sin dar una explicación
definitiva y universalmente aceptada para la disparidad de resultados.
Beatriz Sánchez
Artola
©REMI, http://remi.uninet.edu.
Agosto 2003.
Enlaces:
Palabras clave: Síndrome
Respiratorio Agudo Grave (SRAG), Coronavirus, Epidemiología.
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