SRAG:
medidas de control ambientales
En el caso del síndrome respiratorio agudo grave (SRAG)
deben extremarse las medidas de control ambiental. El paciente debe
ingresarse en una habitación individual o si esto no es posible, deben
realizarse aislamientos por cohortes. Esta no es la opción más deseable,
salvo en situaciones de emergencia epidemiológica y agotamiento de los
recursos disponibles, porque, con la actual definición de caso sospechoso,
un porcentaje sustancial de pacientes finalmente pueden no tener infección
por el virus del SRAG, viéndose expuestos al contagio por los que sí la
tienen.
La utilización de camas o carpas de aislamiento, como es norma en algunos
países de la Comunidad Europea para el tratamiento de pacientes con
enfermedades altamente contagiosas (agentes biológicos con nivel de
seguridad 4), impide el acercamiento al enfermo, salvo a través de unos
guantes insertados en el propio cobertor aislante, por lo que los cuidados
intensivos serían tremendamente difíciles de llevar a cabo.
La Organización Mundial de la salud (OMS) recomienda que todos los
pacientes con sospecha de SRAG se mantengan en habitaciones cerradas, a
ser posible individuales, separadas del resto del hospital y con
presión negativa en relación con el
espacio circundante, de forma que el aire contaminado no escape de la
habitación al resto del hospital. El acceso a las mismas se efectúa por un
espacio estanco que debe incluir una zona de presión intermedia y al que
sólo se permitirá el paso al personal debidamente autorizado. Las
habitaciones, a su vez, poseen una cámara estanca interna, con puertas de
cierre alterno, donde el personal se pone y retira su equipo desechable de
protección personal (EPP) (protección de contacto, respiratoria y frente a
secreciones) y se descontamina antes y después de cada intervención
(lavado de manos, desinfección de estetoscopios y esterilización de
cualquier componente del EPP que por motivos de disponibilidad no fuera
desechable, etc.) y donde se guarda el material.
El sellado completo de las habitaciones por sí sólo puede conseguir una
presión diferencial, que aunque es muy pequeña, podría ser suficiente para
lograr la presión negativa. Sin embargo, el sellado perfecto es
francamente difícil de obtener, sobre todo en instituciones de
construcción antigua. Por ello, para conseguir de forma eficaz dicha
presión negativa, se dota a las estancias con
sistemas de ventilación mecánica dedicados. El sistema
de extracción mecánica de aire es más eficaz que los ventiladores de
ventana y consiste en el bombeo del aire externo limpio hacia adentro de
la habitación y la extracción del aire contaminado, pero filtrado
previamente mediante HEPA, hacia fuera del hospital, evitando que se
evacue hacia vías públicas, viviendas cercanas o cualquier otro entorno,
donde pudiera provocar enfermedad. Los sistemas deben diseñarse y ubicarse
cuidadosamente de forma que el flujo de aire sea unidireccional, entrando
desde el corredor a la habitación contaminada (habitualmente bajo la
puerta) y saliendo de ella luego, siempre en mayor cantidad, por un punto
alejado de la zona de ingreso del aire (habitualmente una ventana), hacia
el exterior del hospital, evitando la recirculación. La tasa de evacuación
o recambio aéreo para el SRAG no se ha establecido; en el caso de la
tuberculosis, en condiciones óptimas, se recomiendan al menos doce cambios
por hora. En los casos en que, por motivos arquitectónicos, no pueda
evacuarse el aire contaminado hacia el exterior, debe instaurarse un
sistema cerrado de filtración y recirculación, que capte el aire de la
habitación, lo filtre y lo extraiga ya depurado de forma continua y
horizontal hacia la habitación. Los filtros han de ser de alta eficiencia
(HEPA).
Los sistemas de ventilación deben diseñarse o modificarse, por un equipo
multidisciplinar que incluya ingenieros de ventilación, así como
especialistas en el control de la infección y en salud laboral. Se
establecerán controles rigurosos diarios, que detecten la pérdida de la
presión negativa, en cuyo caso y hasta la resolución del problema se
emplearán, durante el menor tiempo posible, sistemas portátiles de
filtrado HEPA.
La OMS ha anunciado que próximamente estarán disponibles normas de
ventilación específicas para el SRAG.
Los residuos líquidos
procedentes de la sala de aislamiento deberán ser manipulados con extremo
cuidado y tratados mediante un sistema de desinfección térmica o química.
En su defecto, el agua utilizada para la limpieza debe almacenarse en
contenedores seguros hasta su desinfección. Los residuos han de absorberse
primero mediante celulosa u otros materiales y posteriormente
descontaminarse y eliminarse mediante autoclave.
Las muestras de sangre y orina, adecuadamente envasadas, deben
transportarse desde la habitación al laboratorio destinado para su
procesamiento (en España el Instituto de Salud Carlos III), al menos con
las medidas estándar para el nivel de bioseguridad 2. Las normas de
seguridad de la OMS, específicas para el procesamiento de las muestras en
el laboratorio se han publicado el
25 de abril.
El material o instrumental médico que haya entrado en contacto directo con
la sangre o regiones estériles y no pueda desecharse (como el instrumental
quirúrgico) debe esterilizarse, el que haya contactado con mucosas
(broncoscopios, circuitos de ventilador, nebulizadores, etc.) debe
esterilizarse o al menos someterse a desinfección de alto nivel (que
destruya todos los microorganismos en su forma vegetativa, mediante
ebullición, vapor fluente o química), en los dispositivos que sólo entran
en contacto con la piel del paciente o que no llegan a contactar
(superficie externa del ventilador, estetoscopio, etc.) se procederá al
menos a una desinfección de nivel intermedio.
Las habitaciones y los fómites deben limpiarse por personal protegido con
EPP, con agentes antivirales de amplio espectro, con eficacia probada
frente a los virus de cubierta lipídica.
La lencería utilizada debe eliminarse colocándola en contenedores de
material biológico peligroso.
EPP requerido para
entrar en habitaciones de aislamiento de pacientes con sospecha de SARS:
-
Máscara respiratoria
desechable con protección adecuada (respiradores P100/FFP3, o P99/FFP2).
-
Protección ocular.
-
Guantes desechables.
-
Bata desechable.
-
Chaleco de plástico.
-
Calzas y calzado que
pueda decontaminarse.
Enlaces:
-
OMS. Hospital
Infection Control Guidance for Severe Acute Respiratory Syndrome (SARS).
[HTM]
-
CDC. Guideline for
Isolation Precautions in Hospitals. [HTM]
-
WHO biosafety guidelines for handling of
SARS specimens. 25 April 2003. [HTML]
Beatriz Sánchez Artola
©REMI,
http://remi.uninet.edu. Abril 2003.
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Neumonía, Síndrome respiratorio agudo grave, Control de infecciones.
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