En los Servicios o Unidades de Cuidados Intensivos
(UCI) se diagnostican entre la cuarta y la quinta parte de todas las
infecciones nosocomiales del hospital, en especial aquéllas que tienen
mayor impacto en la evolución de los pacientes, como son las neumonías y
las bacteriemias [1-3]. La mayoría de las infecciones detectadas en las
UCI se relacionan con la utilización de dispositivos que alteran las
barreras defensivas naturales y favorecen la transmisión cruzada de los
agentes patógenos [4-6]. En ocasiones las infecciones se presentan en
forma de brotes epidémicos, cuyos orígenes son la presencia de reservorios
inanimados (ventiladores mecánicos, nebulizadores, sistemas de
monitorización) y/o de portadores crónicos entre los trabajadores
sanitarios [1, 7, 8]. Paralelamente, en las UCI se observa la aparición de
microorganismos patógenos con elevados patrones de resistencia, asociados
a la presencia simultánea de numerosos factores que facilitan la
multirresistencia [9, 10].
La vigilancia de las infecciones
nosocomiales constituye en estos servicios un objetivo esencial, tan
importante como la obtención de otros indicadores asistenciales de impacto
administrativo (estancias medias, índices de ocupación y mortalidad
cruda). La información obtenida con los sistemas de vigilancia de
infección, sea cual sea el método empleado, va a facilitar al personal del
hospital, médicos, enfermeras y administradores, el conocimiento de la
evolución de las tasas de estas infecciones, así como los cambios en los
patrones de sensibilidad-resistencia de los agentes patógenos endémicos de
cada UCI. La comparación secuencial de las tasas de infección nosocomial
en cada UCI permite realizar una valoración de la calidad asistencial,
introducir medidas de corrección y evaluar las medidas que se emplean para
su control.
Con la intención de facilitar el
conocimiento de las tasas de las infecciones adquiridas en UCI, así como
la evolución de sus etiologías y los patrones de resistencia, el Grupo de
Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina
Intensiva, Crítica y de
Unidades Coronarias (GTEI-SEMICYUC) ha elaborado un programa informático
de Vigilancia de Infección Nosocomial para ser aplicados en las UCI de
nuestro país, que se conoce con el nombre de ENVIN-UCI.
2. Antecedentes
del programa ENVIN-UCI |
A principios de la década
de los 90, la vigilancia de la infección nosocomial se realizaba en
nuestro país de forma irregular y discontinua, ya que solamente se habían
publicado tasas de estas infecciones en algunas UCI, con metodologías no
comparables y con pacientes cuyas características eran muy diferentes
[11-14]. En 1990 una encuesta realizada en 1.005 UCIs
europeas (estudio EURONIS) demostró que solo el 19% disponían de sistemas
de vigilancia de infección nosocomial continuos, y
que un 32 % disponía de sistemas de vigilancia discontinuos [15].
Paralelamente, en nuestro país, se había iniciado la vigilancia de
infección nosocomial, por iniciativa de la Sociedad Española de Medicina
Preventiva, utilizando para ello una metodología de vigilancia transversal
o de prevalencia (EPINE). La información que se generó respecto a
pacientes críticos [3, 16] demostró unas tasas de
infección nosocomial en UCI extraordinariamente elevadas (21-26%),
aunque esos datos estaban sobreestimados por dos razones: en primer lugar
porque no se discriminaban las infecciones nosocomiales adquiridas en las
propias UCIs, de aquellas otras que se diagnosticaban en UCI pero que
habían sido adquiridas o iniciadas en otros Servicios del hospital y, en
segundo lugar, porque la metodología de los estudios de prevalencia tienen
tendencia a incluir entre los pacientes observados a los más graves, con
mayor estancia hospitalaria, en los que es más frecuente que se detecten
infecciones nosocomiales.
A principios de la decada de los 90
confluían todos los factores para la elaboración de un sistema propio de
vigilancia de infección nosocomial en pacientes críticos. Por un lado,
existía el conocimiento de la importancia de las UCI en la génesis de
infecciones nococomiales, por otro se había formado un grupo de médicos
intensivistas interesados en la patología infecciosa del paciente crítico
y finalmente se habían simplificado los medios técnicos que facilitaban el
diseño y distribución de programas específicos de recogida de información.
El diseño del protocolo preliminar fue encargado a tres miembros del
GTEI-SEMICYUC que presentaron el primer programa ENVIN-UCI en la reunión
del grupo del año 1993.
3. Características
del programa ENVIN |
El programa de vigilancia se diseñó en
soporte informático, como una herramienta de trabajo de uso libre y
gratuito, para el registro de las infecciones nosocomiales de los
pacientes ingresados en UCI. Para ello, se definieron inicialmente cinco
módulos de información (datos demográficos, factores de riesgo,
microorganismos, infecciones y antibióticos), independientes unos de los
otros, aunque interrelacionados para su análisis, que podían
cumplimentarse de forma separada y adaptarse a las necesidades de los
distintos usuarios. Las posteriores versiones del programa han reducido
los módulos a cuatro y han incorporado la posibilidad de análisis
automático de los datos. La última versión, realizada en el año 2004, ha
incluido nuevas variables y ha ampliado las definiciones de las
infecciones controladas para converger con el programa europeo de
vigilancia de infecciones adquiridas en UCI (HELICS program).
Durante los tres primeros años el programa
ha utilizado la base de datos File Maker Pro™,
y desde 1997 ha empleado la base de datos Access™
en sus diferentes versiones. Las posibilidades del programa son
extraordinariamente amplias, ya que además del control de las infecciones
adquiridas en UCI, permite el seguimiento administrativo de los pacientes,
el registro de los microorganismos aislados en cada paciente, incluidas su
sensibilidad a los antibióticos de referencia, así como el control de los
antibióticos que se han prescrito para cada enfermo durante su estancia en
UCI o en el hospital. Así mismo, el programa puede adaptarse a las
necesidades o posibilidades de cada servicio, limitando o ampliando los
periodos de seguimiento, adaptándose a diferentes formas de selección de
los pacientes (estudios de prevalencia o de incidencia), acotando las
infecciones objeto de vigilancia a unas concretas (bacteriemias,
neumonías), o analizando sólo pacientes con determinados microorganismos
patógenos (Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter baumannii).
Entre las aportaciones de este programa a
la Medicina Intensiva de nuestro país destaca la uniformización de las
definiciones utilizadas para identificar las principales infecciones
nosocomiales en pacientes críticos así como la aceptación de la densidad
de incidencia como la mejor medida para expresar la frecuencia de estas
infecciones. El programa fue distribuido de forma gratuita entre todas
las UCIs de nuestro país gracias al patrocinio de un laboratorio
farmacéutico. Posteriormente se ha extendido su utilización a otras
unidades que atienden a pacientes críticos (unidades de reanimación,
unidades coronarias o unidades de quemados).
4. Estudio
nacional de infecciones adquiridas en UCI |
Una de las primeras propuestas que
siguieron a la elaboración del programa de vigilancia fue la realización
de un estudio de incidencia de infección adquirida en la UCI, prospectivo
y multicéntrico, que se conoce con el nombre de Estudio ENVIN-UCI. El
registro de datos de forma simultanea se hizo por primera vez en 1994, y
desde entonces se viene realizando de forma anual.
Con la finalidad de reducir las cargas de
trabajo que supone la realización de este tipo de estudios, y facilitar la
participación, el seguimiento de los pacientes se ha limitado a periodos
de 1 a 3 meses, y al registro exclusivo de las infecciones adquiridas en
UCI relacionadas con instrumentaciones que se concretaron en las neumonías
relacionadas con ventilación mecánica (N-VM), en las infecciones urinarias
relacionadas con sondaje uretral (IU-SU) y en las bacteremias primarias
(incluidas las de catéter) relacionadas con catéteres vasculares (BP-CVC).
Además se registraron las bacteremias secundarias. La definición de cada
una de ellas han seguido los criterios del CDC [17] adaptados a pacientes
críticos.
Se consideraron inicialmente como sujetos
de estudio todos los pacientes ingresados en las UCI participantes, pero
desde 1996 se han excluido aquellos que permanecieron ingresados menos de
24 horas ya que se consideró que, en estos pacientes de corta estancia, el
riesgo de adquirir una infección en UCI era pequeño.
Las infecciones objeto de vigilancia se han
cuantificado utilizando diferentes medidas de frecuencia en las que el
numerador ha sido idéntico para todas ellas (número de cada una de las
infecciones controladas), mientras que los denominadores han sido
diferentes (número de pacientes incluidos, numero de pacientes que
presentan el factor de riesgo relacionado con cada infección, número de
días de estancia en la UCI y finalmente número de días en que está
presente el factor de riesgo de cada una de las infecciones). En la Tabla
I se incluyen las fórmulas utilizadas para el cálculo de las tasas en
pacientes con N-VM, que son las mismas que se han utilizado para el resto
de infecciones. De todas ellas, la que se relaciona con el número de días
del factor de riesgo asociado con cada infección es la que mejor permite
expresar la evolución de las infecciones, ya sea en una UCI concreta en
diferentes años, ya sea entre diferentes UCI, aunque esto último no es un
objetivo prioritario de los sistemas de vigilancia.
Tabla I: Medidas de frecuencia de las
neumonías relacionadas con ventilación mecánica. Estudio ENVIN-UCI
|
|
|
|
Tasa de incidencia N-VM = |
Nº total de N-VM x 100 / Nº total pacientes incluidos |
|
|
Tasa de incidencia N-VM = |
Nº total de N-VM x 100 / Nº total pacientes con VM |
|
|
Densidad de incidencia N-VM = |
Nº total de N-VM x 1000 / Nº total días en UCI |
|
|
Densidad de incidencia N-VM = |
Nº total de N-VM x 1000 / Nº total días en VM |
|
|
N-VM = neumonías relacionadas con ventilación mecánica; VM = ventilación
mecánica |
|
El cálculo de estas tasas en la base de
datos que incluye a todos los pacientes de las unidades participantes en
el estudio, ha permitido conocer, desde 1994, las tasas nacionales de las
principales infecciones nosocomiales adquiridas en UCIs. Estas tasas son
de referencia nacional ya que los pacientes incluidos, aunque no se han
seleccionado de forma aleatorizada, son una excelente representación de
los pacientes ingresados en las UCI españolas.
Paralelamente al registro de datos durante
los meses propuestos para el estudio nacional, algunas UCI han utilizado
el programa de forma continua. Cuando han comparado las tasas anuales
obtenidas mediante una vigilancia continua con la obtenida en periodos
limitados, de uno a tres meses, se ha observado una buena correlación a
partir de dos meses de seguimiento [18]. Por este motivo se ha propuesto,
en los últimos años, el seguimiento de los pacientes durante dos meses.
Sin embargo, para evitar los sesgos estacionales y sobre todo para
identificar de forma precoz la aparición de brotes epidémicos en una
unidad concreta, la vigilancia ideal sería aquella que asegurase el
seguimiento de todos los pacientes de riesgo a lo largo de todo el año. En
este sentido se han desarrollado dos líneas de trabajo: a) por un lado se
ha insistido en las diferentes reuniones, en los trabajos publicados y en
las ponencias realizadas por distintos miembros del GTEI, sobre la
necesidad de incorporar la vigilancia de las infecciones adquiridas en UCI
en la dinámica asistencial de los Servicios, promocionando la figura del
médico experto en patología infecciosa y facilitándole los medios
necesarios para realizar dicha función [19, 20], y b) por otro lado, se ha
diseñado un sistema de vigilancia continuo (ENVIN simplificado), ligado de
forma automática al programa ENVIN, que permite, con una menor carga de
trabajo, el cálculo de las tasas de las infecciones propuestas para su
control, la identificación de los microorganismos responsables de las
mismas y finalmente la evolución de los marcadores de resistencia
relacionados con estas infecciones [21].
Los comienzos del estudio ENVIN fueron
difíciles, ya que algunos hospitales que manifestaron su interés en
participar carecían de la infraestructura informática necesaria para
utilizar el programa. Así mismo, la inexperiencia en el empleo de estas
nuevas herramientas dificultó el manejo inicial del programa y desanimó a
muchos de los interesados. A pesar de ello, fueron 34 las UCI que
aportaron sus datos el primer año y desde entonces el número de UCI
adheridas al programa ENVIN no ha parado de crecer. En la tabla II se
muestra el número de UCI que han colaborado cada año y el número de total
de pacientes incluidos. La participación de la mayoría de UCI ha sido
constante, pero algunas unidades, por diferentes motivos, lo han hecho de
forma esporádica. Hasta el presente más de 100 UCI han participado en
alguna ocasión en el estudio nacional y se dispone de información de mas
de 45.000 pacientes.
Tabla II: Número de UCI participantes
y pacientes incluidos en cada uno de los años del ENVIN-UCI (1994-2003)
|
|
|
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
1998 |
1999 |
2000 |
2001 |
2002 |
2003 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Nº UCIs |
34 |
30 |
49 |
51 |
49 |
72 |
69 |
67 |
85 |
77 |
Nº pacientes |
1.884 |
1.794 |
7.151 |
2.393 |
3.909 |
5.460 |
5.165 |
5.045 |
6.869 |
6.074 |
Acumulados |
1.884 |
3.678 |
10.829 |
13.222 |
17.131 |
22.591 |
27.756 |
32.801 |
39.670 |
45.684 |
|
En los últimos años, el programa ENVIN ha
sido reconocido por diferentes instituciones públicas y sociedades
científicas como la herramienta básica para realizar el seguimiento y la
vigilancia de infecciones nosocomiales en pacientes críticos, lo que ha
facilitado la participación en el estudio nacional de unidades
especializadas en el tratamiento de pacientes quemados, unidades
coronarias o unidades de reanimación.
5. Información
proporcionada por el estudio ENVIN-UCI |
La información incluida en
la base de datos ENVIN-UCI se analiza en tres bloques de resultados. El
primero incluye los datos demográficos y las características de la
población, en especial los indicadores de gravedad (APACHE II) y los
factores de riesgo (patología de base, días de ventilación mecánica,
sondaje uretral, cateter venoso central o catéter arterial), así como el
estado vital en el momento del alta de UCI. El segundo incluye un análisis
individualizado de cada infección controlada, en donde se especifican
tasas, etiologías y patrones de sensibilidad de los patógenos más
frecuentes. Finalmente, el tercer bloque de información presenta los
resultados el consumo de antibióticos, diferenciando los antibióticos
utilizados según la indicación (profilaxis, infeccion comunitaria,
nosocomial) y la forma en que se han prescrito (tratamiento empírico o
dirigido).
En los últimos años se ha
incluido en la presentación de los resultados una tabla con los
percentiles de las densidades de incidencia de las infecciones
controladas. Así mismo se incluyen los percentiles de los principales
factores de riesgo y de las características más importantes de los
pacientes. La comparación de los diferentes indicadores de cada unidad con
los percentiles nacionales permite establecer la sospecha de que en una
determinada UCI existe una importante desviación respecto a la media
nacional. Este hecho obligaría a la realización de estudios
complementarios para identificar los motivos por los que existe esa
desviación.
Cada año se ha realizado un
informe que incluye la mayor parte de los resultados del estudio (ver
documentos anexos en PDF de los informes de los años
2002 y 2003), que se ha
distribuido entre los intensivistas y otros especialistas interesados en
las infecciones nosocomiales. Desde el año 2000 los resultados se publican
en la revista oficial de la Sociedad Española de Medicina Intensiva,
Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) [22-24]. Los datos
acumulados desde el año 1994 al 2001 han sido publicados en un libro en el
que se ha incluido además el manual del estudio (donde se describen las
definiciones utilizadas), el listado de los investigadores que han
colaborado en la recogida de información y las comunicaciones que se han
realizado a lo largo de los años con los datos del ENVIN-UCI [25].
Información complementaria sobre el impacto de las infecciones estudiadas
en la estancia y evolución de los pacientes ha sido publicada en la
revista Infection Control Hospital
Epidemiology en el año 2003 [26].
6. Fortalezas
del programa ENVIN-UCI |
El principal logro del programa ENVIN-UCI
ha sido la incorporación de la vigilancia de la infección nosocomial como
una actividad de los Servicios de Medicina Intensiva. El programa ha
facilitado el desarrollo de esta función y difícilmente puede encontrarse
una UCI en nuestro país que no realice de forma continua o discontinua la
vigilancia de sus infecciones. De hecho en los informes de actividad que
se realizan anualmente en muchas UCI es habitual encontrar las tasas de
infección nosocomial relacionadas con factores de riesgo como uno más de
los indicadores de calidad asistencial de dichos Servicios.
El segundo logro ha sido
identificar las tasas reales de la infección adquirida en UCI para cada
uno de los hospitales participantes en el programa y para el conjunto
nacional. En el primer caso, la presencia de tasas elevadas en algunas
unidades ha permitido la identificación de problemas de infraestructura o
la detección de brotes epidémicos, lo que ha supuesto la realización de
estudios complementarios que han concluido con la puesta en marcha de
obras para mejorar su infraestructura o con el aumento de las plantillas
de personal sanitario. En el segundo caso, el conocimiento de las tasas
nacionales ha sido un referente para todos aquellos médicos preocupados
por la vigilancia y el control de las infecciones nosocomiales. En este
sentido, los datos del estudio ENVIN se han empleado en los últimos años
para introducir muchas ponencias y artículos en los se comentaban o
analizaban diferentes aspectos de las infecciones de pacientes críticos.
El programa ENVIN ha favorecido, así mismo,
la incorporación de médicos intensivistas al diseño y realización de
estudios epidemiológicos. En algunos hospitales se han realizado estudios
que han permitido identificar reservorios de patógenos responsables de
brotes epidémicos. A nivel nacional, se han estudiado las características
de las UCI en las que Acinetobacter baumannii se presenta en forma de
endemia o epidemia, lo que ha permitido proponer medidas intervencionistas
con buenos resultados.
7. Limitaciones
del estudio ENVIN-UCI |
La puesta en marcha del estudio ENVIN ha
supuesto vencer numerosas dificultades al tiempo que se han detectado
algunas limitaciones que están en vías de solución ya sea mediante la
incorporación de nuevas aplicaciones al programa original, ya sea
diseñando nuevas estrategias tanto en la recogida como en el análisis y
distribución de los datos.
La principal limitación del estudio
ENVIN fue, desde sus principios, la dificultad para extraer y analizar, en
tiempo real, la información de un hospital concreto. Para superar esta
limitación, desde 1999, el programa incluye una aplicación informática que
permite el análisis individual de la información de cada UCI. Esta
ampliación de las prestaciones del programa facilita la obtención de
resultados de forma inmediata, una vez finalizada la introdución de los
casos correspondientes a cada periodo estudiado. La presentación de los
distintos bloques de resultados se realiza mediante tablas que incluyen
los valores de todas las variables que se incluyen en el informe final.
Otra de las limitaciones detectadas fue el
retraso en el análisis y distribución de los informes anuales del estudio
multicéntrico. Ello era debido a varios factores, en especial al retraso y
errores técnicos en los envíos de los datos. Todas estas dificultades se
han solucionado organizando el envío de la información por correo
electrónico al
responsable de crear la base única. De esta manera, los informes nacionales
de los dos últimos años se han podido distribuir en los primeros meses del
año siguiente al analizado.
Otro problema del estudio ha sido la falta
de información en algunas variables importantes. La ausencia de
cumplimentación de variables como el nivel de gravedad, los factores de
riesgo relacionados con las infecciones controladas o los días de ingreso
y alta de UCI impedían la valoración de algunos pacientes. Para superar
este sesgo se han protegido algunas variables de manera que no se puede
guardar la información en el programa si no se cumplimentan las variables
consideradas como imprescindibles.
Finalmente, el sesgo de la limitación
temporal del sistema de vigilancia, que impide en muchas ocasiones la
detección precoz de brotes epidémicos, se ha solucionado mediante el
programa ENVIN simplificado que permite la vigilancia continua de las
infecciones nosocomiales con una carga de trabajo menor que la actual.
El futuro del programa ENVIN se
sitúa en su convergencia con el programa europeo de vigilancia de
infección en pacientes críticos (HELICS program), promovido por la
Comunidad Europea (Decisión 2119/98 EC of the European Parlament and the
Council). La versión final del protocolo europeo de vigilancia de
infecciones nosocomiales en UCI fue presentado en Bruselas en diciembre
del 2003. El programa incluye la mayoría de las variables que se recogen
en el proyecto ENVIN, y estructura la participación en diferentes niveles
que permiten obtener tasas de incidencia de las principales infecciones,
expresadas como densidad de incidencia en relación con los días de
exposición a los factores de riesgo, identificar los microorganismos
patógenos responsables de las principales infecciones, conocer la
evolución de los marcadores de multirresistencia y controlar el consumo de
antibióticos [27, 28].
Estos indicadores son los mismos que se han obtenido desde hace años en
nuestro país. Sin embargo, existen diferencias que se han corregido en el
programa ENVIN, y que han dado lugar a la versión conocida con el nombre de
ENVIN-HELICS. En esta última versión se han introducido nuevas variables
y se han ampliado las definiciones de las principales infecciones
controladas. El nivel más bajo de participación en el programa HELICS
(nivel 1) permite el seguimiento continuo durante todos los días y meses
del año, y con algunas variaciones se corresponde con el programa ENVIN
simplificado. Los hospitales que han optado por la vigilancia continuada
pueden incorporarse a este nivel europeo de vigilancia. Los hospitales que
hacen vigilancia intermitente con el ENVIN normal se pueden incorporar al
nivel 2 de vigilancia europea que incluye la vigilancia de neumonías
relacionadas con ventilación mecánica, de bacteriemias y del consumo de
antibióticos.
Los datos obtenidos con el
programa ENVIN-HELICS se analizarán a nivel local (utilizando el programa
de análisis que está incorporado en el ENVIN); a nivel nacional, enviando
los datos a la base conjunta, lo que permitirá conocer los datos
nacionales y finalmente, a nivel europeo, enviando los datos de acuerdo
con las definiciones europeas, lo que permitirá conocer nuestra posición
respecto a las de otros países que participan en el programa europeo.
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Francisco Álvarez Lerma
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©REMI,
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Palabras clave:
Control de
infecciones, Política de
antibióticos, Infección nosocomial, Cuidados
Intensivos.
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