Comparación del tubo laríngeo y la mascarilla
laríngea en niños
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Artículo original:
Bortone L, Ingelmo PM, Ninno G, Tosi M, Caffini L,
Trenchi J, Mergoni M, Martorana F. Randomized controlled trial comparing the
laryngeal tube and the laryngeal mask in pediatric patients. Pediatr Anesth
2005;15. Online Early: doi:10.1111/j.1460-9592.2005.01756.x
[Resumen]
Introducción: La mascarilla laríngea es
un instrumento fácil de colocar, útil y seguro para el manejo de la vía
aérea en el adulto, el niño y el neonato. Sin embargo, la mascarilla
laríngea no aísla bien la vía aérea y puede producir distensión gástrica y
reflujo gastroesofágico con riesgo de aspiración. El tubo laríngeo tiene dos
balones uno orofaríngeo y otro esofágico que permite aislar mejor la vía
aérea con menor riesgo de aspiración. En adultos se ha demostrado que ambos
instrumentos permiten una buena ventilación y oxigenación, pero no existen
estudios previos en niños.
Resumen: Se realizó un estudio
prospectivo, aleatorio en 30 niños menores de 10 años sometidos a una
cirugía menor comparando la mascarilla laríngea y el tubo laríngeo (15
pacientes en cada grupo). El objetivo principal fue analizar el porcentaje
de pacientes en los que se consiguió una ventilación adecuada espontánea o
asistida (volumen corriente > 4 ml/kg y saturación > 95 % con FiO2 O,4 y CO2
espirada < 55 mmHg). El objetivo secundario fue estudiar la
proporción de pacientes en que se identificaron las cuerdas vocales mediante fibrolaringoscopia. Un solo anestesista introdujo todos los instrumentos. 11
niños con mascarilla laríngea y 2 con tubo laríngeo tuvieron una ventilación
adecuada tras la colocación inicial (p < 0,01). Después de la extensión de
la cabeza o recolocación del instrumento se logró una ventilación adecuada
en los 15 niños con mascarilla laríngea y en 11 con tubo laríngeo (p <
0,01). Las cuerdas vocales se observaron en 11 de los niños con mascarilla
laríngea y en ninguno con tubo laríngeo (p < 0,001). No hubo diferencias en
la incidencia de complicaciones entre ambos grupos (laringoespasmo: 1 con
mascarilla laríngea y 3 con tubo laríngeo, vómitos postoperatorios: 3 con
mascarilla laríngea y 1 con tubo laríngeo).
Comentario: a pesar de que el estudio
incluyó un número pequeño de pacientes en cada grupo, la mascarilla laríngea
fue colocada con éxito con mayor frecuencia y permitió una mejor
identificación de las estructuras laríngeas que el tubo laríngeo. Estos
resultados coinciden con algunos estudios en adultos en los que la
mascarilla laríngea es superior en pacientes con respiración espontánea. Una
limitación del estudio es que el anestesista que realizó la inserción era un
experto en mascarilla laríngea y solo había colocado 20 tubos laríngeos, con
lo que el factor entrenamiento podría haber introducido algún sesgo a favor
de la mascarilla laríngea.
Jesús López-Herce Cid
Hospital Gregorio Marañón, Madrid
©REMI, http://remi.uninet.edu.
Diciembre
2005
Palabras clave:
Tubo laríngeo, Mascarilla laríngea, Pediatría.
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