Análogo de insulina por vía subcutánea en niños con cetoacidosis diabética
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Artículo original:
Della Manna T, Steinmetz L, Campos PR, Farhat SCL,
Schvartsman C, Kuperman H, Setian N, Damiani D. Subcutaneous use of a
fast-acting insulin analog: An alternative treatment for pediatric patients
with diabetic cetoacidosis. Diabetes Care 2005; 28: 1856-1861. [Resumen]
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Introducción: El tratamiento habitual de la cetoacidosis
diabética es la rehidratación intravenosa y la perfusión intravenosa
continua de dosis bajas de insulina. La perfusión intravenosa de insulina ha
demostrado lograr un descenso más controlado de la glucemia que la insulina
rápida por vía subcutánea o intramuscular. Sin embargo, la perfusión de
insulina intravenosa requiere una monitorización cuidadosa y frecuente de
los niveles de glucemia, que generalmente se realiza en unidades de cuidados
intensivos, sobre todo cuando existe una hiperglucemia importante, acidosis
grave y alteración del estado de conciencia. En algunas circunstancias no es
posible el ingreso en una unidad de cuidados intensivos o la administración
de insulina intravenosa. Los análogos de insulina de acción rápida por vía
subcutánea pueden ser una alternativa en estas circunstancias, pero no
existen estudios que hayan analizado su eficacia y seguridad en niños.
Resumen: Se realizó
un estudio prospectivo, aleatorio y controlado en 60 episodios de
cetoacidosis diabética en niños con glucemia > 300 mg/dl y pH < 7,3 o
bicarbonato < 15 mmol/l. Todos los pacientes recibieron la misma pauta de
fluidoterapia (suero salino isotónico a 20 ml/kg la primera hora y después
10 ml/kg/h hasta la corrección de la volemia. Se añadió glucosa en los
líquidos al bajar la glucemia de 250 mg/dl). 30 niños fueron tratados con
perfusión de insulina intravenosa regular a 0,1 U/kg/h y 30 con análogo de
insulina (lispro) 0,15 U/kg/2 h, hasta alcanzar la glucemia de 250 mg/dl, en
que se pasó a insulina subcutánea cada 4 h. No hubo diferencias en la
glucemia y acidosis inicial, ni en el volumen de rehidratación entre ambos
grupos. El descenso de la glucemia fue similar en ambos grupos, alcanzándose
con ambos tratamientos la cifra de glucemia de 250 mg/dl a las 6 horas. Sin
embargo, en los pacientes que recibieron insulina intravenosa la acidosis y
cetosis se resolvió más rápidamente que en los tratados con insulina
subcutánea (en las 6 y 12 horas siguientes a la normalización de la glucemia
respectivamente). Hubo 6 hipoglucemias ligeras en el grupo de la insulina
intravenosa y 4 con la insulina subcutánea.
Comentario: Este
trabajo muestra que la insulina lispro administrada cada 2 horas por vía
subcutánea es una alternativa aceptable a la perfusión intravenosa de
insulina, cuando por razones estructurales ésta no puede utilizarse. Sin
embargo, la insulina intravenosa continua sigue siendo el tratamiento de
elección de la cetoacidosis diabética en el niño por su seguridad, facilidad
y rapidez de modificación y control progresivo de las alteraciones
metabólicas, siempre que se realice en un medio hospitalario con medios
adecuados.
Jesús López-Herce Cid
Hospital Gregorio Marañón, Madrid
©REMI, http://remi.uninet.edu.
Enero
2006.
Palabras clave:
Cetoacidosis diabética, Insulina Lispro, Tratamiento, Pediatría.
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