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Taponamiento vascular con catéteres para el control inmediato de la hemorragia traumática
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Artículo original: A
Decade's Experience With Balloon Catheter Tamponade for the Emergency
Control of Hemorrhage. Ball CG, Wyrzykowski AD, Nicholas JM, Rozycki
GS, Feliciano DV. J Trauma 2011; 70(2): 330-333. [Resumen] [Artículos relacionados]
Introducción:
Los "catéteres hemostásicos" (Foley, Fogarty, Blakemore y/o Penrose
y Robinson) tienen limitada indicación quirúrgica, aunque han
demostrado ser efectivos en el shok hemorrágico de diversas patologías
no traumáticas (obtetricia y ginecología, cirugía digestiva, etc.), así
como en el paciente traumatizado con lesiones vasculares inaccesibles
quirúrgicamente, traumatismo cardiaco grave y sangrado parenquimatoso
de órganos sólidos.
Resumen: Los
autores analizan retrospectivamente en un periodo de 11 años los
pacientes que precisaron de emergencia la colocación de este tipo de
catéter, y estudian entre otras variables: tipo de traumatismo,
mecanismo de producción, déficit de bases y mortalidad. Los pacientes
fueron divididos en dos grupos: grupo I cuando se precisó la colocación
del catéter antes de las 6 primeras horas de ingreso por shock
hemorrágico, y grupo II cuando transcurrieron más de 6 horas
hasta la colocación. Hubo un total de 44 pacientes; el tiempo
transcurrido hasta la colocación del catéter fue 31, 53 y 78 horas para
pacientes con lesiones en vasos iliacos, hepáticos y carotídeos
respectivamente, consiguiéndose en el 93% el cese de la hemorragia. Las
lesiones más dificultosas fueron las laceraciones del ventrículo
derecho y lesiones hepáticas. La mortalidad de los pacientes que
sobreviven a las primeras 6 horas fue del 11% para el traumatismo
hepático, 50% en lesiones abdominales y 88% para lesiones faciales y
faringeas. La supervivencia total fue del 67% en lesiones hepáticas,
67% en lesiones vasculares de miembros, 50% lesiones vasculares
abdominales, 38% cardiacas y 8% faciales. Los tipos de sondaje
utilizados fueron: Foley, Fogarty, Blakemore y/o Penrose y
Robinson.
Comentario: El
estudio muestra que el shok hemorrágico del paciente traumatizado puede
ser controlado inicialmente en la mayor parte de los casos con el uso
de catéter-sonda que permite la hemostasia provisional, para en un
segundo tiempo proceder al tratamiento quirúrgico más adecuado. El
estudio es importante al incluir 11 años de estudio y mostrar que la
utilización de este tipo de procedimiento es infrecuente y que las
lesiones faciales y hepáticas posen altísima mortalidad.
Encarnación Molina Domínguez
Hospital General de Ciudad Real
©REMI, http://remi.uninet.edu. Marzo 2011.
Búsqueda en PubMed:
Palabras clave: Taponamiento con catéter, Trauma, Shock hemorrágico.
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