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El término shock se utiliza en la práctica clínica
para denominar a la insuficiencia circulatoria que ocasionalmente se desarrolla
durante la evolución de diferentes patologías y cuya aparición
se asocia a una elevada mortalidad. Podríamos definirlo como un
estado patológico asociado a determinados procesos, cuyo denominador
común es la existencia de hipoperfusión e hipoxia tisular
en diferentes órganos y sistemas, que de no corregirse rápidamente
produce lesiones celulares irreversibles y fracaso multiorgánico.
Tanto los mecanismos fisiopatológicos que conducen a él
como las manifestaciones y el tratamiento del mismo difieren en cada caso,
dependiendo de la etiología y el tipo de shock, del momento evolutivo,
del tratamiento aplicado y de la situación previa del paciente.
Pueden coexistir distintas causas de shock en un mismo paciente, de forma
que el cuadro clínico y hemodinámico no sea típico,
lo que puede dificultar su interpretación. |