Capítulo 1. 4. Valoración pronóstica después del infarto agudo de miocardio. Viabilidad miocárdica

4.- RECOMENDACIONES PARA LA UTILIZACION DE LAS PRUEBAS PRONOSTICAS


 El primer escalón de valoración pronóstica debe ser el clínico; mediante los datos que aporta dirigidos a evaluar la función ventricular izquierda e isquemia residual permite distinguir dos grandes grupos: 1) Grupo que ha cursado sin ninguna incidencia y sin signos de fallo cardiaco. Esta es una población de muy bajo riesgo y en sentido estricto no precisa de mayores pruebas. Si se quiere ser muy preciso habría que confirmar el buen pronóstico de tales enfermos, para ello se debería valorar la FE mediante ecocardiografía y si se realiza algun programa de rehabilitación un test de esfuerzo puede ser útil. 2) Grupo que cursa con disfunción ventricular izquierda persistente y/o con FE deprimida (<35-40%); independientemente de otros eventos isquémicos, ya son de alto riesgo y no precisan tampoco de más pruebas pronósticas, por el contrario, sí necesitamos estudios complementarioas que nos indiquen si la revascularización es ó o beneficiosa, para ello se imponen las pruebas de viabilidad miocárdica seguidas de coronariografía.
 
El resto de pacientes, con un riesgo intermedio, precisarían de una aproximación sólida a su pronóstico antes del alta hospitalaria; por el momento las estudios de perfusión miocárdica con Talio-201 ó Tc-99m-MIBI con estrés parecen las más recomendables; en los lugares donde no se disponga de unidades de Medicina Nuclear, los estudios de análisis de la motilidad de la pared miocárdica (y valoración de la FE) con ecocardiografía-estrés serían los aconsejables.