Capítulo 1. 11. Taquicardia por reentrada intranodal

7. REFLEXION FINAL


En las dos últimas décadas los estudios de patología, quirúrgicos y electrofisiológicos del nodo A-V nos han hecho aceptar la existencia de dos vías confinadas  en el nodo compacto.

Posteriormente la situación de las vías fue distanciándose del nodo compacto, los estudios intervencionistas  contribuyeron a extender  el modelo de las dos vías intranodales, una rápida de localización  anterosuperior y otra lenta de localización posteroinferior.

El modelo bidimensional es obsoleto, el éxito obtenido con procedimientos quirúrgicos y con ablación mediante catéter hace pensar en las relaciones que tienen las vías con las aurículas, las estribaciones del nodo y el nodo compacto.

El modelo actual del nodo debe ser tridimensional con una conducción anisotrópica, no uniforme, las vías de conducción no son fibras musculares como ocurre por ejemplo en las vias auriculoventriculares, sino que son parte del entramado tridimensional del nodo y su comportamiento depende de la situación donde estén, de la mayor o menor aproximación al nodo, de las propiedades electrofisiológicas (conducción, periodo refractario...), y del sustrato que permite una conducción anisotrópica. Por todo esto, se podría entender que la vía rápida que permite la conducción retrógrada en una TRI típica no necesariamente es la misma que permite la conducción retrógrada al hacer la estimulación ventricular en el mismo paciente, si se considera un entramado funcional tridimensional se puede entender como, en ocasiones, al hacer ablación de la vía rápida han aparecido taquicardias atípicas como las lentas-lentas.