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Capítulo 1. 17. Hipertensión en el
embarazo
3.- ETIOLOGIA |
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Durante el embarazo normal ocurren cambios fisiológicos, así como adaptaciones bioquímicas consistentes en cambios hormonales, de prostaglandinas, prostaciclinas, sistema renina-angiotensina-aldosterona, y kininas. Aunque la PEE ha sido muy estudiada, su verdadera causa permanece aún desconocida. Las tres teorías etiológicas más en boga son la genética, la placentaria, y la inmunológica, aunque existen otras teorías como alteraciones iónicas y nutritivas en el embarazo que algunos investigadores han considerado. Todas estas teorías coinciden en un fin último que sería el daño endotelial a nivel vascular provocando finalmente la enfermedad generalizada (8). Durante muchos años se ha reconocido una predisposición familiar a la eclampsia (9), ya que se conoce que hay un aumento en la frecuencia en hermanas e hijas de mujeres que han padecido la enfermedad, particularmente en mujeres nacidas de madres con eclampsia durante su embarazo. Se ha sugerido la existencia de un gen en los cromosomas 1, 3, 9, ó 18 como implicado, aunque sin llegar a ser demostrado por completo (10). Se ha propuesto también que esta susceptibilidad genética, tanto materna como fetal podría facilitar la alteración de la respuesta inmune (12, 13). Las reacciones inmunitarias están determinadas genéticamente, por lo que, la predisposición genética parece jugar un papel importante en esta respuesta inmune (14, 15). El equilibrio entre las respuestas inmunitarias maternas y el genotipo fetal quizás regulen el proceso de invasión trofoblástica necesario para la placentación normal. Una alteración en este equilibrio por factores maternos o fetales podría provocar la PEE. Los estudios genéticos demostraron al principio un tipo de herencia recesiva, sin embargo no se ha encontrado el modo exacto de herencia ni la interacción entre los genotipos materno y fetal. Otra hipótesis atractiva sería la existencia de una variante anormal de la molécula de angiotensinógeno, que se da en algunas hipertensas no embarazadas (11). Existe otra teoría, que sugiere la existencia de un defecto genético que impediría la hipertrofia normal de las arterias uterinas acorde con el útero creciente, esto se sigue de hipoxia placentaria, lo que provocaría daño endotelial, con la correspondiente liberación de productos tóxicos, y su consecuencia final sería la PEE. (16) 3. 2. TEORIA DE LA PLACENTACION La evidencia de PEE en pacientes afectas de mola hidatiforme y embarazo extrauterino, podría excluir la posible implicación del útero y feto, a favor de la placenta (17). Parece que la placentación es un prerrequisito indispensable en la patogénesis de la PEE (18), y se cree que la severidad de la PEE es proporcional a la masa placentaria (como ocurre en embarazos gemelares, mola hidatiforme, y enfermedad hemolítica del recién nacido). En el embarazo normal, existen cambios morfológicos en el seno uteroplacentario, consistentes en una invasión de células trofoblásticas migratorias hacia las paredes de las arterias espirales, que acontecen desde la semana 14-16 a las 20 semanas de gestación, lo que convierten al lecho arterial uteroplacentario en un sistema de baja resistencia, baja presión, y elevado flujo sanguíneo. Parece probable que el verdadero flujo intervelloso en la unión uteroplacentaria se establece en las primeras 10 semanas de gestación (19). Se ha comprobado que en la PEE los cambios fisiológicos que acontecen sobre las arterias espirales se sitúan en su porción decidual, manteniéndose el miometrio intacto anatómicamente, sin sufrir dilatación. Esta estabilidad por parte del miometrio, sugiere una alteración o una inhibición de la migración trofoblástica a los segmentos miometriales de las arterias uteroplacentarias que tal vez restrinjan el mayor riego sanguíneo requerido en la etapas finales del embarazo, conservando su inervación adrenérgica (20). Así en la PEE, aparecen cambios en la placenta de tipo estructural y funcional. a)Estructurales: El mayor cambio es la escasez de invasión trofoblástica de arterias espirales, y aparición de lesiones "ateromatosas agudas", y la presencia de trombos placentarios con infartos potenciales. b)Funcional: El cambio consiste en que estas arterias pasan a ser vasos de resistencia en vez de los vasos de capacitancia que existen en el embarazo normal, con lo que se reduce el flujo sanguíneo, y aumentan las resistencias vasculares. La vasoconstricción que se produce es debida a factores circulantes, o locales. El conocer el porqué de esta situación es la clave para el conocimiento de la etiología de la PEE. La hipoxia placentaria que sobreviene por esta vasoconstricción, conlleva a un tipo de lesiones no específicas de PEE, pero que se han podido demostrar en estudios in vitro, en placentas sometidas a fenómenos de hipoxia: 1)Arborización del sincitiotrofoblasto. 2)Pérdida de microvellosidades del sincitiotrofoblasto. 3)Proliferación y preservación de la capa de citotrofoblasto. 4)Engrosamiento de la membrana basal. 5)Zonas infartadas en el sincitiotrofoblasto. 6)"Aterosis aguda" caracterizada por invasión lipídica de las fibras musculares vasculares, necrosis de éstas, y la invasión del vaso, los cuales están alterados por los macrófagos, que sufren una disrupción endotelial (Khong & Mott 1993), pero estos cambios no son específicos en la PEE. 3. 3. TEORIA INMUNOLOGICA. (Tabla 2) Los factores inmunitarios pueden tener un papel importante en la aparición de PEE, provocados por la ausencia de anticuerpos bloqueadores, disminución de la reacción inmunitaria mediada por células, activación de neutrófilos, y participación de citokinas. (21) La vieja idea que prevalecía desde el comienzo de siglo, es que la PEE podría ser una alteración en el reconocimento de la unidad fetoplacentaria por la madre. Esto ha sido sustentado por muchas observaciones que subrayan, la respuesta anormal de la madre hacia los antígenos feto-placentarios. En el embarazo no patológico se aprecia un mecanismo de adaptación que actúa a tres niveles. a)"Nivel trofoblástico": Estructuras descritas por Füller, como son los antígenos linfocitarios humanos (HLA), antígenos ABO, y antígenos placentarios específicos del embarazo, que parecen tener un bajo grado de antigenicidad (3). b)"Nivel fetal": Se ha sugerido una disminución de la respuesta inmune basada en un déficit relativo de sus componentes (4). c)"Nivel materno": Se acepta una disminución de la respuesta inmunológica, bien por las hormonas propiamente gestacionales (gonadotrofina coriónica, lactógeno placentario, progesterona, y prolactina), o bien por la mediación de otras sustancias, de aparición durante el embarazo, con propiedades inmunosupresoras. Se cree, que la aparición de una intolerancia inmunológica mútua entre el "aloinjerto fetal" (paterno) y el tejido materno (22), en el primer trimestre causa importantes cambios morfológicos y bioquímicos en la circulación sistémica y uteroplacentaria materna. El concepto de aloinjerto fetal indica que la reacción inmunitaria materna contra el feto es potencialmente destructiva, y algunos investigadores proponen que el reconocimiento inmunitario del embarazo es indispensable para su éxito (23). Actualmente existen dos teorías: *La primera indica que debe ocurrir reconocimiento para que se presente una respuesta inmunosupresora adecuada y se evite el rechazo inmunitario. *La segunda señala que el reconocimiento inmunitario actúa como estímulo para la secreción localizada de citokinas en el lecho placentario, que a su vez promueven la producción de factores que favorecen el crecimiento de la placenta (23). Ambas hipótesis sugieren que la mayor diferencia de histocompatibilidad entre la madre y el feto predispondría a una pérdida gestacional temprana, lo cual tiene su importancia cuando se consideran causas inmunitarias de aborto espontáneo y recidivante. Los antígenos fetales podrían inducir una reacción típica mediada por células. Así una respuesta inmunitaria celular decidual, sería componente esencial para limitar la invasión de las células trofoblásticas, condicionando la PEE. La decidua es el tejido donde con seguridad se hace el reconocimiento del trofoblasto inmunitario. Se ha identificado un antígeno de histocompatibilidad HLA-G, el cual se expresa en el citotrofoblasto y podría proteger a la placenta del rechazo (24). En el primer trimestre las células asesinas naturales, y grandes linfocitos granulares citolíticos que atacan a leucocitos sin inmunización previa, constituyen casi el 45% de todas las células del estroma (23). Tal vez las funciones inmunitaria de la decidua, son importantes para la supervivencia del feto. Los macrófagos pueden inhibir la proliferación de linfocitos, la expresión de receptores de interlukina 2 y la producción de ésta citokina. Esta interlukina 2 tiene un importante papel en el rechazo de injertos y la reacción de anticuerpo-receptor de antiinterlukina 2, quizás permita una supervivencia prolongada del injerto (25). El aumento de las concentraciones de interlukina 2 que se encuentra en el embarazo normal se puede vincular a la inhibición de la actividad de las células asesinas naturales y la ausencia de citotoxicidad antipaterna (26). Hay muchos argumentos derivados de estudios epidemiológicos, que apuntan hacia estas alteraciones del reconocimiento materno: 1)Disminución de la incidencia de PEE en: *Mujeres expuestas en anteriores embarazos a antígenos fetales similares. *Mujeres con transfusiones sanguíneas, y abortos espontáneos. 2)Aumento de la incidencia de PEE en: * Mujeres con cambios de parejas frecuentes. * Pacientes inseminadas artificialmente por un donante. * El uso de contraceptivos de barrera. *Mujeres embarazadas, donde la cohabitación primera con su pareja sucede 12 meses antes de la concepción. En relación con la patogenia inmunológica, se han estudiado varias teorías: 3. 3. 1. Sistema inmune circulante El embarazo normal conlleva a una modificación cuantitativa y cualitativa de los linfocitos circulantes. Algunos autores consideran que el sistema inmune está alterado en la PEE. La disminución de los linfocitos T parece estar más pronunciada durante la PEE, habiéndose demostrado posteriormente una correlación entre la severidad de la PEE y la disminución de los linfocitos T, aunque esta correlación fue más tarde debatida. Se desconoce si esta disminución es la responsable de la enfermedad, o quizás sea una consecuencia de ésta. En los leucocitos también se sintetizan leucotrienos, productos del metabolismo del Ac. Araquidónico, que pudieran provocar aumento de la permeabilidad capilar, vasoconstricción y activación secuencial de neutrófilos y de moléculas de adhesión (30). La producción de leucotrieno B4 está aumentada en la PEE , y el incremento de éste podría contribuir a la arteriopatía necrosante de esta enfermedad (31). 3. 3. 2. Respuesta inmune humoral Varios factores pueden regular las reacciones inmunitarias maternas contra el feto. Las cifras circulantes de Ig G en suero materno están disminuidas en la PEE, lo cual podría deberse a la proteinuria existente en esta patología. La disminución de los factores C3 y C4 en la PEE sugiere una activación mayor en la fase aguda de la enfermedad (27). Los inhibidores inespecíficos, también llamados "Anticuerpos bloqueadores", incluyen hormonas vinculadas con el embarazo y otras sustancias de producción local a partir de células deciduales, trofoblásticas y otras partes fetales. En el embarazo normal habría un estado de equilibrio entre la cantidad de anticuerpos bloqueadores maternos y la carga antigénica fetal, y el desequilibrio entre ellos, causarían la enfermedad (23). Se ha encontrado que en la PEE hay activación de neutrófilos desde la placenta, y se sabe que esta activación de neutrófilos se restringe sólo al territorio maternal (28). Los neutrófilos activados secretan distintas sustancias tóxicas; elastasas, y otras proteasas que pueden lesionar células endoteliales, membrana basal y matriz subendotelial. De hecho, los niveles séricos de elastasa, son más altos en la PEE que en embarazos normales. Los niveles de elastasas pueden identificar al grupo de fetos con retardo de crecimiento intrauterino, asociado con una activación exagerada de neutrófilos maternos. Los neutrófilos liberan Leucotrieno A4 que las células endoteliales convierten en Leucotrieno C4, el cual tiene una potente actividad sobre las fibras musculares vasculares, y libera factor de activación de plaquetas (FAP). Los neutrófilos podrían ser activados por las fracciones de complemento. C3a y C5a que están incrementados en la PEE, y en el síndrome HELLP. La adición de C5a a neutrófilos producen liberación de elastasa, lo que parece confirmar esta hipótesis. El suero de mujeres con PEE, contiene un factor proteico capaz de inducir la activación de neutrófilos en mujeres con embarazo normal. Este factor permanece todavía desconocido, y parece estar ausente en embarazadas normales. Además, se liberan radicales libres de oxígeno, tóxicos que producen peroxidación lipídica de las membranas, lisis celular, fragmentación del endotelio, y aumento de la permeabilidad y reactividad vascular (29) . Una correlación entre los niveles séricos de elastasa y factor de Von Willebrand sugieren la implicación de los neutrófilos en las lesiones endoteliales. 3. 4. TEORIA DEL DAÑO CELULAR ENDOTELIAL. (Tabla 3) Las células endoteliales se unen a la pared del vaso sanguíneo por medio de colágena y de diversos glucosamino-glucanos, incluyendo la fibronectina (32). El endotelio está en contacto directo con la sangre, lo cual constituye una posición estratégica para participar en los ajustes homeostáticos del organismo. El endotelio regula el transporte capilar, participa en el proceso de la hemostasia, y regula la reactividad del músculo liso vascular. Se considera a la Prostaciclina (PGI2) y al Factor relajante derivado del endotelio (EDRF) como los mediadores más importantes de la vasodilatación vascular, además la PGI2 es un potente inhibidor de la agregación plaquetaria (33). Se comprobó que el EDRF era el Oxido Nítrico (NO) (34, 35) formado a partir de la L-Arginina. No obstante la regulación de la contracción vascular del endotelio, es más complejo de lo que al principio se esperaba, ya que tales células no sólo segregan distintas sustancias vasodilatadoras, sino que también mediatizan la contracción del músculo liso vascular subyacente con factores derivados también del endotelio (EDRF), como las inducidas por Tromboxano (TXA2) y prostaglandinas H2 (PGH2) (36). Las contracciones que se producen por la anoxia, son producto de la secreción de endotelina y el anión superóxido, ambos aceleradores de EDRF (37). El endotelio vascular tiene un importante papel en la prevención de la coagulación "in vivo", a lo que contribuyen tanto factores de su superficie como intracelulares (32). La exposición de la capa subendotelial por lesión de las células endoteliales produce agregación plaquetaria, liberación de TXA2, y componentes activos de la coagulación. Las plaquetas activadas tienen un mecanismo para regular la síntesis de PGI2 y también pueden convertir el endoperóxido de prostaglandinas secretadas por las plaquetas en PGI2. Este mecanismo quizás sea el más importante en la microcirculación, donde la razón célula endotelial/plaquetas es mayor de 1:1. Las plaquetas en estado de agregación liberan ADP, reclutando a las plaquetas cercanas para formar el tapón plaquetario y liberación de ADP, el cual causa vasodilatación (32). Las células endoteliales pueden regular los efectos del ADP y ATP, ya que poseen ectoenzimas que rápidamente los fragmentan, produciendo AMP y adenosina que es un potente inhibidor de la función plaquetaria, y vasodilatador (32). No sólo la PGI2 , sino también EDRF inhiben la adhesión plaquetaria al endotelio (36). La actividad antiplaquetaria de EDRF aumenta en presencia de PGI2 y viceversa, tal vez por los diferentes sistemas de segundos mensajeros participantes, GMP y AMPc (38) . La capacidad del endotelio para reaccionar a productos plaquetarios intraluminales y relajar el músculo liso subyacente es importante para la prevención de la obstrucción del riego sanguíneo en vasos normales (38). El endotelio tiene además una participación activa en la fibrinolisis mediante la secreción de activadores del plasminógeno, el tipo tisular (tPA) que es el más importante, y el tipo urocinasa (uPA), los cuales inducen fibrinolisis al convertir el plasminógeno en plasmina, que a su vez fragmenta fibrina insoluble en otros productos menores más solubles (32). La uPA activa el plasminógeno en su fase líquida, en tanto que le tPA es activa sólo cuando está unida a fibrina. La activación de plasminógeno a plasmina ocurre por tres vías: exógena (a través de activadores como la estreptokinasa), intrínseca (por sistema de contacto como calicreina), y extrínseca (por actividad tisular como tPA o uPA) (39). Este tPA es sintetizado y secretado por las células endoteliales después de una agresión. La trombina y las proteasas séricas estimulan la secreción de tPA en las células endoteliales, pero también inducen un aumento mayor y más persistente del Inhibidor de activación del plasminógeno derivado del endotelio (PAI), lo cual produce una disminución de la actividad total del tPA. Se sabe que el Oxígeno y los radicales peróxidos están incrementados en la PEE. Los radicales libres, incrementan la expresión de los receptores de la endotelina, potente vasoconstrictor. Los marcadores de peroxidación lipídica están claramente aumentados en la PEE comparados con mujeres con embarazo normal. Esta exageración de la peroxidación podría no sólo representar un incremento en la producción de radicales oxidados por los neutrófilos, sino tambien una deficiencia o alteración de los mecanismos antioxidantes. Algunos sistemas enzimáticos implicados en la actividad antioxidante están disminuidos en la PEE, como es el caso de la "Superoxido dismutasa" y "Catalasas". Este desequilibrio del sistema oxidativo, es uno de los mediadores de las lesiones endoteliales que acontecen en la PEE. Estos sistemas antioxidantes extra e intracelulares son activados durante el embarazo normal. El moderado descenso de los radicales thiol intra y extracelulares, durante el embarazo normal, es exagerado en la PEE y refleja el intenso consumo, frente a la capacidad antioxidante en respuesta a la agresión oxidativa. Desde hace mucho tiempo se piensa que la estructura y función de las células endoteliales podría ser anormal en la PEE; en muchas biopsias renales, se muestran acúmulos de células endoteliales glomerulares (endoteliosis glomerular), característica de esta patología. En estos últimos años esta teoría ha sido fortalecida por el hallazgo de incrementos de fibronectina circulante y polímeros de factor Von Willebrand, ambos derivados del endotelio, y por el aumento en el tiempo de escape de Azul de Evans, de la circulación, como un índice de daño capilar. Otra hipótesis que apoya esta teoría se basa en una inadecuada perfusión tisular del trofoblasto en etapas precoces de la gestación, resultando una agresión tisular, con liberación de factores tisulares, perpetuando el daño a nivel del endotelio. Se ha propuesto también que el lípido peroxidado destruye las células endoteliales, pudiendo ser generado bajo condiciones de hipoxia tisular en la placenta. La membrana microsomal de la placenta a término es muy sensible a la peroxidación lipídica in vitro, y éste peróxido lipídico, está aumentado en la sangre, y en la placenta de embarazadas con PEE. Este peróxido lipídico podría ser la "factura" del daño celular y de la alteración de la síntesis hormonal descrita en PEE. Así, podría concluirse que existe una deficiencia antioxidante en la PEE, y podría liberarse un factor circulante originado en la placenta que alteraría la función y estructura endotelial, produciendo vasoconstricción, aumentando la permeabilidad capilar, y la coagulación intravascular. 3. 5. DEFICIT DE ACIDOS GRASOS ESENCIALES El Ac. Araquidónico es el sustrato de la lipooxigenasa, precursor de 3 series de leucotrienos. Su identificación en tejidos adultos es normalmente utilizada como indicador de comienzo de la deficiencia de Ac. Grasos esenciales, y está presente en arteria placentaria humana normal, y en grandes concentraciones en arterias de fetos cuyas madres padecían PEE. Sin embargo en algunos trabajos en los que se dieron suplementos dietéticos con Ac. Grasos esenciales como profilaxis, demostraron beneficios en la población estudiada. 3. 6.ALTERACIONES EN LOS CATIONES La concentración de Calcio intracelular es un importante determinante del tono, contractilidad y reactividad vascular. El Ca intraplaquetario se ha visto que tiende a aumentar en la 2ª mitad del embarazo normal, el cual es mayor en mujeres con PEE y eclampsia. Se ha visto que la hipocalciuria se asociaba con la PEE. Sin embargo, la suplementación de dietas con calcio ha demostrado reducir los riesgos de PEE pero la población estudiada (indios andinos) no es comparable a otras poblaciónes. El magnesio intracelular medido en células rojas está disminuido en mujeres con PEE. La administración de Magnesio o antagonistas del calcio en PEE y eclampsia reduce la respuesta presora en estas pacientes. Un estudio escandinavo no encontró relación con dieta baja en magnesio y el desarrollo de PEE. Una baja concentración de zinc también ha sido relacionada con incremento del riesgo de padecer PEE, pero el suplemento de este ion no se ha relacionado con menor riesgo de la enfermedad. Hay cuatro formas de endotelinas (isómeros), que son potentes como vasoconstrictores, con efectos directos, particularmente en el riñón, y con efectos indirectos en otros sistemas presores como sistema Renina-Angiotensina-Aldosterona. También se conoce que el péptido natriurético atrial (PAN) está aumentado en la PEE. Se piensa que es un aumento secundario, en respuesta a la elevaciones de cifras tensionales. Curiosamente, las mujeres con PEE establecida, retienen ávidamente Sodio, a pesar de este aumento de PAN, por lo que debe existir una alteración en el funcionamiento de este sistema. 3. 8. ENFERMEDADES AUTOINMUNES Muchos autores han propuesto una posible relación entre ciertos casos de PEE y fenómenos autoinmunes. Hay lesiones anatomopatológicas que se dan en estas dos circunstancias, como serían áreas de infarto, y lesiones endoteliales en la placenta, y retardo de crecimiento intrauterino. Se sabe que la incidencia de PEE está aumentada en pacientes con enfermedades en donde existe alteración del sistema vascular: Diabetes, Hipertensión arterial, colagenosis, y malformaciones uterinas, lo cual podría implica una alteración de la circulación placentaria. Branch, observó que en el 16% de pacientes que desarrollaron PEE severa después de las 34 semanas de gestación, tenían niveles circulantes de anticuerpos antifosfolípidos.. Millez observó que el 16% de mujeres con PEE tenían factor anticoagulante lúpico, anticuerpo anticardiolipina, y antifosfolípido, comparado con el 3% en embarazos normales. Algunos anticuerpos antifosfolípidos actuarían bloqueando la activación celular por modificación de la actividad enzimática de la membrana. La prescripción de aspirina en la prevención de la PEE podría actuar a nivel de este bloqueo en las células T. La aspirina incrementa la concentración de Ca++ intracelular, y el Ca++ es un segundo mensajero, el cual es esencial en señalar la activación celular, especialmente de las células T, aparte de sus efectos sobre las Prostaciclinas. |
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