Capítulo 1. 18. Canalización vascular

1. INTRODUCCIÓN


En los últimos 20 años el uso de catéteres intravasculares ha presentado un notable incremento, debido fundamentalmente a la expansión de 4 áreas de trabajo: Los cuidados críticos, la diálisis, el soporte nutricional y la oncología (1). Sin embargo, la canalización venosa central sigue considerándose un procedimiento invasivo cuya utilización debe ser cuidadosamente valorada. Es imprescindible una indicación apropiada, una elección de la vía más conveniente y selección del tipo de catéter más adecuado. También será necesario, para conseguir la mayor seguridad, que la persona encargada de la canulación vascular sea experta en estas técnicas y conozca adecuadamente la mejor vía en cada caso, así como las posibles complicaciones que pudieran surgir.

A este desarrollo, también han contribuido los avances realizados en los materiales usados para la fabricación de los catéteres. Inicialmente estos se fabricaban con polietileno, polivinilo o nylon; estos materiales por su rigidez pueden facilitar la manipulación, pero a su vez son los más trombogénicos. Otros productos como los fluorocarbonos en forma de Teflon TFE (tetrafluoroetileno) y Teflon FEP (un polímero de hexafluoropropileno y tetrafluoroetileno) son menos trombogénicos; en este sentido, los catéteres fabricados con elastómeros de silicona son los menos trombogénicos pero son excesivamente flexibles, lo que dificulta en ocasiones su introducción.