Capítulo 7. 3. Infecciones del tracto urinario

3. EPIDEMIOLOGIA Y FACTORES DE RIESGO


La epidemiología de una ITU puede analizarse desde diferentes perspectivas.
Una de las formas se basa en el germen aislado  2 . El tipo de microorganismo
puede orientarnos si se trata de una ITU no complicada o complicada. En la ITU complicada E. coli es un gérmen menos prominente, y otros bacilos gramnegativos como Enterobacter, Pseudomonas, Providencia y Morganella spp, microorganismos grampositivos como Enterococcus, Streptococcus y Staphilococcus spp y hongos, especialmente Candida spp, son responsables de estas infecciones.
Sin embargo y de forma habitual la naturaleza del huésped es la que determina la epidemiología de una ITU. En la figura 1 se detalla la incidencia de ITU y la prevalencia de bacteriuria asintomática de acuerdo con la edad y el sexo.
Durante el primer año de vida, las ITU son más frecuentes en el varón,
probablemente en relación con la existencia de anomalías congénitas de la
uretra; la prevalencia de anomalías congénitas con obstrucción del flujo  urinario es del 10-20% en niños con ITU en los primeros 2 meses de vida  8, 9 , estimándose que un tercio de los niños en los que se establece el diagnóstico de pielonefritis tienen reflujo vesicoureteral 10 . Otros investigadores demuestran que los niños no circuncidados en el primer año de vida tienen una incidencia 10-20 veces mayor de ITU que los circuncidados  11, 12 .
En el niño y en el adulto joven tanto la bacteriuria como la infección sintomática son muy raras. La homosexualidad y la actividad sexual con una pareja infectada son dos factores de riesgo asociados al desarrollo de ITU no complicada en varones de 20-50 años de edad  13 , con agentes etiológicos similares a las ITU en el sexo femenino. La prostatitis crónica es una causa frecuente de infección urinaria recidivante en el varón adulto.
A partir de los 50 años la prevalencia de ITU aumenta de forma progresiva en el varón, quizás en relación con patología prostática o manipulaciones del tracto urinario.
En la mujer la prevalencia de ITU pasa del 1% en la edad escolar al 5% a la edad de 20 años, epidemiológicamente asociada con el inicio de relaciones
sexuales. El uso de diafragma y espermicida también se han relacionado con una mayor incidencia de ITU en la mencionada población 14, 15 .
A partir de los 20 años la prevalencia de ITU en la mujer sigue en aumento, a razón de un 1-2% por cada década de vida, de modo que a los 70 años más del 10% de las mujeres tienen bacteriuria asintomática. En la mujer postmenopáusica existe una mayor predisposición a la infección urinaria, como resultado del incremento del pH vaginal y la subsecuente alteración de la flora endógena.
El embarazo es un factor de riesgo independiente para el desarrollo de ITU, con una prevalencia de bacteriuria del 4-10% de las mujeres gestantes 16 . Un 20-40% de tales pacientes podrán desarrollar pielonefritis en el embarazo y está bien documentada la relación entre bacteriuria asintomática en la gestación y riesgo de prematuridad, parto pretérmino y posiblemente efectos adversos fetales  17, 18 . Por tanto se recomienda el screening de bacteriuria durante la gestación.
En ancianos de ambos sexos afectos de una enfermedad debilitante crónica u hospitalizados, la prevalencia de bacteriuria supera el 25% de la población.
Los enfermos portadores de catéteres urinarios tienen un riesgo aumentado de desarrollar ITU, representando una de las infecciones nosocomiales más frecuentes. El paciente con un sistema cerrado por un período superior a 4 días tiene un 10-20% de incidencia de infección, comparado con un 95% cuando el catéter persiste más allá de 30 días. Un 1% de los enfermos
ambulatorios desarrollan ITU tras cateterización única 19 .
Finalmente determinadas enfermedades predisponen a una mayor incidencia o severidad de una ITU, tales como diabetes mellitus, trasplante de órgano sólido, granulocitopenia, enfermedad granulomatosa crónica, SIDA y enfermedades neurológicas, en especial lesionados medulares 2021, 22 .