Capítulo 10. 5. Intoxicaciones por organofosforados

3. INTOXICACIONES CRONICAS POR INSECTICIDAS ORGANOFOSFORADOS


En los últimos años se presta gran importancia a los posibles efectos crónicos que puedan ejerecer los IOF sobre los seres humanos (63).

Es dificil calcular el número de intoxicaciones crónicas (IC) por IOF. La OMS calcula que a nivel mundial más de 750.000 personas presentarían algún tipo de efecto crónico por plaguicidas. En España, un estudio de seguimiento de 3 años en 827 trabajadores agrícolas detectó que un 13% de éstos sufria problemas crónicos que podrian estar relacionados con el manejo de los IOF, y que el número de IC quintuplicó al de IA (64).

Las manifestaciones clinicas de la IC por IOF afectan con preferencia al área neuropsicológica (65). Los pacientes pueden presenter signos inespecificos, como ansiedad, astenia, depresión y alteraciones en el comportamiento; con menor frecuencia refieren parestesias y debilidad muscular. Se han demostrado alteraciones electroencefalográficas cuyo significado está aún por dilucidar (66) . Estos desórdenes neuromusculares pueden permanecer durante semanas o meses (67). Ocasionalmente se han relacionado ciertas alteraciones digestivas y respiratorias con la IC por IOF  (66, 67).

Recientemente se han publicado diversos trabajos sobre los posibles efectos carcinogénicos y mutagénicos de los IOF, basados en su poder como agentes alquilantes. Aunque la International Agency for Research on Cancer concluyó en 1983 que existe un bajo poder mutagénico de los IOF sobre los mamiferos (68), la interpretación de sus resultados ha sido controvertida y no hay estudios lo suficientemente amplios en humanos que confirmen esas sospechas. En estudios experimentales en animales, la administración de IOF durante la gestación ha causado aumento de las muertes perinatales y algunas anomalies congénitas (69) . Sin embargo estos efectos no se han comprobado en el hombre, y contactos repetidos e importantes con IOF durante los meses del embarazo se han seguido del nacimiento de bebés sanos (70).

El diagnóstico de la IC por IOF debe partir de una rigurosa historia laboral de exposición a los IOF. No obstante la poca especificidad de las manifestaciones clínicas hace dificil el diagnóstico. Recientemente se ha comunicado que el aumento en los umbrales sensitivos vibratorios puede ser útil para el diagnóstico precoz de la exposición crónica a los IOF (71).

Un descenso en los valores de la CE puede ser una inestimable ayuda para el diagnóstico de la IC por IOF. Se suele preferir medir el valor de la CEE (31), aunque la CES también está disminuida. El descenso de la actividad de la CEE por debajo del 60% o de la CES por debajo del 70-80% de su valores normales se han considerado diagnósticos de la IC por IOF (72).

Algunos autores defienden que la medida de los metabolitos de los IOF en la orina puede ser útil para el diagnóstico de exposición ocupacional a los IOF. El indice de latencia distal podria ser un buen parámetro de exposición (102) .

No existe tratamiento para esta patología. Por ello las medidas preventivas son el mejor arma que tenemos para evitar la IC por IOF.