Capítulo 10. 9. Intoxicación por productos de limpieza

3. PRODUCTOS DE LIMPIEZA. FUENTES.


En la actualidad se advierte un cambio en el modelo de intoxicación, aproximadamente el 90% de las mismas son accidentales (11), siendo las drogas y medicamentos la fuente principal seguida en segundo lugar por los productos de limpieza. En la edad pediátrica dicha tendencia se invierte, siendo los productos de limpieza la principal fuente seguida por los medicamentos (12).
 
Tabla 1. Relación de substancias ácidas
Ácido clorhídrico: limpiametales, limpiadores de W. C. limpiadores de piscinas.
Ácido sulfúrico: baterías de automóviles, limpiadores de sumideros, agua fuerte (sulfúrico + nítrico)
Bisulfito sódico: limpiadores de W.C.
Ácido oxálico: desinfectantes, pulidores de muebles.
Ácido fluorhídrico: productos antiherrumbre.
Formaldehído (ácido fórmico): tabletas desodorantes, fumigantes, productos para reparar plásticos.
Ácido carbólico: antisépticos, conservantes.

 
Tabla 2. Relación de álcalis
Hidróxido sódico o potásico: detergentes, decaptantes de pintura, limpiadores de sumideros, limpiahornos, tabletas de clinitest, limpiadentaduras.
Hipoclorito sódico: lejías, limpiadores.
sales sódicas (boratos, fosfatos): detergentes, productos para lavaplatos eléctricos, reblandecedores del agua.
Amoníaco: limpiadores de W.C., limpieza y pulimento de metales, colorantes y tintes para el cabello, productos de antiherrumbre, productos para la limpieza de joyas.
Permanganato sódico
Fósforo: raticidas, insecticidas, pirotecnia.

3. 1. BLANQUEANTES. LEJÍAS

Las sustancias blanqueantes en presentación líquida pueden contener hipoclorito en concentración mayor del 10%, ácido oxálico, o perborato pudiendo producir toxicidad.

El hipoclorito en concentraciones del 20% produce daño esofágico. Los productos de limpieza que contienen menos del 10% de hipoclorito, no suelen producir lesiones salvo que una cantidad masiva sea ingerida o aparezcan vómitos (13. 14). Los blanqueantes de presentación granular son más tóxicos por ser más concentrados.

El ácido oxálico presente en limpiadores de metal, manchas de tinta y óxido,
puede producir lesiones corrosivas y más tarde daño renal e hipocalcemia.

El perborato en gran cantidad ocasiona toxicidad por ácido bórico, produciendo convulsiones, daño renal y manifestaciones en piel.

El hipoclorito combinado con amoníaco o con ácidos concentrados para limpieza de sanitarios libera humos que pueden producir de forma infrecuente edema pulmonar.

3. 2. CÁUSTICOS Y CORROSIVOS

Forman parte de las intoxicaciones por sustancias más peligrosas del hogar. Se comentan en una sección aparte.

3. 3. DETERGENTES Y JABONES.

3.3.1. Jabones

Suelen presentar efectos de baja toxicidad. Cuando los jabones de lavado tanto en forma líquida como sólida son ingeridos presentan náuseas, vómitos y
diarrea en pocos minutos. Cuando se produce lesión por contacto ocular, éste puede originar conjuntivitis leve. Finalmente, las manifestaciones en piel son debidas a propiedades irritativas o a reacciones de hipersensibilidad.

3.3.2. Detergentes.

Son productos de limpieza no jabonosa . Las formas de presentación  pueden ser líquida, granular o en spray. Contienen surfactantes, los cuáles disminuyen la tensión superficial y permiten una mayor penetración en la superficie. Los surfactantes se pueden clasificar como aniónicos, no iónicos, catiónicos y anfotéricos basados en la carga eléctrica. Suelen contener sales inorgánicas como constituyentes, para mantener un pH y combinarse con calcio y otros minerales en aguas duras que interfieren con la limpieza.

3.3.2.1. Detergentes aniónicos y no aniónicos.

La absorción gastro-intestinal y sistémica son mínimas. Localmente pueden presentar irritación de piel y mucosas cuando permanecen en contacto durante tiempo.

En teoría cuando la absorción sistémica se produce pueden originar hipocalcemia y tetania.

La mayoría de los detergentes sin fosfatos contienen carbonatos o silicatos. En el año 1972 se demostró que cuando el detergente contenía más del 30-35% de carbonato, más del 10% de silicatos, o tenía pH de 11.5 o mayor (15), producía una importante lesión corrosiva en el esófago y estómago de gatos. Sin embargo la mayoría de detergentes sin fosfatos generalmente tienen valores de pH menores de 11.

Aparecen lesiones respiratorias serias tras la ingestión e inhalación de detergentes en polvo para lavadora, el síntoma más frecuente es estridor y salivación. Puede ser mínimo el daño esofágico. Los detergentes para lavadoras líquidos que contienen ethoxilato cuando son ingeridos en cantidad superior a 10 ml/Kg producen ataxia y depresión sistema nervioso central.

3.3.2.2. Detergentes para lavavajillas automáticas.

Tienen potencial para producir lesiones cáusticas. Están disponibles tanto en forma líquida como granular. Algunos incluso en ausencia de lesiones de irritación oral pueden producir daño esofágico e incluso estenosis.

La exposición a pequeñas cantidades de detergentes líquidos con pH entre 11.8- 12.7 no suele ser tóxica. Un análisis de exposición a detergentes  líquidos mostró que en más del 91% de los pacientes expuestos no tenían reacciones adversas, y solo 8% tenían irritación oral. La exposición ocular pueden producir irritación y abrasión corneal (16)

3.3.2.3. Detergentes catiónicos.

Son compuestos cuyas moléculas en disolución se disocian, quedando el grupo activo cargado positivamente (catión), utilizándose mayoritariamente en los suavizantes para la ropa. Algunas sales de amonio cuaternario se utilizan como agentes desinfectantes en productos de limpieza doméstica e industrial. La dosis tóxica estimada corresponde a 30 mg/Kg, y la dosis potencialmente faltal 1-3 gr. Pueden causar toxicidad sistémica con convulsiones. Concentraciones mayores de 7.5% se pueden comportar como cáusticos.
En general la mayoría de estas sustancias se encuentran a concentraciones del 2% o menores y no son tóxicas salvo que cantidades excesivas sean ingeridas.

Ante la situación de ingesta se recomienda como medidas de tratamiento, dilución con leche o agua y observación en casa. Si la concentración es < 7.5% suele ser suficiente con solo observación; si la concentración es > 7.5% se debe de hacer dilución con agua o leche , descontaminación de la piel y los ojos con agua y seguimiento. Se debe evitar el vómito, no hay datos a favor del uso de jabones (agua jabonosa ) para absorver el detergente catiónico no absorvido, e incluso pueden resultar perjudiciales por favorecer el vómito.

3.4 . LESIONES POR AGUA OXIGENADA.

Las lesiones producidas por agua oxigenada, tanto en el tramo digestivo alto como en el colon son infrecuentes, ocurriendo la mayoría de las veces de forma accidental. El peróxido de hidrógeno es un antimicrobiano, se utiliza de forma comercial a una concentración del 3% como desinfectante. Su acción antimicrobiana se limita al momento de la aplicación, ya que es inmediatamente descompuesto por la acción de las catalasas de la sangre. El peróxido de hidrógeno tiene la capacidad de comportarse como oxidante o reductor. Generalmente actúa como oxidante, lesiona las proteinas de las membranas celulares produciendo la destrucción celular. Existen estudios 
experimentales que demuestran un efecto nocivo directo a nivel vascular local y citolisis endotelial. Además de las complicaciones locales, también se han descrito varias complicaciones sistémicas secundarias a la ingestión de agua oxigenada, como embolismos gaseosos venosos, embolismos portales, embolismos pulmonares con parada respiratoria, defectos neurológicos residuales secundarios a parada respiratoria e incluso muerte por embolia gaseosa. No obstante las lesiones suelen estar limitadas a la mucosa, generalmente no es necesaria la cirugía, reservándose ésta para casos de
perforación, peritonitis y shock. Teniendo en cuenta además que es una cirugía con alta tasa de morbi-mortalidad, el tratamiento de elección actual es el tratamiento conservador, administrándose nutrición parenteral para conseguir el reposo de la mucosa dañada y antisecretores. Se discute la conveniencia de la corticoterapia y de la antibioterapia, sin que existan estudios que hayan probado definitivamente su eficacia. Existen algunos estudios in vitro que demuestran el efecto protector de las prostaglandinas y de la desferroxiamina frente a las lesiones producidas por el peróxido de hidrógeno.

3.5. ÁCIDO FLUORHÍDRICO.

Es un ácido débil, penetra profundamente en los tejidos, en los cuales tiene lugar la disociación, lo que libera con lentitud los iones fluoruros intensamente negativos que se unen con avidez al calcio y el magnesio. Las quemaduras cutáneas pueden ser tratadas con un gel tópico de gluconato de calcio. Si el dolor no cede, puede ser necesaria la infiltración subcutánea de gluconato de calcio. A veces puede ser necesario administrar grandes cantidades de cloruro o gluconato de calcio intravenoso para prevenir la hipocalcemia. Nunca se debe inyectar cloruro de calcio en lugar de gluconato de calcio subcutáneo al ser muy irritante (17).