Capítulo 10. 9. Intoxicación por productos de limpieza

5. FISIOLOGÍA


La naturaleza del cáustico es uno de los primeros puntos de discusión a la hora de unificar nuestra actuación. En este sentido recordaremos de forma breve algunas de sus propiedades.

Ácido es todo compuesto de un elemento electronegativo con uno o más átomos de hidrógeno reemplazables por átomos electropositivos.

Álcali es sinónimo de base porque todas estas sustancias aumentan la concentración de iones oxhidrilo cuando están en disolución acuosa.

El mecanismo de acción, con respecto a la mucosa del tracto digestivo es diferente.

Los ácidos producen una necrosis por coagulación de la albúmina formándose una escara firme y protectora sobre la mucosa que dificulta su penetración salvo en concentraciones elevadas y si el paso no es rápido. Las lesiones suelen verse en esófago inferior (sin ser tan destructivas como por álcalis) , cardias y cavidad gástrica (18).

Los álcalis son altamente destructivos a nivel esofágico porque penetran profundamente en su capa muscular al provocar una necrosis por licuefacción, con desnaturalización de las proteínas, saponificación de las grasas y trombosis de los capilares. Estas reacciones pueden originar perforación esofágica (18). Los cáusticos alcalinos afectan con mayor intensidad la boca, faringe y tercio superior de esófago.

Podemos distinguir cuatro fases en este proceso:

- Primera fase ( de 1 a 4 dias): necrosis con saponificación, trombosis vascular e intensa reacción inflamatoria.

-Segunda fase ( del 3º al 5º día): queda definida la ulceración.

- Tercera fase (del 5º al 12º día): se inician los procesos reparadores, edema
inflamatorio y tejido de granulación. Es el periodo de máxima debilidad de la pared.

- Cuarta fase ( 3ª a la 4ª semana) : cicatrización. Se inicia la estenosis progresivamente.

Hasta hace poco se tenía la creeencia de que los álcalis afectaban preferentemente al esófago pues se contaba en parte con que el efecto tampón del contenido gástrico preservaba al estómago de parte de su acción. Hay pruebas suficientes para desterrar esta creencia, pues el tiempo de permanencia de la sustancia unido al espasmo pilórico que suele producirse, son los factores determinantes de que la lesión del estómago por álcalis sea importante.

La mayoría de trabajos no tienen en cuenta la cantidad ni la concentración del
álcali ingerido, la cuál determina la extensión y severidad del daño gastro-intestinal. De este modo hay informes de lesiones severas contiguas de esófago a estómago causadas por la ingestión de álcalis fuertes ( 19).

La incidencia de afectación gástrica por álcalis probablemente ha sido infravalorada debido a las siguientes razones:

1. No suelen ser suficientemente valorados factores tales como el tipo de álcali, concentración y cantidad, que determinan el lugar y extensión de la lesión gastrointestinal.

2. En la mayoría de ocasiones durante la fase aguda se procede a esofagoscopia en detrimento de la esofagogastroduodenoscopia.

En base a los hallazgos endoscópicos, la ingestión de álcalis fuertes produce
severa lesión gástrica, más importante de lo que es documentado en la literatura( 20. 21)

A diferencia, los álcalis débiles tales como amoníaco, producen lesiones leves solo en el esófago (19). De forma contraria a la creencia general de que el esófago es respetado en la ingestión de ácidos, dicha lesión aparece en cifras próximas al 80% con posterior desarrollo de estenosis en el 38% (21).

La incidencia de esofagitis corrosiva probablemente ha sido desestimada en la
literatura por las siguientes razones:

1. Las revisiones sobre lesiones por ácidos en el tracto gastrointestinal son pocas y basadas en un pequeño número de pacientes.

2. Factores tales como el tipo de ácido, concentración y cantidad, los cuáles determinan la extensión y lugar del daño gastrointestinal, han sido escasamente recogidos.

3. Escasa frecuencia en la utilización de la endoscopia durante la fase aguda.

La localización de la afectación gástrica más frecuente es la mitad distal del estómago. Las secuelas tardías incluyen estenosis del antro pilórico,  deformidad en reloj de arena, aspecto y deformidad similares a la linitis plástica. La escasez de lesión en el duodeno en contraste con el estómago y esófago es posiblemente debido a la combinación del espasmo pilórico inducido por el ácido irritante en el antro y el pH alcalino del duodeno. Dichas lesiones duodenales suelen ser leves o moderadas y curan en la mayoría de las ocasiones.