1: Instalación
de una sonda nasogástrica:
- Aspiración continua hasta las 96 - 120 horas post-ingesta. - Se interrumpirá la aspiración cada 3 - 4 horas para la administración periódica de carbón activado y de purgantes o catárticos conjuntamente: Sulfato sódico o magnésico (15-30 gramos) junto a 50-100 gramos de carbón activado, diluido todo en 250-300 ml de agua o suero fisiológico. 2: Intensa reposición de líquidos: Por vía endovenosa, con soluciones salina y glucosada. 3: Monitorización y seguimiento: De parámetros analíticos (hemostasia, función renal y hepática, niveles de glucemia), balance hídrico, constantes, presión venosa central y diuresis. Especial interés tienen el tiempo de protrombina, factor V y antitrombina III, así como los niveles de glucemia, bilirrubina y transaminasas. 4: Diuresis forzada neutra: >2 ml/kg/hora de orina durante el primer día. Mantenerla hasta las 36 - 48 horas post-ingesta. 5: Administración por vía intravenosa, con la finalidad de bloquear la entrada de toxinas en la célula hepática de uno u otro de estos antídotos (pueden utilizarse conjuntamente): - Silibinina (Legalón® IV. ampollas):
De 20 a 50 mg/Kg/día en 4 administraciones.
6: Bicarbonato, ClK, vitamina K, plasma fresco etc. de acuerdo con la evolución analítica. 7: Hemoperfusión en carbón activado o en Amberlyte®, en las primeras 24 horas post-ingesta, en casos presumiblemente graves y en aquellos que no respondan a la terapia inicial de forzar la diuresis. 8: En caso de manifestarse signos de fracaso hepatocelular severo, plantearse la posibilidad de un trasplante hepático. El parámetro más útil para predecir los casos que van a ser subsidiarios de este tratamiento es la determinación seriada del factor V, de la antitrombina III y de la tasa de Quick o protrombina. |