Comunicación Nº: 030 | English version |
Dr Eduardo Luévano Flores, Dr Arturo Jáuregui Cruz.
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El infarto total de un ganglio linfático es un evento poco
frecuente, que generalmente se piensa es secundario a algún
padecimiento vanal, principalmente de origen inflamatorio, sin
embargo, se ha reportado en la literatura que este hallazgo puede
ser un signo importante de la presencia de un linfoma, y aun
cuando no sea posible diagnosticar en un ganglio linfático
totalmente infartado, esto debe forzar al clínico y al patólogo
a descartar la posibilidad de un proceso linfoproliferativo
subyacente, (1)por otro
lado, el abordaje diagnóstico de un ganglio linfático crecido,
incluye a una larga lista de procesos neoplásicos y no
neoplásicos que el patólogo debe tener en cuenta al estudiar
una linfadenopatía, un proceso patológico que generalmente se
considera al final de esta larga lista de diagnósticos
diferenciales es la linfadenopatía histiocitaria necrotizante
(LHN), también llamada enfermedad de Kikuchi-Kujimoto.
originalmente reportada en países asiáticos, se ha descrito en
Europa, Arabia Saudita, Estados Unidos de Norteamérica,
Australia, Nueva Zelanda, Puerto Rico, Argentina y otros lugares (2). Recientemente
tuvimos oportunidad de estudiar un caso de una paciente femenina
cuya biopsia inicial de un ganglio linfático cervical mostró
infarto total, se efectuó una segunda biopsia de ganglio para
descartar la posibilidad de un linfoma, sin embargo se
encontraron los datos histopatológicos característicos de esta
enfermedad de Kikuchi y Fujimoto, hasta donde pudimos investigar,
no se ha reportado en la literatura a la LHN como causa de
infarto total de ganglio linfático.