Comunicación |
Alberto de la Cruz Mera y *Alfonso Mariño Cotelo
El tamoxifeno es un antiestrógeno trifeniletileno no esteroidal sintético que ha sido utilizado en el tratamiento del cáncer de mama desde principios de los 70. Por su probada eficacia en reducir la incidencia de cánceres primarios contralaterales, y en prolongar no solo la supervivencia libre de enfermedad sino también la supervivencia global , actualmente es la terapia hormonal universalmente usada en el tratamiento del cáncer de mama (1).
Su demostrado beneficio en el tratamiento de todos los estadios del cáncer mamario sumado a una escasa incidencia de efectos secundarios, incluso ha llevado a postular su uso en mujeres sanas para prevenir la aparición del mismo (2).
El mecanismo de acción del tamoxifeno es complejo y no bien comprendido en la actualidad, pero está demostrado que es dual y paradójico, comportándose como droga antiestrogénica en la mama y como agonista estrogénico en el utero. En consecuencia una variada patología endometrial asociada a su uso ha sido descrita y comprende desde pólipos a hiperplasia, así como diversos tipos de tumores malignos (3).
El objetivo de este estudio es analizar nuestra experiencia con el uso de este fármaco, describiendo la poco frecuente y variada patología endometrial que hemos observado asociada a su utilización.