Efectos
del uso precoz de Atenolol y Captopril en el tamaño del infarto y en el volumen
del VI
Artículo
original: Galcera-Tomas J, Castillo-Soria FJ, Villegas-Garcia M,
Florenciano-Sanchez R, Sanchez-Villanueva JG, de La Rosa JA, Martinez-Caballero
A, Valenti-Aldeguer JA, Jara-Perez P, Parraga-Ramirez M, Lopez-Martinez I,
Inigo-Garcia L, Pico-Aracil F. Effects of Early Use of Atenolol or Captopril on
Infarct Size and Ventricular Volume: A Double-Blind Comparison in Patients With
Anterior Acute Myocardial Infarction. Circulation 2001; 103: 813-819.
Introducción: Tanto los beta-bloqueantes como los IECA mejoran el pronóstico a largo plazo
cuando se administran durante la fase aguda del infarto, especialmente en los
pacientes de alto riesgo. Ambos son capaces de atenuar la activación
neurohormonal producida durante la disfunción ventricular, y reducen la
incidencia de muerte súbita y la mortalidad cuando son administrados en las
primeras horas tras un IAM. Dado que el pronóstico del IAM está en gran parte
influido por los cambios morfológicos que se producen en el VI, es lógico
pensar que el beneficio producido por los dos tipos de fármacos podría deberse
a un similar efecto sobre la preservación de la geometría ventricular.
Resumen: Se estudiaron 121 pacientes consecutivos con IAM anterior extenso, los
cuales fueron tratados aleatoriamente con captopril o atenolol administrados lo
más precozmente posible. El tamaño del infarto se valoró mediante SPECT a los
cinco días. Los cambios en el volumen telediastólico del VI se valoraron
mediante ecocardiografía a la semana y a los tres meses. Ambos grupos de
pacientes fueron sometidos al mismo tratamiento global del IAM. El tamaño del
infarto fue mayor en el grupo del captopril, 28.3±13% contra 20.0±13% (P<0.01).
Los cambios del VTD observados mediante la ecocardiografía a la semana y a los
3 meses con respecto a los basales fueron respectivamente: 58±14 contra 64±19
(P<0.05) y 65±21 mL/m2 (P<0.05),
respectivamente, con captopril, y 58±18 versus 64±18 (P<0.05)
y 69±30 mL/m2 (P<0.05), respectivamente, con
atenolol. No hubo cambios significativos en el volumen telesistólico. Sin
embargo, entre los pacientes con defectos de perfusión > 18%, los tratados
con atenolol mostraron incrementos significativos en los volúmenes
ventriculares, mientras que los del grupo del captopril no. La conclusión es
que el atenolol sólo quizás no sea el tratamiento mejor para los pacientes con
infartos más extensos, ya que no ofrece una adecuada protección contra la
dilatación ventricular.
Comentario: parece un estudio
bien realizado que documenta un hecho ya conocido experimentalmente y que pone
las bases científicas para una terapéutica que empleamos habitualmente.
Ramón
Díaz Alersi
©REMI, http://remi.uninet.edu . Marzo
2001.
Enlaces:
Palabras clave: Infarto agudo
de miocardio; Atenolol; Captopril; Función ventricular.
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