Efectos de la hipertensión inducida con noradrenalina en pacientes con grandes ictus
hemisféricos
Artículo
original: Schwarz
S, Georgiadis D, Aschoff A, Schwab S. Effects
of induced hypertension on intracranial pressure and
flow velocities of the middle cerebral arteries in patients
with large hemispheric stroke. Stroke 2002; 33: 998-1004.
Introducción:
La
hipertensión arterial (HTA) es un hallazgo frecuente en las fases iniciales del
ictus isquémico, incluso en pacientes sin hipertensión previa, y se ha
asociado a mal pronóstico y a un mayor riesgo de progresión de los
déficits. Habitualmente se recomienda no tratar la HTA en los
primeros días de evolución, por miedo a aumentar el área del infarto al
comprometer el flujo en zonas con isquemia reversible y autoregulación
alterada. Mediante pruebas de imagen se ha demostrado que existen amplias
zonas de penumbra isquémica que se mantienen inestables en extensión y
tiempo, y que aún son detectables tan tarde como 17 horas después del
comienzo del ictus. La hipertensión inducida podría teóricamente mejorar la
perfusión cerebral en dichas zonas, disminuyendo el tamaño del infarto.
Resumen:
En un estudio prospectivo, los autores evaluaron en 47 ocasiones en 19
pacientes con grandes ictus hemisféricos en situación estable (infarto
completo o subtotal de una arteria cerebral media) el efecto de un aumento
en la tensión arterial inducido mediante la infusión de noradrenalina
sobre los siguientes parámetros: tensión arterial, presión
intracraneal, presión de perfusión cerebral y velocidad de flujo en
ambas arterias cerebrales medias (ACM) medida por doppler transcraneal. La noradrenalina produjo un
aumento de la tensión arterial y de la presión de perfusión cerebral
sin aumentos relevantes en la presión intracraneal. La velocidad de
flujo, parámetro relacionado directamente con la perfusión cerebral,
aumentó en ambas ACM, pero lo hizo de manera más
acusada en la del lado del infarto.
Comentario:
Los datos presentados muestran que la hipertensión inducida con noradrenalina puede
aumentar la perfusión cerebral en pacientes estables con ictus
hemisférico masivo. El marcado aumento de la velocidad de flujo en el
lado del infarto (25 cm/seg, frente a 9 cm/seg en el lado contralateral)
indica que, efectivamente, la autoregulación cerebral se encuentra
alterada en el hemisferio afecto, y que el flujo sanguíneo cerebral es
dependiente de una adecuada presión de perfusión. En el estudio solo se
incluyeron pacientes con PIC normales, y la hipertensión se mantuvo solo
durante unos minutos, por lo que no se conoce el efecto que tendría la
noradrenalina en pacientes con PIC elevadas o administrada durante
periodos de tiempo más prolongados. Los efectos sobre la hemodinámica
cerebral de la hipertensión inducida son por tanto aún poco conocidos, y
se desconoce por completo el efecto que pudieran tener dichos cambios
sobre el pronóstico de los pacientes.
Eduardo
Palencia Herrejón
©REMI, http://remi.uninet.edu.
Abril 2002.
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Palabras clave:
Ictus isquémico, Perfusión cerebral, Doppler transcraneal, Presión
intracraneal, Noradrenalina, Tratamiento.
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