Capítulo 1. 17. Hipertensión en el embarazo

11.- PREVENCION


El objetivo último de la prevención de la PEE exige tanto la identificación precoz de la enfermedades las pacientes en situación de riesgo como las estrategias que prevengan o eliminen la enfermedad. Se han utilizado los antecedentes familiares, la nuliparidad y la prueba con cambio de posición (positiva si aumenta la TAD en 20 mm Hg al pasar de decúbito lateral a supino), pero su valor predictivo es escaso (88) . Del mismo modo, ni el valor medio de la tensión arterial durante el segundo trimestre ni la elevación por encima del limite en el tercer trimestre fueron significativos para poder predecir la aparición de PEE. Con fines científicos, se ha utilizado con éxito la prueba de sensibilidad a la angiotensina (cantidad de angiotensina II infundida por kilo y minuto necesaria para elevar la presión arterial diástolica 20 mm Hg) para identificar a las mujeres con riesgo elevado de desarrollar PEE.

Actualmente se están estudiando varias estrategias para la prevención de la PEE entre las mujeres de alto riesgo. A menudo se emplean periodos de descanso diario, pero hasta ahora este método ha resultado ineficaz. Se ha demostrado que el suplemento de calcio (1-2 g diarios) durante 15 semanas de gestación reduce la tensión arterial durante el embarazo (85) y actualmente se están realizando varios ensayos clínicos. La administración de pequeñas dosis de ácido acetilsalicilico (100 mg) esta recibiendo gran atención dados los resultados iniciales tan prometedores, y en un ensayo de distribución aleatoria se ha demostrado una menor incidencia de hipertensión inducida por el embarazo y de PEE entre las mujeres tratadas (89, 90). Se ha visto que pequeñas dosis de aspirina suprimen de forma selectiva el TBX B2 (potente vasoconstrictor y estimulador de la agregación plaquetaria) de las plaquetas maternas, mientras que no afectan a la prostaciclina vascular (potente vasodilatador e inhibidor de la agregación plaquetaria).Todos los estudios realizados demuestran que la aspirina a dosis bajas disminuye el riesgo de PEE y consigue gestaciones mas prolongadas, con mayor peso fetal al nacimiento, y sin efectos secundarios para el feto ni para la madre. Aunque entre los efectos potenciales de la ingestión de aspirina en el neonato están los defectos cardiacos congénitos, el cierre del conducto arterioso, oligohidramnios y las alteraciones de la coagulación, no se han observado efectos secundarios importantes con su administración a dosis bajas durante el embarazo.

Los sedantes no son recomendados para tratamiento de la tensión arterial, son ineficaces, y pueden provocar depresión respiratoria del neonato.

Con un mejor conocimiento de la base bioquímica de esta enfermedad, será posible discernir qué grupo podrá beneficiarse del tratamiento preventivo de manera especifica.