Capítulo 9.5. Patología de la Altitud
 
1. RESEÑA HISTORICA:

En el año 403 a.C., Hui Jiao, cronista chino que recorría la Ruta de la Seda, anotaba así la enfermedad de su compañero de viaje: "El viento helaba hasta los huesos en la sombría vertiente norte de las Montañas Nevadas Menores. Hui Jing estaba grave, su boca espumeaba, perdía fuerzas muy aprisa y desfallecía aquí y allá. Finalmente cayó muerto sobre la nieve."1 

Probablemente se había descrito por primera vez el edema pulmonar de gran altitud. 

Ciento cincuenta años despues, el jefe mogol Mirza Mohamed Haidar describía de igual manera el transtorno devastador que azotaba a sus tropas de montaña por el Altiplano Tibetano (por encima de los 4.000 metros). Entre los años 37 y 32 a.C. Too Kin, un oficial del gobierno chino, en lo que hasta hace poco se tenía por la primera descripción escrita del mal de montaña agudo, comentaba de un hombre que cruzaba el paso de Kilik, en el Himalaya "su cara se volvió pálida, su cabeza le dolía y comenzó a vomitar"2

A fines del siglo XVI, el sacerdote jesuíta José Acosta se expresaba en términos parecidos a propósito del paso por un puerto elevado de los Andes. No obstante, la primera descripción en lengua española es el relato que hizo Diego de Ordaz a su regreso de la cumbre del Popocatepegui, en 1519. 

Ni Hui Jiao, ni Haidar, ni Too Kin, ni el Padre Acosta conocían la causa de esta enfermedad. Y no la conocían porque no fué hasta mediados del siglo XVII cuando se comprendió la naturaleza de la atmósfera de la Tierra. Fué entonces, cuando una serie de experimentos realizados por Gaspar Berti, Evangelista Torricelli, y Florin Périer demostraron que la atmósfera pesaba, y que su presión decrecía con la altitud. 

El 8 de Agosto de 1786, a las 6 horas y 23 minutos de la tarde, el doctor Michael-Gabriel Paccard, y Jacques Balmant alcanzaron la cumbre del Mont Blanc (4807 metros). Las molestias que acusaron al efectuar esta primera ascensión de la cima más alta de los Alpes se atribuyeron "al calor y al estancamiento del aire". 

En 1788, Lavoisier explica el papel del oxígeno en la respiración humana. Hubo aún que esperar casi cien años para que Paul Bert hiciera una primera relación entre los signos del Mal agudo de Montaña (MAM), y la falta de oxígeno en la altura. 

Las primeras tentativas de supervivencia del hombre en la altura fueron francamente desalentadoras. En 1875, el globo "Le Zenith", que llevaba a bordo a Spinelli, Sivel y Tissandier ascendió hasta los 8.500 m. Solo Tissandier sobrevivió a la ascensión. Los repetidos intentos de alcanzar sin oxígeno las altas cimas de la cordillera del Himalaya, fueron también un fracaso. Irvine y Mallory, en 1924, lograron alcanzar los 8500 metros, pero no pudieron ascender más. Contaban que precisaban de ocho a diez respiraciones en los 8.100 metros para poder dar el siguiente paso. En 1950, una expedición francesa logró alcanzar la cima del Annapurna, pero al no poder aclimatarse, hubo de descender con todos sus componentes gravemente enfermos o agotados 3

No es hasta 1937 cuando Hurtado realizará las primeras descripciones documentadas del Edema Agudo de Pulmón de la altura en los Andes 4 Y por fin, en 1960, C. Houston publica internacionalmente un caso de Edema agudo pulmonar de la altura 5, que fué seguido casi inmediatamente por otras publicaciones 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13