Capítulo 11. 6. Traumatismos raquimedulares

1. INTRODUCCIÓN

El concepto de traumatismo raquimedular (TRM) incluye a todas aquellas lesiones de origen traumático que pueden afectar, conjunta o aisladamente, las diferentes estructuras (óseas, ligamentosas, cartilaginosas, musculares, vasculares, meníngeas, radiculares y, por supuesto, medulares) de la columna vertebral en cualquiera de sus niveles. 

La posibilidad de afectación medular marca claramente la importancia de los TRM. El déficit neurológico depende del tipo de lesión y del nivel medular dañado. La expresión clínica abarca desde traumatismos leves con escasa repercusión funcional hasta situaciones de inmediato riesgo vital, pasando por secuelas muy invalidantes.

Los TRM se asocian frecuentemente (entre el 25% y el 60% de los casos según las series) con traumatismos múltiples, principalmente craneoencefálico, torácico y de huesos largos 1, 2.

Desde un punto de vista eminentemente practico, hay otras razones que hacen "especiales" a los TRM. En primer lugar, las dificultades diagnósticas motivan que en ocasiones sean incluidos entre las lesiones inadvertidas del politraumatizado, en el que las manifestaciones de otros traumatismos más aparentes, las alteraciones del nivel de conciencia y las situaciones de amenaza vital, pueden hacer difícil, y a veces imposible, el diagnóstico temprano y demorarlo inevitablemente. Hasta en un 30% de los pacientes con lesiones cervicales, se retrasa el diagnóstico dos o más dias 3. Es, por tanto, imprescindible mantener un alto índice de sospecha en todo momento, así como un adecuado apoyo radiológico en el área de urgencias.

El segundo aspecto fundamental en el manejo extra e intrahospitalario del paciente con sospecha de TRM es la prevención del agravamiento de las lesiones durante la manipulación del mismo, así como el inicio precoz de tratamientos encaminados a detener o prevenir el desarrollo de lesión medular secundaria. Para ello se requiere personal experto, entrenado y sensibilizado en la atención de este tipo de emergencia.

Aunque se han experimentado grandes avances en la atención urgente y cuidados de estos pacientes (y en la del politraumatizado en general), así como en sus posibilidades de rehabilitación y reintegración social, los TRM siguen originando graves problemas individuales, familiares, sociales y económicos, que demandan un abordaje multidisciplinario.